viernes, 5 de febrero de 2016

SPOTLIGHT (2015), de Tom McCarthy

Resulta muy curioso comprobar cómo una profesión caída en pleno desprestigio como la del periodista está teniendo una reivindicación por parte del cine. Se trata de decir bien a las claras que es una profesión necesaria, que debería ser prisionera de la objetividad, sin más añadidos, sin someterse a las dictaduras de cualquier poder fáctico que trata de convertir a la prensa en un folletín propagandístico, sin parcialidades y, también, con cierta demanda de la seriedad en su ejercicio. Más que nada porque el periodismo debe hacer avanzar, informar, creer o no creer y formar individuos con criterio propio. Sin ellos, la sociedad, sencillamente, no vale nada.
En esta ocasión, un grupo de periodistas de investigación se fijaron en la oscuridad de la Iglesia Católica a la hora de castigar con todo rigor a los sospechosos de abusos a menores. Un asunto que las autoridades eclesiásticas se han esforzado en silenciar a través de los más diversos métodos, poniendo al descubierto la mezquindad de una institución que tiene pánico a perder adeptos y que se atiene a normas estrictamente corporativas sin ocuparse, ni lo más mínimo, de unas víctimas que acabarán marcadas para el resto de sus vidas.
Y esta película es terriblemente honesta porque también echa las culpas al propio periodismo que entierra las noticias cuando se intuye, desde algún lugar de la redacción, que no hay una salida rentable o valiente al suceso. Simplemente, la noticia muere. Y como muere, ya nadie habla de ella. Y como nadie habla de ella, no existe. Y así todo el mundo vive feliz y libre de culpa. Incluso la Iglesia que viola sin piedad todos los preceptos en los que se apoya por culpa de unas absurdas reglas para sus miembros y con el fin de mantener inmaculada su reputación.
Y ahí están estos reporteros, implicándose emocionalmente en algo que no debería tener perdón, que debería ser castigado con la mayor severidad, que debería haber sido, con su sola mención, mecha suficiente como para que la jerarquía eclesiástica tomara cartas definitivas y expeditivas en el asunto en lugar de acallar, tapar y silenciar desde los despachos toda tentativa de denuncia. Eso no solo hace que las víctimas queden moralmente mutiladas para siempre sino que también destroza las creencias de mucha gente que cree. Y que no solo cree, sino que quiere creer.

Excelente película que se apoya en el maravilloso trabajo de todo el reparto que raya a gran altura de principio a fin y que reposa en el expresivo rostro de Michael Keaton, en la entrega de Rachel McAdams, en la tensión de Mark Ruffalo, en la seriedad de John Slattery, en la frialdad de Liev Schreiber y en la medida y condensada dirección de Tom McCarthy. Una historia para hacernos pensar en el horror y en la verdad y en el precio de ambas cosas. Y a partir de ahí, mirar dentro de nosotros mismos y preguntarnos si hacemos todo lo posible para que las cosas se sepan con la verdad por delante, con la prueba como sostén y con la ética como seña. Algo que no es nada fácil en los tiempos que corren que no ha dejado de educar al ciudadano medio en mirar siempre hacia otro lado mientras se cometen injusticias perpetradas por auténticos depredadores. 

21 comentarios:

dexterzgz dijo...

Yo no sé si será problema mío, que llevaba bastante tiempo esperando este estreno (mucho antes de que sonara como favorita de los Oscars). Desde el principio, la película me pareció muy atractiva y llena de alicientes; a saber, un director que me había fascinado ya en más de una ocasión (con "Vías cruzadas" o "The visitor"), un puñado de buenos actores, la mayoría de mi cuerda (especialmente Tucci y Ruffalo) y un tema que siempre me apasiona como es el periodismo de investigación. Y la película está bien, bien dirigida, bien interpretada, bien llevada. Todo eso es irreprochable, pero...

En mi opinión, es sorprendente que con todos esos ingredientes, el resultado sea tan frío. Es una película correcta, demasiado correcta, a la que quizá le falta una brizna de emoción. Me hubiese gustado saber algo más de esos personajes, los periodistas, las víctimas de los abusos. Apenas, sabemos cuatro cosas de la situación personal de cada uno (más en el caso de McAdams y Ruffalo). Me parece fascinante el personaje de Tucci por ejemplo y creo que da para más (lo mejor de la película es quizá las conversaciones Tucci-Ruffalo). Pero es una película que va muy al grano, y quizá le hubiese sentado bien detenerse más en los detalles. Por supuesto, creo que es una película más de periodistas que de pederastas. Me parece muy brillante el homenaje que se hace a ese reporterismo de raza (maravilloso el detalle de que no se vea ni una sola grabadora en la película y si mucha libreta y bolígrafo). Es una película brillante, y a la vez sin brillo.

Abrazos desde el hoyo 18

César Bardés dijo...

Yo creo que está en el tono justo que debe de tener. Más que nada porque no creo que sea una película que quiera detenerse en la parte más sórdida del asunto (y aún así, lo hace) y sí en el periodismo de investigación que destapó las carencias y las tapas continuas que la Iglesia ha puesto en este asunto (especialmente relevante en la etapa del papado Ratzinger). Creo que, en suma, quiere huir del sensacionalismo. Y hace muy bien. Es muy deudora de "Todos los hombres del presidente" y está muy bien como homenaje al periodismo de raza. Quizá sea una cuestión de expectativas (cada vez, según vamos cumpliendo años, pasa más) pero a mí me ha parecido excelente, muy, muy bien interpretada por parte de todos. El personaje de Tucci tampoco me parece tan maravilloso y sí que me lo parece mucho más el de Keaton que, para mí, hubiera merecido una nominación al mejor actor. Pero el elenco, en general, está fantástico. Incluso la McAdams, que no es una actriz de grandes recursos, creo que sabe sacar miga de un papel que, en manos de cualquier otra, hubiera sido mucho más gris. No creo que la emoción sea apropiada debido al caso que estudian. McCarthy quiere ser frío, y a la vez, también respetuoso con las víctimas. Es enormemente honesta porque también echa culpa a los periodistas que podrían haber evitado muchos abusos de haber prestado más atención a lo que hacían, eso sí me parece un detalle maravilloso.
Abrazos desde la rotativa.

CARPET_WALLY dijo...

Bueno, estando muy de acuerdo con lo que comentas también estoy un poco en desacuerdo. Aclaro, a mi me parece una buena película pero no una excelente película.

Efectivamente toda o casi toda la película se basa en la función positiva de la labor periodistica, en su capacidad para ser un poco, como bien dices, algopo necesario para avanzar, para formar ciudadnos, para descubrir los ocultos secretos que abundan no en las cloacas sino en el poder, en este caso de una institución tan dominante como lo es (o era) la Iglesia católica en Boston (una ciudad de abundante raiz irlandesa y por tanto católica hasta la médula). Pero ese punto positivo yo creo que es también parte de su defecto.

Centrada tanto en los avatares periodisticos pierde un poco la vertiente humana de un problema que tiene tanta trascendencia. Es cierto que si se hubiese inicidido algo más en las víctimas, en sus angustias o en sus relatos (apenas hay un par de declaraciones en la que se cuenta el qué y el como), tal vez hubiese resultado un poco demasiado incisiva, pero yo creo que el tema merec´ía el atrevimiento. También y salvo un par de recados de Paul Guilfoyle a Keaton y la minientrevista con el arzobispo no se ve mucho a la jerarquía eclesiastica intentando poner freno al escándalo, ni la tensión que la investigación podía provocar en tan alta institución, ni las presiones no sólo bostonianas que hubieran probablemente sucedido. En ese sentido la película se me queda algo corta, muy complaciente con los profesionales de la prensa, aunque haya un reconocimiento implicito de parte de la culpa, se halla una redención con ese trabajo tan intenso para descubrir el pastel, aunque no olvidemos que la figura que consigue forzar la máquina es ese Liev Schreiver tan seco como potente, que decide apuntar alto cuando la mayoria se felicita por lo conseguido hasta entonces.

Así pues lo que yo disfruté durante la película es un buen ritmo de un grupo de abnegados que se dejan los cuernos para perseguir una gran noticia, algo que no mejora ni de cerca a su refrente principal "Todos los hombres del presidente" que juega a lo mismo pero en el fondo en más profunda y tensa, cada paso es poco menos que un nuevo descubrimiento y algo que sorprende a los propios periodistas. Aquí esas sorpresas son mucho menores o están más diluídas, quizá sean más reales también, pero le restan algo de fuerza al conjunto, a mi entender. Podrían haberme contado cualquier otra investigación diamantes de sangre, corrupción política, venta de armas...igualmente hubiera visto a ese pequeño grupo de esforzados investigadores metiendo la nariz donde hiciera falta para conseguir el gran titular. También es muy condescendiente con los periodistas que éticamente se comportan de modo irreprochable, sin que en ningún momento se les pueda poner un pero a su labor, ni forzar un testimonio, ni provocar a nadie, ni enfadar a algún implicado, salvo en el caso de Keaton con su amigo, pero ahí había más relación personal que otra cosa.

Por todo ello yo salí contento, la película merecía el dinero gastado, pero me supo a poco, yo creo que allí había mucha más historia de la que me contaron. En cuanto al reparto, estoy de acuerdo que en general esta a un nivel muy alto, pero también tan contenido que me resulta hasta distante a veces, sólo el momento Ruffalo le da una dimensión más personal que profesional, porque seamos sinceros la historia de la McAdams con su abuela por mucho efecto dramático que se le quiera dar....ejem, es bastante ridícula.

Película necesaria, interesante, bien hecha...pero corta. Para mí al menos.

Abrazos con teletipos

CARPET_WALLY dijo...

Juer, recien cuelgo el comentario y me leo que Dex ha dicho casi lo mismo. Nos estaremos haciendo mayores, si.

Muy de aceurdo con ambos, creo que Keaton está excelente, tanto o más que en "Birdman", y creo que lo de Tucci también merece una ovación, aunque también creo que se desaprovecha por la misma razón, nos cuenta su labor profesional pero nada la humana...y siendo realista yo dudo mucho que trabajando en el tema que se trabaja y escuchando lo que se se supone que escuchan cuando les cuentan las historias no haya una mayor implicaciones personal, salvo que sean de cartón piedra. Yo esperaría cuando menos que soltasen un mal taco y que entre ellos tengan que apoyarse y relajar la tensión para intentar ser objetivo...No sé, me parecería más asimilable.

En cuanto a lo de huir del sensacionalismo y de la parte sórdida...ufff, no sé pero me parece un flaco favor al asunto. Lo que se está contando es lo suficientemente serio, grave e importante como para que no hagamos demasiada leña...dejemoslo ahí que ya es bastante. Al final dices, jolín que cabrones los curas estos...pero no sales con las tripas revueltas que es lo que el caso debería provocarnos.

Abrazos en la redacción

César Bardés dijo...

Yo creo, por ejemplo, que el testimonio del personaje que se confiesa con la McAdams es más que esclarecedor y es más que suficiente. Regodearse más en ello hubiese dado a una película de un sensacionalismo que nos hubiese hecho vomitar, estoy convencido de ello. De acuerdo en la "inacción" eclesiástica pero es que la Iglesia se comporta muy a menudo así. Trata de tapar siempre por terceros y además piensa que nunca va a ser denunciada por sus propios asalariados (recordemos que los dos abogados son fundamentales para ello).
De acuerdo que el tema es muy serio. De acuerdo en que la Iglesia debería haber sido mucho más cortante y justiciera y no solo quedarse en mandar a los culpables de vacaciones esperando que se diluya la cosa (una muestra más de cómo actúa la Iglesia), pero no sé, yo creo que tanto Ruffalo como McAdams se implican personalmente en la investigación, que Keaton carga con el remordimiento de no haber hecho algo antes y, en el fondo, lo que la película está intentando decir es que necesitamos recuperar ese periodismo comprometido que era capaz de sacar todo a la luz con pruebas, con pruebas, no por las buenas como se hace ahora y obedeciendo a intereses de todo tipo. La verdad es la verdad y estos tipos se encargaron de hacerla salir a la luz. Además los testimonios y demás...¿creéis que son muy diferentes unos de otros? Tenemos tres, no olvidemos. El que habla con McAdams, el que habla con Ruffalo por mediación de Tucci y el presidente de la asociación...meter más hubiera sido de un subrayado absolutamente innecesario. De hecho, la película creo que llega muy bien hasta sus objetivos porque la gente salía diciendo cosas contra la Iglesia y no a favor de la profesión periodística. Por supuesto que su referente es "Todos los hombres del presidente" y que es inferior a ella. Allí estaban Redford, Hoffman, Warden, Robards, Pakula en la dirección, Goldman al guión, un equipo de primerísima clase. Y aún así muchísima gente queda muy poco impactada por la película sencillamente porque es incapaz de seguir el hilo con tantísima información que contiene (y de hecho, es así). Es como si me dijérais que "Todos los hombres del presidente" podría haber sido mejor si se hubiese visto en "flashback" cómo Nixon corrompía a todos los miembros del complot. No creo que, por eso, hubiera sido más efectivo, sinceramente. Ojo, a "Spotlight" no le pongo de obra maestra, creo que es una excelente película, bien hecha, necesaria y muy profesional.
Abrazos pata negra.

CARPET_WALLY dijo...

Cuestión de apreciaciones, yo creo que si se queda corta en cuanto a los testimonios por un par de cosas. El de Ruffalo es un visto y no visto, el de la McAdams está mejor, pero ella está tan profesional que en ningún momento se la ve afectada por lo qu le cuentan y por tanto para el espectador no deja de ser un relato de algo feo y ya está, además no termino de entender porque si que se cuenta que el tipo era homosexual desde niño ¿realmente eso tiene importancia?, ¿es mejor o peor conociendo ese dato? Y finalmente el presidente de la asociación se nos presenta como un desquiciado al que no están seguros de hacer caso ni los mismos periodistas...Por eso digo que no hay una verdadera implicación en el problema por parte de la película sino sólo una mera exposición. Es como decir que no hubiera hecho falta el testimonio de Monty Clift en "Vencedores y vencidos" porque fue regodearse en las barbaridades del nazismo. No, allí era necesario para que el espectador se implicase mucho más en la vertiente humana de lo que se estaba contando. Aquí, en mi opinión también le faltaba algún testimonio verdaderamente dramático porque seguro que los hubo, no habría hecho falta que repitieran (eso es facil de expresar cinematográficamente sin tener que escuchar todos y cada uno), pero al menos uno verdaderamente potente si hubiera sido necesario.

Porque si nos damos cuenta, salvo el que he referido desquiciado presidente de la asociación todos aparecen como victimas casi sin secuelas, uno de ellos ya casado y rehecha su vida con normalidad (el ex compañero de Keaton) ¿de verdad la mayoría sería así?. Claro que habría que subrayar, que algunos se volvieron violentosm, que algunó se suicidó o lo intentó, que alguno tuvo verdaderos problemas sociales...y tenían que haberlo mostrado abiertamente y de manera descarnada.

No eran necesarios los flashback con Nixon porque a medida que avanza la investigación todos los implicados van dandonos una idea de la trascendencia, de la sorpresa que les causa lo que van encontrando y de la extrañeza que les provoca la nueva linea que les aslata tras algún testimonio. No tengo tan claro, que las dificultades que nos ofrece al espectador español "Todos los hombres del presidente" suceda de igual forma en USA que cuentan con una información mayor de los avatares del asunto y sus implicados (al menos en ese momento). Si que reconozco que esta es mucho más facil, más comprensible y sin demasiadas complicaciones con personajes principales y secundarios (tal vez eso fuera intencionado para evitar el galimatias).

Abrazos tomando nota

dexterzgz dijo...

Yo creo que la película huye muy bien del morbo barato que la hubiese rebajado al nivel de telefilm lacrimógeno. Hay una elipsis muy buena en el testimonio del compañero de Keaton que luego afirma que a los diez minutos se le vino abajo. Lo mismo en los otros dos testimonios, de hecho tanto Ruffalo como McAdams reclaman a sus respectivos testigos que no escatimen los detalles, pero finalmente, estos no aparecen en pantalla. En cuanto a lo de la "mea culpa" de Keaton no es que sea un buen recurso, es que a veces olvidamos que fue eso lo que ocurrió de verdad. En ese caso, McCarthy juega muy bien la baza de insinuar un posible tema de censura y apuntar al personaje de Slattery (menudo cacho spoiler que me acabo de marcar). A la película le reclamo otro tipo de detalles, y no tanto por parte de los jueces o los curas que se pueden permitir el lujo de manejar la situación con cierta frialdad, sino a los periodistas, que a veces, de puro profesionales, parecen de piedra.

