jueves, 18 de febrero de 2016

TRUMBO (2015), de Jay Roach

Ya era hora de que el cine se ocupara de la figura de un guionista de la talla y de la valentía de Dalton Trumbo. A él se deben muchos de los guiones más inteligentes que ha dado Hollywood en su época dorada y, no solo eso, sino que luchó con todas sus fuerzas contra la vergonzante caza de brujas que emprendió el Comité de Actividades Antiamericanas contra todo lo que fuera sospechosamente de izquierdas. Si hubo un héroe en aquella época, ése fue Dalton Trumbo.
Y lo fue porque renunció al comunismo panfletario y populista y simplemente cogió el arma que más a mano poseía como su inteligencia. Él sabía lo que era justo y lo que no lo era y trató de que ese sentimiento se traspasara a todos los estamentos de la industria en la que trabajaba sin intentar convencer a nadie de que ésa era la mejor opción. Y cuando tuvo que ir a la cárcel, lo hizo con pena pero sin pestañear. Y cuando tuvo que seguir trabajando en lo único que sabía hacer bien, encontró la fórmula para hacerlo con inteligencia, diciendo lo que pensaba entre líneas y, además, dando toda la calidad de la que era capaz incluso cuando la película en cuestión era de cuarta clase. Su calidad humana era incuestionable porque nunca renunció a sus creencias, nunca guardó más rencor que el de la injusticia que se volcaba sobre un puñado de amigos y nunca dejó de amar a su país. Un país que iba bien pero que, bajo su punto de vista, podía ir mejor.
Implicó a su familia y las letras nacieron con un talento desacostumbrado. Rompió las listas negras porque ante la obra maestra solo se pueden callar las bocas. Escribió con tapaderas, pseudónimos y subterfugios y salió adelante como uno de los mejores escritores que nunca tuvo el cine. A pesar de pagar un alto precio personal. A pesar de que la falacia y el cinismo le rodeó en cada una de sus líneas viviendo un tiempo de traiciones y canallas. Ni siquiera tenía el aspecto de un héroe, solo el de un intelectual que daba y exigía justicia. Daba y exigía. Y quizá ahí estaba el secreto.

Bryan Cranston encarna al mítico guionista con un acierto pleno que nos lleva a profundizar en la fascinante personalidad de Dalton Trumbo deseando saber cuál es la letra siguiente, la próxima metáfora y el gesto de la auténtica libertad. Él es dueño y señor de la película mientras otros actores dan vida a Kirk Douglas, a Edward G. Robinson, a John Wayne, a Otto Preminger o a Hedda Hopper. Y la personalidad de su interpretación es de tal altura que uno llega a desear que existan más hombres como Dalton Trumbo, garantía de que la libertad no es algo para tomarlo a broma dentro de un sistema que funciona y que él no quiere derribar, sino que desea que cumpla con su obligación. Es el paso de la libertad de derecho a la libertad de hecho, algo que no siempre se da con la verdad como fondo. Y, ante todo, es la demostración de que esa misma libertad de hecho se gana haciendo lo que mejor se sabe hacer, diciendo bien a las claras que todos tenemos un talento natural para algo y que debe ponerse al servicio de la gente libre, diciendo las verdades y buscando la evasión. Porque las películas existen para algo. No son solo un mero entretenimiento imaginado con fines comerciales. También son un testimonio y un mosaico de nuestras propias vidas en las que el héroe suele ser un tipo que no llama demasiado la atención. Alguien que solo es consciente de que la libertad también es una cuestión de talento. 

5 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

Veo que has tenido acceso al preestreno de esta que al resto de los mortales nos llegará en Abril, según parece. Mi primer acercamiento a sabiendas fue un cineforum cuando yo estaba en el instituto con "Johnny cogió su fusil" la única película que dirigió, sobre su propia novela. Y lo cierto es que me dejó fundido, angustiado, derrotado pero profundamente conmovido. Luego ya conocí mucho más, que era el guionista no acreditado hasta mucho más tarde de "Vacaciones en Roma", por ejemplo. Y no podía haber más lejanía en principio entre una cosa y otra, auqneu a fuerza de mirar la comedia de Peck y Hepburn puedas detectar esa defensa de la libertad que debía, como cuentas, tener tan arraigada. Y qué decir de "Espartaco".

No sé si esta biografia es hagiografia o no, tampoco sé si es una película para cinéfilos o para "todos los publicos", ni sé bien (de tus letras no queda claro, aunque la figura te motiva) si es una buena película o tiene sólo el interés de reconger su historia y el mérito de una gran interpretación. En todo caso apetece.

No tanto la de Will de ayer, pasa que a veces ves un trailer y ya te sabes toda o casi toda la película y crees entrever que poco más interesante puedes encontrar en la pantalla. Así me pasa con la de Will Smith que aparenta ser tan convencional que no me resulta nada atractiva.

Abrazos sin seudónimo

dexterzgz dijo...

Ayss, Bardés, qué envidia nos das. Y luego te nos quejas. Parece que sí, que los simples mortales nos tendremos que esperar hasta abril para ver esta peli que yo particularmente tengo muchas ganas de ver. Pero no me resisto a preguntarte por el tipo de biopic que es. Si es tipo "Capote" o "Hitchcock" que se centra en un episodio muy concreto de la vida del artista o si pica en más sitios.

Me motivan estas películas de cine dentro de cine, y normalmente suelen ser películas, yo que sé porqué, bastante denostadas. A mí me gustó hasta "Chaplin" y mira que le dijeron de todo a Attemborough, pero, chico, ver a Kevin Kline colgándose de las cortinas y haciendo el Tarzán como Douglas Fairbanks no tiene precio. Muy bueno el post, lo de que las películas son testimonio de nuestras vidas. Por poner algo de cine (dentro del cine) Ave César (ah, no, que eso es al jueves que viene)

Abrazos en la lista negra

César Bardés dijo...

Paso a resolver vuestras dudas lo mejor que puedo.
No es hagiografía (el personaje también tiene defectos, deja un poco olvidada la familia, tiene un humor de perros cuando le interrumpen) pero no deja de ser una loa, evidente, hacia un guionista que, como digo, tiró de inteligencia para burlar al sistema. La película está bien y ya está. