Toda rebelión debe tener una cara visible, alguien con
quien la gente pueda identificarse sabiendo que una parte de lo que siente cada
uno está dentro de esa cara que es capaz de unir la rabia de un pueblo oprimido
con el heroísmo de una edad temeraria. Para esa persona elegida no es fácil
convertirse en el líder de una oposición a un régimen autoritario. Las
vacilaciones y los cambios de opinión son flechas que no tardan en clavarse en
un alma poco hecha, habitual en una sociedad superficial. La propaganda debe
funcionar porque eso es lo que hace que la gente se convenza. Y hay que hacer
anuncios publicitarios que parezcan auténticos.
Así que nada mejor que poner a esa cara en el ambiente
propicio para que saque la ira que el pueblo necesita. Al fin y al cabo...lo
que se vende, por muy justo que parezca, puede que no sea todo lo justo que
debiera ser...pero eso ¿qué más da? Lo importante es ese grito que desahoga a
la multitud que cree que la rebelión es el futuro por mucho que contenga gestos
que presagian que todo va a seguir igual con una estética diferente. Pero, de
momento, la lucha es lo importante. La chica elegida tiene carisma, es
atractiva, es una guerrera y es humana. Tiene todo para triunfar.
Lo malo de todo es que los juegos
ya han pasado a la historia. Ahora de lo que se trata es de contrarrestar la
brutalidad inherente a un sistema que ha optado por la política de tierra
quemada para imponerse. Y a cada nuevo desafío, sube un peldaño más en la
escala de violencia sin contemplaciones. A esos discursos dichos con el rostro
amable de un dictador hay que combatirlos con la cara angelical y retadora de
un ángel con flechas, a la única que tiene alas para que todo el mundo crea que
la libertad existe. Nadie se plantea el problema de que la propaganda suele ser
un dechado de mentiras.
Con Jennifer Lawrence de nuevo
entramos en la recta final de la saga de Los
juegos del hambre con la trampa formal de alargar la historia en dos
capítulos para hacer que los adolescentes que se entusiasmaron con las novelas
y con las películas sean ya hombres y mujeres de piel curtida a los que hablar
a la altura de los ojos. ¿Se lo han creído? ¿No? Pues tienen razón. La taquilla
es lo que manda y si se puede alargar artificialmente el asunto, mejor que
mejor. Y es difícil escribir sobre la tercera parte de una trama que solo se
muestra en su mitad porque, desde luego, todo queda por cerrar y, de alguna
manera, se ha renunciado a la acción que embelesaba a los púberes para
encerrarlos en una especie de túnel vertical donde la política entra en juego a
la vez que la revolución. ¿El resultado? Eso da igual. Ni mucho, ni poco. Ni
blanco, ni negro. Los personajes están ahí, evolucionando de una forma, a
menudo, incomprensible y vacilante como recalcando, una y otra vez, que la edad
de los protagonistas dista mucho de la madurez. Se canta un himno bonito, hay
dos acciones de guerra y una de ellas es casi testimonial, la heroína no sabe
si va o viene, los que detentan y quieren el poder juegan un poco a lo mismo,
se explican las cosas de aquella manera y ya está. Tampoco vamos a pedir unas
peritas a los juegos del hambre. Como ocurre con las dos primeras partes,
Donald Sutherland es de lo mejor, ver por última vez a Philip Seymour Hoffman
resulta un ejercicio de amargura, Julianne Moore navega con maestría entre la
antipatía y la eficacia, Woody Harrelson sigue poniendo aire de desastre a un
personaje que podría ser mucho más interesante y, por supuesto, Jennifer Lawrence
gana mucho en el primer plano con un traje favorecedor pero pierde enteros en
cuanto se luce en sus movimientos más bien torpes de arquera decidida. Todo
esto son detalles ínfimos que no cuentan para nada. Lo importante es hacer que
el jovencillo de turno se crea único y genial pero me da a mí que esta primera
parte se queda un poco corta para las expectativas que generan tales edades
impulsivas. Aunque, naturalmente, esto lo dice alguien con una cierta edad así
que no tiene ningún valor.
9 comentarios:
Pues como bien dices no vamos a ponernos exquisitos por unos juegos del hambre. Lo cierto es que a mí me pareció moderadamente interesante y desde luego me gustó más que sus predecesoras. Tenía miedo de que la estrategia de dividir la adaptación en dos partes - que a los que no hemos leído los libros nos da un poco igual- fuese un lastre a la hora de valorar el ritmo y la intensidad narrativa del film. Pero si la hay, yo no la noté. Por el contrario me encontre de que por fin la saga nos revelaba su verdadera cara de fábula política que era lo que había intentado ser desde el principio para mí sin consegurilo. Muy obvia, muy elemental la reflexión sobre la propaganda y la manipulación, pero ya dije que no nos íbamos a poner exquisitos por unos juegos del hambre.
En cuanto a las interpretaciones, pues sí, es un gozo ver a Donald, que sale un ratito pero menudo ratito. Me impresionó más ver a Philip en "A most wanted man" sobre todo por esa última escena que al final resultó ser macabramente profética. Y soy yo o la Yeni está más sobreactuada que en otras ocasiones?
Abrazos ardiendo
Sinceramente, a mí ni mucho ni poco. Me sigue pareciendo "En llamas" bastante mejor. Aquí, como bien dices, se centran en destapar la fábula política (que tiene toda la pinta de que el personaje de Julianne Moore va a salir rana) y todo resulta bastante elemental, la verdad.
Lo de Donald...es que el tío es un monstruo. En la primera parte, solo salía un momento cortando una de sus famosas flores. Solo eso valía más que toda la película. Ya la primera escena aquí, con el puntito de sangre...bufff, me quedo pasmado con la sabiduría de un actor que, con apenas nada, saca lo mejor y da lo mejor.
Lo de Philip...vamos a ver cómo han resuelto en la parte II, aquí me parece que lo hace bien, ahora...creo que su verdadera despedida, efectivamente, está en "El hombre más buscado".
La Yeni...es que, claro, tiene que actuar y la chica todavía no ha demostrado eso. Resulta que aquí el personaje está bastante despojado de escenas de rebeldía (aunque tiene) y de acción (aunque tiene) y debe de expresar. Francis Lawrence debió de meterle un poquito de caña y ella reacciona con la solución más fácil que es pasarse de expresión. Sigo diciendo que esta chica...no, aún no.
Abrazos con flechas.
Bueno, pues yo me libré por los pelos, quería verla pero me sentí indispuesto (una digestión demasiado complicada) y opté por no ir. La tengo en pendientes, aunque todas las opiniones que escucho, salvo la de la fan entregada a la trilogia que es la de mi hija, son bastante críticas. A mi también me parece que "En llamas" está bastante mejor que la primera (que a mi no me gusto nada), de hecho me parece una película a la que pondría un 6 alto.
En cuanto a yani, no puedo opinar por esta, pero recordad que en "Winter´s Bones" si que actuaba y que apuntaba mucho, auqneu estoy de acuerdo con vosotros que empieza a parecer sobrevaloradilla, o quizá el problema es que creíamos entrever más y exigimos todo aquello que intuímos en su momento y tal vez estuvieramos equivocados o tal vez aun no ha llegado el momento.
En cuanto a Phillip, efectivamente yo creo que "El hombre más buscado" es su gran testamento y como dices, dex, profético. Esta es la última pero de forma anecdótica. leo a javier marias, "Así empieza lo malo" ( muy recomendable y con una trama secundaria muy cinéfila) y hace en un inciso una reflexión sobre lo que queda sin hacer cuando uno muere...como todo el libro, muy interesante.
Sobre Sutherland que vamos a decir, una pasada. Como Caine, su presencia de secundario aporta una garantia. Se adueña de las escenas, aunque sean menores, capta toda la atención, descubre los matices de sus personajes con miradas, sonrisas o gestos indefinibles. es un actor de los grandes.
Y lo de partir en dos las historias me parece una burla y una estafa. Se podía admitir lo de Jackson y "ESDLA" por el volumen ingente de lo que se contaba, pero tanto en "Harry Potter" como por supuesto en "El hobbit" me parece de una falta de respeto vergonzosa tanto que me parece que debería dar lugar a una rebelión contra esta practica...nadie al cine, hundamos el Capitolio. Yo no descargo pirata que me parece fatal, pero en estos casos me parece lo más justo.
Abrazos con arco.
Lo primero, esperamos que estés mejor y plenamente recuperado de esas digestiones (cuidado con lo que comes).
"En llamas", en mi opinión, sigue siendo la mejor de todas las estrenadas hasta ahora. La primera es que, sinceramente, estaba muy mal dirigida.
Es cierto que "Winter´s bones" es la actuación más destacable de la Yeni. Quizá influyó sobre ella la confesa vocación pequeña de la película, o que el director supo encauzarla bien, lo cierto es que la chica no ha vuelto a repetirlo desde que dio el salto al estrellato (dicho esto en el sentido aquel que decía Peter O´Toole en "Mi año favorita": "Yo no soy un actor, soy una estrella de cine"). Yo, desde luego, no me atrevo aún a decir que es un fraude. Tal vez no haya llegado el momento y lo que sí veo es una tendencia por parte de los directores que la tienen encasillada como guapísima, cuando a mí no me lo parece tanto y, es más, algo que ya apunto en el artículo: Su cuerpo no actúa, se arrastra. No tiene una pose, un saber estar que, por ejemplo, le sobraba a Bette Davis (no es que la quiera comparar, solo quiero poner el ejemplo de una tía que sabía andar como nadie en el cine). La Yeni no acaba de saber andar y la impresión que da es de pura torpeza.
Interesante, lo que queda sin hacer cuando uno muere. Alguien me dijo una vez que las personas, cuando se van, es porque ya han hecho todo lo que tenían que hacer. En determinado momento, eso me sirvió de consuelo.
En cuanto a Sutherland...es que el tío sabe más que todo el resto del reparto. Mi madre pasa los veranos en una localidad de la provincia de Valencia y fue a un sitio cercano para asistir a un tour turístico con unas amigas de playa. En medio de los quince o veinte que estaban allí, justo antes de salir, vio a un señor mayor, sentado en un poyete. A ella le pareció que era Donald Sutherland y se acercó pero no estaba nada segura. El tipo, con un buen acento, le dijo en español antes de que se acercara y le preguntara:
-Sí, señora, soy Donald Sutherland.
Mi madre, sonrió, le saludó y le pidió disculpas pero le parecía que era un actor excepcional.
A mi también me parece una burla lo de coger el último episodio de una saga en dos. Es un intento de sacarte el doble de una entrada y, en el plano meramente artístico, una renuncia a hacer una adaptación medianamente interesante dentro de los límites que pone la duración normal (por mucho que varíe de una y media a tres horas, por ejemplo).
Abrazos televisivos.
Si, además Javier Marías lo enlaza con sus habituales ramificaciones reflexivas al mundo de los suicidas y añade el interesante enfoque de los suicidas fallidos que viven toda una cantidad de momentos que en su día optaron por perderse, porque no sucedieran...la verdad es que a mí me gusta mucho Javier, sus novelas siempre se abren a reflexiones teóricas más que interesantes.
Hoffman no se suicidó abiertamente (aunque su deriva sea una forma de suicidio) pero da que pensar, por ejemplo en el caso de Robin Williams, si lo que estás haciendo (entendemos que nosotros trabajamos pero los actores disfrutan, que somos así de infantiles a veces) no te reduce las ganas de acabar con todo si realmente te satisface. Es difícil pensar cuando uno se toma unas pastillas o se pone una soga al cuello si no piensa: "ostis, mañana tenía la escena del beso con menganita"; o por llevarlo a mi terreno: "uff, y mañana se va a quedar el coreo electrónico de fulanito sin contestar".
En fin, que me distraigo. Yeni no es guapa, a mi no me lo parece, tiene una mirada muy interesante, pero poco más. Su cuerpo anda muy lejos del 10 aunque algunos se empeñen en ponerla como un pibón (véase "La gran estafa..."). También es cierto que es algo torpe de movimientos. Lo que sí que es innegable, o a mi me lo parece, es que tiene suficiente magnetismo como para dominar la escena. Le falta tacto a la hora de abordar muchos personajes, como si fuera un talento bruto que no se sabe si podrá ser definido algún día. No es nada elegante, al menos aun no, pero conquista. Ya veremos como sigue.
Y hablando de talento brutal. El otro día fui a ver al Centro Dramático Nacional "El testamento de Maria", un monólogo teatral de Colm Toibin que escenifica una bestia llamada Blanca Portillo. El texto es interesante, los recuerdos de Maria en tanto que madre de Jesús, no como Virgen ni nada que se le parezca. Pero lo realmente conmovedor, a ratos espeluznante, siempre emocionante y emotivo, finalmente desgarrador y acongojante es la interpretación de esta mujer, que domina y transmite todos los sentimientos de esa madre que ha visto nacer, correr, la niñez, la juventud, convertirse en alguien adorado y finalmente torturado, martirizado y crucificado a su hijo. Es maravillosa.
Abrazos con la piel de gallina.