Abrazos en primera plana

CARPET_WALLY dijo...

Jajaja, de verdad que no os entiendo, dicho con todo el respeto y el cariño que os tengo, me parecéis tan frios como Michael Keaton en la redacción. Ni morbo barato, ni telefilm lacrimógeno, pero tampoco utilizar cualquier tema para hacer un trabajo profesional con unos resultados más que aceptables en terminos profesionales y comerciales. Si te da por utilizar un tema, cuentalo bien, si no es así parace que aporvechas precisamente lo morboso para asegurarte un rendimiento. Se habla mucho de números : que si 20, que si 87, que si 125 curas, que si el 5%, que si escribieron 600 artículos posteriormente sobre el tema...incluso ese final con la relación de sitios donde habían suucedido casos probados. Números, esos los decimos todos, pero con las personas hacemos elipsis.

Joder, y perdonad mi vehemencia (si estuvieramos en persona tal vez me oyeráis levantar algo la voz), lo que me stás contando es de una gravedad brutal, claro que quiero que me conmuevas, que me indignes, que me hagas llorar. Coño, quiero que me emociones, que sienta lo que sienten las victimas. No me estás hablando de cualquier cosa.
¿De verdad creéis que los artículos que escribió el personaje que interpreta Ruffalo no iban cargados de emoción, de morbo, de detalles angustiosos? Si no hubiese sido así no hubiese calado en el lector, un mero expositor de sucesos sin intensiad dramática no remueve ninguna conciencia.

Vuelvo al caso de "Vencedores y vencidos", ¿es morbo barato el testimonio de Clift?, ¿No era necesaria la escena del general sin sentimienos de "Senderos de gloria"?. ¿No nos interesan los problemas de integración tras la guerra que se cuentan en "Los mejores años de nuestra vida"?....estos ejemplo y quizá otros mucho mejores que ahora mismo no se me ocurren, de verdad nos emocionan porque relatan la dimensión humana de las historias. Y aquí no.

Aquí se cuenta bastante bien una investigación periodítica, me podrían estar contando el fichaje de Neymar por el Barsa y todos sus recovecos...a ellos parece que no les afecta y me parece que a muchos espectadores tampoco, si acaso un molesto fastidio. Es una confusión entre el objeto y el vehículo. Yo creo que el objeto deberían haber sido los casos de pederastia y el vehículo patra contarlo la labor periodistica, si es al reves si lo que queremos es hablar de periodistas me parece vergonzoso que se utilice el vehículo del sufrimiento de unos niños que sufrieron abusos y violaciones para contar lo bien que se lo curraron.

Disculpadme, pero creo que hay cosas con las que merece la pena implicarse más.

Abrazos impetuosos.

César Bardés dijo...

Ay, amigo. Es que a lo mejor no te fijas en la McAdams mientras el otro está diciendo lo que dice. Yo sí lo hice (por pura casualidad) y sí está sufriendo, sí. Lo de la homosexualidad, sí creo que tiene su importancia porque en una sociedad como la estadounidense eso mismo puede ser una simple pista para hacer creer que el niño se lo puso fácil al cura. El presidente de la asociación ha sido desechado ya como testigo porque no le hicieron ni caso en su momento y es más, está la figura del "garganta profunda" que es el escritor ex-cura que también me parece que dice unas cuantas cosas. Yo creo, sinceramente, que si el problema se hubiera mostrado en la película de una forma descarnada, la película hubiera perdido muchísimos enteros. ¿Es que me tienen que mostrar la violación de un niño para que yo me implique emocionalmente? ¿No estamos defendiendo siempre la capacidad sugeridora del cine para que el público también trabaje lo suyo? No, no, no estoy para nada de acuerdo. LA película hubiera perdido, porque si es sórdida, se acaba convirtiendo en "El Caso", un periódico que denunciaba de forma descarnada todos los delitos pero se acababa convirtiendo en un pozo de morbo al que se acudía ante el periodismo más serio. Ése no es el objetivo de la película.
No me hagas trampas con lo de Monty Clift porque eso es un juicio y no una investigación. ¿Dirías lo mismo si la película se hubiera alargado un poco más y los testigos hubieran declarado en un hipotético juicio?
Hay de todo, no creo que todos hubieran quedado sin secuelas. Estoy con Dex, en que es muy acertada la elipsis del ex-compañero de Keaton. Hay muchos que sí quedan con secuelas. De hecho, el presidente de la asociación no está muy equilibrado. El de Ruffalo (eso que dices que es de pasada no sé de dónde lo sacas porque la escena es bastante larguita) y el de McAdams no están demasiado bien. Lo que se viene a decir también del ex-compañero de Keaton es que, bajo la apariencia de normalidad, bulle una frustración emocional de aquí te espero.
A ver, en "Todos los hombres del presidente" estoy seguro que ni la mitad de la mitad de la sociedad americana sabe quiénes son todos los nombres que salen (porque la mayoría, de hecho,ni salen, son nombrados). Quizá puedan estar un poco más familiarizados que nosotros con el tema de comités de reelección y demás historias pero en cuanto a nombres...estoy seguro de que no. De hecho, ya he comentado en alguna ocasión de que hay estudios psicológicos que aseguran que es totalmente imposible asimilar en dos horas y veinte que dura la película la cantidad de información que vierte sobre el espectador.
Yo no creo, Dex, que los periodistas parezcan tanto de piedra. Ruffalo y McAdams tienen implicación emocional. Cada uno a su manera. Dices que lo de la abuela es una tontería...no tanto si pensamos que es una sociedad de carácter irlandés donde la familia cuenta muchísimo más que aquí. Keaton también está afectado. El otro del bigote se afecta por la cercanía que comprueba con los culpables. Liev Schreiber parece menos afectado porque es un judío de fuera. Y John Slattery...aaaahh, es que ese es Ben Bradlee Jr. Hablando de "Todos los hombres del presidente", es el hijo del personaje que allí interpretaba Jason Robards...Bradlee tampoco estaba muy afectado por lo que se estaba descubriendo del Gobierno de los Estados Unidos....
Abrazos en titulares.

César Bardés dijo...

Pues mira, Carpet. Será que yo soy muy frío como esos periodistas. Pero a mí me afecta igual imaginarme esas cosas...es más, creo que me afecta más. No necesito ver a un cura jodiendo la vida a un niño para pensar en lo terrible de ese momento y en las secuelas de por vida que le van a dejar. No necesito otro "El intercambio" de Eastwood para darme cuenta de que el Diablo habita allí mismo y que ruego a Dios y a quien haga falta que los culpables paguen con toda la fuerza de la ley y de la justicia. No necesito todo eso porque además no es un juicio (vuelves con el ejemplo de Clift, no sé por qué sacas al general de "Senderos de gloria" porque ahí Kubrick se encarga muy mucho de situar bien a los personajes, y los problemas de integración de "Los mejores años de nuestra vida" no es una investigación, es un drama, que yo no digo que no sea realista, sino que es lo que es). Ahora bien, a ti no te hubiera gustado una película de investigación, te hubiera gustado haber cogido la historia por el otro lado, por el lado de la Iglesia, haber cogido la historia para que los curas salieran malparados de todas y todas y hacer sangre con ellos para que la Iglesia entera se hubiera quedado en pelotas. Vale, es una opinión. A mí no me valdría esa película, probablemente. Y no estoy diciendo ni que todos en la Iglesia sean unos santitos, ni nada de eso. Y si quieres sacar la punta por ahí, pues adelante.
Lo siento, aquí sí que no te doy la razón.
Abrazos descreídos.

CARPET_WALLY dijo...

Perdonad que vuelvo a la carga. ¿Sabéis cual es uno de los momentos más reales y que me pareció más intensamente convincente?. Cuando teóricamente están haciendo las entrevistas a todos los implicados en escenas sueltas y McAdams en un corte pregunta a una de las víctimas que hizo su madre cuando la iglesia dijo que no había que denunciar y el tipo respode: "Sacó unas galletas". En el cine la gente se rió, yo también, pero no pude evitar pensar después en la escena, no la de la pelíucla sino la de ese crio que ha tenido que superar sus miedos y su vergüenza para contar lo que le estaba pasando y comprobar como su madre prefería agradar al obispo que proteger a su hijo. Y le doy vueltas porque estoy seguro que fue real y eso es loq ue hubiera querido que me contaran, porque me enseñan a los adultos que han medianamente superado algo tan terrible pero no veo nunca a los niños que lo sufrieron y eso no quiere decir que me saquen a los chavales sino que los adultos transmitan eso que les ocurrió, no necesito detalles morbosos, necesito sus emociones.

Y en ese sentido el testimonio qiue le da el gordito a McAdams es de lo más frio que puede existir. E insisto con lo de mencionar su homosexualidad que me parece también algo tan innecesario como casi discrimatorio.

Y no sigo porque lo mismo le bajo la calificación y quemo todos los rollos para evitar su exhibición. jajaja.

Abrazos insistentes

dexterzgz dijo...

Yo creo que estamos desviando el tema. Porque esta es una película sobre el periodismo y no sobre la pederastia.El punto de vista es el de la ética periodística y lo demás queda en un plano más secundario. A partir de ahí podemos determinar si la película es fría o no, pero siempre desde el punto de vista en el que está contada. Y no he dicho que esté mal contada, lo he dicho desde el principio, solo digo que me falta algo para que me implique emocionalmente en lo que se me está contando. Y para mí sólo lo logra a medias o sólo en algunos momentos muy puntuales. Quizá sea algo personal, y dependa de las expectativas como apunto al principio Bardés. Probablemente McCarthy juega a eso y a no llevar la cosa por derroteros sensacionalistas, quizá se ha propuesto demostrar la profesionalidad de aquellos periodistas y en lo ejemplar de su trabajo.

Abrazos off the record

César Bardés dijo...