Un momento, ¿esta saga no es algo así como "literatura adolescente"? ¿Tipo "Crepúsculo", pero con temática Battle Royaliana? Quizá he dimitido de verla antes de tiempo... O tengo demasiado cine por ver, y tan pocas balas...
Abrazos japos
Santi
No creo que ni se piense en esas cosas, Carpet. Solo se piensa en acabar con todo, quitarse de en medio porque el sufrimiento ahoga demasiado. Todo lo demás son suposiciones, más o menos brillantes, sobre un momento que demuestra lo débiles que podemos llegar a ser. Y lo peor es que ninguno estamos libres de caer en ese estado de ánimo.
Blanca Portillo es un pedazo de actriz como una casa. Hace años, uno de los mejores montajes teatrales que pude ver (qué pena que no se pueda recuperar) fue "Madre (el drama padre)", de Enrique Jardiel Poncela, también con el Centro Dramático Nacional en la época en la que el María Guerrero estaba en obras y se trasladó temporalmente al Teatro de La Latina. Blanca Portillo hacía el papel principal y la obra, ella, el texto, el montaje de Sergi Belbel...todo...una auténtica maravilla. Pocas veces me he reído más en un teatro. Pocas veces he visto un teatro mejor hecho.
Me apunto lo de "El testamento de María", si pudiera, sería crítico de teatro más que de cine.
En cuanto a tu pregunta, Santi, sí, "Los juegos del hambre" es literatura adolescente, sin duda (aunque no he tenido el placer de leer ninguno de los libros). Pero, de ninguna manera, es tan ñoña y estúpida como la saga de "Crepúsculo". Aún cayendo en "tics" propios de ese tipo de Literatura (ser joven es guai, el joven se siente único, el joven se siente de la leche, los adultos son viejos adocenados, conformistas, no entienden nada), tiene un trasfondo bueno que combina algo de aventura con la crítica social y política. En esta ocasión, creo que Carpet y yo coincidimos en que la primera parte fue un desastre (sobre todo por una dirección horrible), la segunda fue más que aceptable y esta tercera (aunque él no la ha visto) es explicativa, un poco decepcionante, toma otros derroteros más morales, más discutibles y, sobre todo, más difíciles de entender por parte de un adolescente.
Abrazos con acné.
Como dices son suposiciones más o menos brillantes, pero es curioso, se comenta (yo ya lo había oido, pero el lo relata de forma mucho más interesante) la cantidad de nimedades cotidianas que se suceden en los momentos previos: distraerse viendo algo en la tele, colocar algo que quedó sin recoger, etc. Incluso la de los que dispuestos a tirarse al vacio, no lo hacen porque llueve o tienen frio (las estadisticas dicen que ese tipo de suicidios se reducen considerablemente con el mal tiempo).
A mi también me gusta mucho el teatro, pero sus precios (sin duda no elevados para la inversión necesaria) hacen que lo disfrute de tarde en tarde. Bien es cierto, que últimamente gracias a los Atrápalos y a que se ahorra mucho en escenografias y espacios algunas cosas están más al alcance de la mano. en cualquier caso, me gusta mucho.
Jardiel poncela es un valor seguro para echarte unas risas sanas si está bien hecho. Otro que tal baila es Mihura, mi hija va a hacer este año "El caso de la mujer asesinadita", primera vez de papel protagonista femenino (el año pasado protagonizó "El bugués gentilhombre, pero era un personaje masculino) y se lo pasa bomba estudiandose el papel. La verdad es que se le da bien, no sé hasta donde llegará.
Abrazos con la baba caida.
Es que con el frío lo que más apetece es tomarte una pastilla y meterte en la cama a dormir con la cabeza metida entre las sábanas, a ver si así el mundo te olvida un poco.
A mí me pasa lo mismo que a ti con el teatro, voy poco por los precios, pero lo disfruto muchísimo cada vez que voy. Por cierto, ayer no pude contestar porque sí que me acerqué a ver la maravillosa "El crédito" con Carlos Hipólito y Luis Merlo, dos pedazos de actores que te tienen encandilado durante la hora y media que están en escena. Mi hijo se rió como un loco y la obra en sí, una pasada. Tienes que verla, Carpet, te va a encantar y es una carcajada de las buenas y además, de las inteligentes.
Bien por tu hija. Grande Mihura, grande Moliére y grande ella que se atreve con esos papeles. A mi hijo también le está entrando el gusanillo pero, de momento, solo quiere hacer algún número de los Monty Python (será que tiene un sentido del humor algo más grueso que el mío).
Abrazos admirados.
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