Claro, Dex, es que el problema es ese. Es una película de reivindicación y no de denuncia. Se trata de exponer con un caso fuerte, de impacto, la importancia de la profesión periodística bien hecho dentro de cualquier sociedad democrática. Aquí estamos viviendo todos los días a auténticos gilipollas e hijos de puta que sueltan lo primero que les llega sin el debido contraste de datos y eso no hace más que contaminar a la auténtica democracia. El ejemplo de "Todos los hombres del presidente" y de "Spotlight" y de "La verdad" es precisamente el decir que el periodista tiene un papel fundamental dentro de esa sociedad que tanto tiene que destapar y que, sin embargo, se adocena en posiciones acomodaticias y mendigantes y muy, muy dependientes de posiciones ideológicas, religiosas, políticas y económicas de inicio. La ética del periodismo es lo que ha caído en absoluto desdén por parte de cualquiera que tenga dos dedos de frente. Con un periodismo ético, se puede ir hacia adelante con noticias como ésta o de cualquier otra índole para airear cualquier cosa que avergüence a la sociedad. Y hacia ahí deberían ir dirigidos sus pasos. Lo que pasa es que todos quieren ser Woodward y Bernstein y muy pocos han visto "Todos los hombres del presidente" y no saben la cantidad de trabajo que lleva todo eso. Todo es un algo dicho bajo cuerda que se filtra para contaminar y listo. Se le da el cariz que quiere dárselo y ya está. "Spotlight" precisamente nace con un equipo de periodistas dedicados exclusivamente a la investigación y que eso es algo que no es que tengan muchos periódicos que digamos. Y si además está formado por un grupo de periodistas pata negra pues aún mejor que mejor. El problema no es la pederastía (que sí, que es un problema y gracias a que lo destaparon y ojalá destaparan más) sino la tremenda importancia de la profesión periodística ejercida con seriedad, dedicación, profesionalidad y sinceridad.
Abrazos a tres columnas.

CARPET_WALLY dijo...

Bueno, a ver, aclaro algunas cosas porque veo por tu respuesta que no he estado suficientemente listo para exponer mis opiniones probablemente encendido por la emoción que me comporta el tema.

Empiezo por el final y por una declaración. En absoluto hubiese querido que se hubiera cogido el tema para hacer sangre a la Iglesia Católica y haberlos dejado en pelotas. Estaría diciendo algo similar si hubiera sido cualquier otra cosa, un colegio público o privado, un abusador cualquiera en cualquier dimensión. De lo que me quejo es del "como" se cuenta lo que se denucnia, no del "qué" se denuncia y por eso no me gusta el como.


Voy a aclarar los ejemplos:

Monty Clift. ¿Que mas da que sea un juicio o una investigación periodistica?. Es una declaración profundamente dramática de un suceso terrible que vivió una persona. Lo importante no es el donde se realice sino el como, la carga emocional que tiene el testimonio la podria haber tenido cualquiera de los entrevistados. No se si se me entiende.

El general de "Senderos de gloria": Tal vez no esté muy bien traído, ya digo que me dejé llevar un poco por mi vehemencia, pero lo ponía como ejemplo porque como dije al principio no se ven las reacciones internas del arzobispado y a veces en una sola escena se puede condensar un todo.

"Los mejores años de nuestra vida": quiza tampoco fuera muy apropiado , pero quería significar que hacer hincapié en las implicaciones que unos sucesos así pueden suponer no tienen porque resultar morbosos o lacrimógenos, pero obviamente si conmover al espectador.

Vuelvo a la idea inicial. Y creo importante no confundiros con mis palabras. Creo que es una película que si necesita más implicacion emocional en la historia, porque es una historia terrible (repito que me da igual lo de la Iglesia, me importan las víctimas, de verdad). Creo que soportaría perfectamente, es más creo que ganaría mucho con ello, un testimonio de una victima que realmente afectase al espectador.

efectivamente McAdams hace algún gesto durante la entrevista que muestra su empatia hacía el entrevistado, pero me sabe a poco. En ningún momento percibí que en la redacción hubiese la indignación, la rabia, la pena o la angustia sobre lo que estaban investigando salvo el momento explosivo de Ruffalo al final. Lo de la abuela entiendo que es en Boston y que es muy religiosa la señora, pero de verdad me parece bastante ridículo que todos los reparos que tiene Rachel sobre lo que están investigando es que su abuelita va a sufrir mucho cuando se entere. ¿te cuentan lo que les ha pasado que ha debido ser tremendo y te da pena tu abuela?. A ese tipo de cosas son a las que me refiero conlo de que no se da la trascendencia adecuada al tema en cuestión, a lo que se investiga, que tiene mucha más enjundia como para que los personajes actuen como actuan.

Lo de Ruffalo y su entrevista y el visto y no visto, no es por duración sino por consistencia, estoy de acuerdo con Dex pide detalles pero ni aparecen ni se emplea a fondo. A mi me resultó como loq ue pretende, una entrada al tema a tratar, un hueco por el que colarse. No se si se me entiende esto también que estoy algo espeso.

En cuanto a lo de la homsexualidad, precisamente por eso que dices de lo que peuede pensar la sociedad americana es un detalle que no logro entender. "Ah, que el niño era márica, se lo puso facil al cura entonces y lo mismo disfrutó y ahora se queja". ¿Porqué se cuenta eso y no lo que sintió?, el miedo a que se repitiera, no querer volver a la iglesia o a la catequesis o al colegio, si se lo dijo as us padres, que hicieron, si le comprendieron , si se lo calló,....Ese era el testimonio importante, creo yo, no su opción sexual.

En fin, no sé si he aclarado algo, pero de verdad que mi cuestión es que creo que no se ha tratado bien el tema de las personas, de las victimas, no que mi intención sea una persecución a la Iglesia, ni generalizada ni por estos casos.

Abrazos explicativos

César Bardés dijo...

En cuanto a lo de homosexualidad, vuelvo a decir. Los curas no eligen a cualquier víctima. Eligen a gente de familia cuasi marginal (también es una diferencia de clases que debería ser denunciada?), eligen al niño al que ven que ya ha tenido alguna experiencia sexual de tipo homosexual (¿la confesión utilizada como arma propia?), eligen a gente de familia desestructurada (¿Habría que denunciar a la película porque habla de las familias a las que les falta alguno de sus miembros?), eligen a los "vulnerables", no eligen a gente rica, acomodada, de la alta sociedad bostoniana ni nada de eso. Por eso existe esa sensación de que si no te enteras del problema, el problema no existe. Y eso es algo que se le da muy bien según a qué americanos.
A mí me parece muy, muy descriptiva una frase: "¿Cómo le dices que no a Dios?". Algo que nos puede parecer absurdo pero que no lo es, en absoluto.
Abrazos solidarios.

César Bardés dijo...

Yo creo que sí hay una diferencia fundamental entre una película sobre un juicio y una película sobre una investigación periodística, pero puede que esté sobrepasado (cada vez lo noto más) y además muy poco al día.
Bien, lo de la implicación emocional de los periodistas. Vamos a ver...¿cuántas veces hemos hecho un trabajo con el que habríamos tenido que comportarnos emocionalmente de forma muy diferente a cómo lo hicimos? Y más por la cantidad de trabajo que llevas. Te voy a explicar un caso. Un caso muy real:
Érase una vez un profesor. Era bastante novato pero estaba bastante lleno de ilusiones. Tuvo que hacer frente a una clase de 47, sí 47 alumnos, que podrían responder fácilmente a todos los estereotipos que se pueden tener de una clase. Uno de ellos, un tal Mauricio, era especialmente problemático. El chico era inteligente pero rebelde, no tenía disciplina, muy anárquico, muy irrespetuoso, difícil de trato, madera de líder. Le disputaba al joven profesor mucho liderazgo en algunas ocasiones dentro de la propia clase. Sus notas eran muy bajas. El profesor no sacaba nada en claro de él.
Por aquellas casualidades de la vida, al profesor le cayó un encargo: entrenar al equipo de fútbol del colegio. Al profesor no le gustó demasiado la tarea. Tenía un montón de horas durante la semana y eso significaba que los sábados también tendría que presentarse por multitud de los campos de fútbol-sala que había en la ciudad para llevar a su equipo y sacar algo en claro. Probablemente, le dieron ese encargo porque él había conseguido, casi, ser profesional del fútbol. Daba la casualidad que el equipo de fútbol del colegio no era por selección de los mejores, sino por pago, se apuntaba el que quería. Uno de los que se apuntó, era Mauricio.
Mauricio era el portero. No era demasiado bueno. Pero ejercía liderazgo en el equipo y era bastante importante. Al profesor le vino el soplo por terceros de que el chico estaba coqueteando un poco más de la cuenta con la droga. El profesor nunca olvidará uno de los consejos que le dio a Mauricio en un partido: "Cuando un portero hace una salida, tiene que salir a romper". Curiosamente, aquellas palabras causaron un efecto casi mágico en Mauricio. A la primera que tuvo una oportunidad, hizo una salida espectacular del marco haciéndose una parada excepcional. Fue jaleado por el equipo. El partido se empató después de ir perdiendo 2-0 pero Mauricio, sin duda, fue clave en el resultado.
A partir de ahí, el profesor notó un cambió radical en la actitud de Mauricio. De repente, se volvió colaborador, comenzó a subir en sus notas, se convirtió en uno de los mejores porteros del torneo, no tenía que ejercer el liderazgo, los demás le querían de líder. El profesor pensó que todo estaba hecho y no volvió a preocuparse de él.
Sin embargo, un par de meses después, volvió la apatía a Mauricio. Después de una evaluación más que aceptable, llegaron otra vez las malas notas. El profesor no hizo nada. Simplemente se dijo que todo había sido un espejismo, que probablemente no tenía nada que ver con el fútbol, ni nada de eso y que la razón sería que Mauricio era así y ya está.
Unos días después (no muchos, unos diez) la madre apareció por el colegio. Iba a dar de baja a Mauricio. No quería seguir estudiando. Mauricio no volvió a clase.
Años después, ese mismo profesor, ahora en otro centro, volvió a ese colegio. Le dijeron que Mauricio había sido encontrado en el interior de un coche con la aguja clavada y con una sobredosis en el cuerpo. El profesor siempre tuvo la impresión de que, de haber insistido con él, de haber estado más con él diciendo las palabras adecuadas, Mauricio podría haber tenido un destino muy diferente.
Abrazos sugerentes. De aquí, sacad vuestras propias conclusiones.

CARPET_WALLY dijo...

Vaya, tardo tanto en escribir que cuando lo cuelgo a habéis dicho otras mil cosas, igual de interesantes y seguramente más acertadas que las mias.

Yo tambien estoy de acuerdo con que es una película sobre el periodismo y no sobre la pederastia. Y sin embargo creo que eso no quita razón a lo que digo. El tema de fondo es el que es y no me están contando un caso supuesto como en, por ejemplo, "Detrás de la noticia" otra vez Keaton haciendo de periodista de los buenos. Como tal, creo que se le hurta al espectador la implicación emocional de estos casos, la trascendencia humana (creo que he repetido esas frases mil veces sin mucho éxito), porque lo importante de la labor periodistica es la importancia del caso y sus derivadas con el poder. Se dice que posteriormente se escribieron 600 artículos más sobre el tema, es lógico pensar que no fueron 600 artículos diciendo una y otra vez que el Arzobispo estaba al corriente de todo y que lo tapaba. Podemos pensar que en esos 600 artículos se desgranaban casos y las consecuencias de ellos. Eso no suecede en la película y por eso me parece más fría y más floja de lo que pudo haber sido.

Y por eso decía que para hablarnos de periodistas se ha escogido quizá y espero que no de forma aprovechada un tema con suficiente morbo para que tuviera un buen resultado comercial porque atrayera a suficiente público. Y eso no me parece del todo justo y si lo haces creo que debes implicarte más y no hurtar parte del tema como si fuese algo verdaderamente secundario.

Probablemente siga sin explicarme bien. En todo caso lo he intentado y lo he hecho o mejor posible. Os admiro cuando vosotros si loconseguís.

Abrazos muy sinceros.

dexterzgz dijo...

Hombre, yo lo de que nos ahorren los detalles más escabrosos lo veo más como una virtud, por supuesto, que como un defecto. En cuanto a lo de la homosexualidad del chaval se da como un dato más, pero tampoco se hace demasiado hincapié en ello. De hecho, McAdams reacciona con toda la naturalidad del mundo al saber que el chaval es gay, e incluso le pregunta si ya sabía que era gay cuando sufrió los abusos, pero sin ningún tipo de intención morbosa, vamos así lo veo yo. Y en cualquier caso, la homosexualidad es un dato de vulnerabilidad. Y en la película se indica que los abusos se cebaron precisamente contra los más débiles, no sólo por su situación familiar.

Me reafirmo en que es una buena película pero no excelente. Se podía haber sustituido algo de pulcritud por un poco más de emoción y de "chicha".

Abrazos desde el púlpito

CARPET_WALLY dijo...

Bueno, hay dos cosas en el caso que nos cuentas. Una es el interés humano y no meramente profesional del profesor de la historia en un alumno, lo que ya está bastante escalones por encima de lo que se nos muestra en la película. La otra es el exceso de responsabilidad que le lleva a plantearse si hubiera sido capaz de evitar la deriva del pobre chaval y su triste final, en este caso creo que es excesivo ese celo, evidentemente su familia y su entorno tenían tanto o más interés que el profesor en reconducirle, tampoco hay que considerar que dicho profesor tuviera la llave mágica que hubiese logrado el milagro que los demás no consiguieron.

Cuando se habla de peridoismo y de implicación humana yo siempre recuerdo el caso de Omayra, tremendo y terible. Recuerdo que tras el trágico desenlace le preguntaban al cámara como no había dejado de grabar y había ayudado a la niña. El hiombre explicaba que lo hizo en varias ocasiones, que se turnaba con otros para sujetar a la cria mientras se la seguía grabando, pero la noticia estaba ahí y que gracias quizá a eso la solidaridad internacional y las ayudas se multiplicaron enormemente.

es posible que yo no pueda ejercer esos trabajos periodista o profesor, pero también juez o abogado o policia, despedidor profesional como Clooney en "Up in the air", soldado o militar, político en general,...y muchos otros en los que si una persona me cuenta su caso y me parece terrible deba actuar de manera objetiva y sin pensar n ellos sino en un bien social de naturaleza superior. A mi me afectan mucho las cosas y me resultaría imposible no implicarme.

Abrazos con mis conclusiones.

CARPET_WALLY dijo...

Ok, seguramente también tenéis razón sobre lo de la homsexualidad, pero a mi me sigue pareciendo que sobra. Ya se nos había contado hasta ese momento y se hace con posterioridad que realizaban ese tipo de cosas con los más vulnerables en genral a los pobres. Aunque luego se contradicen un tanto, porque cuando hablan del colegio de Keaton se da a entender que es una institución demucho nivel y que abusaron del ex-compañero por que eligió Hockey y no baloncesto...algo que tampoco es del tdoo creíble porque hubiera sido fácil evitar el problema dejando ese deporte o hubiera afectado a todo el equipo.
Y efectivamente no está tratado con morbo, ni con mala intención que sea gay, aunque la pregunta de que "¿te volviste gay a partir de eso o lo eras ya?" se las trae en si misma. Pero sigo considerando que no aporta nada al testimonio y que si acaso para mostrar la vulnerabilidad de las victimas podrían haber explicado cualquier otra situación que no implicase una justificación por parte de algún ignorante.

Abrazos pesados ( que estoy muy plasta ya, ¿no?)

César Bardés dijo...

Estamos olvidando un punto clave en la trama que puede explicar bastante esa ausencia de implicación. Y es la dificultad de las víctimas en denunciar los hechos. No olvidemos que la película acaba con las llamadas de las víctimas a consecuencia del artículo publicado y ahí es donde se dan la mayoría de los testimonios. Yo creo que los periodistas tienen que trabajar sobre muy poca base. Recordemos que Keaton juega su amistad con uno de los abogados porque no tienen suficientes pruebas. Y así es la historia porque una de las principales dificultades con las que se encutnra cualquier periodista es el silencio y aquí no podía ser menos.
Ah, amigo, con el tema del hockey se juega a otra historia y es a la de la vanidad. El atleta no mola tanto, el de hockey, sí. A nosotros eso nos suena a china pero probablemente había equipo de fútbol en tu colegio y sabrás de lo que te estoy hablando. Más que nada porque allí sí se hace por selección y no por elección.
En cuanto al profesor, simplemente quise dar un ejemplo de alguien que tenía que haber hecho más y no lo hizo porque pensó que ya estaba todo hecho, que él había cumplido con su obligación intentando llevar al chaval por un camino, no bueno, sino algo mejor. De cualquier forma, el profesor sigue teniendo esa omisión en su actitud bajo su conciencia. Algo parecido a lo que le ocurre a Keaton en la película.
Bueno, ha dado para una mañana de reflexión.
Abrazos profundos.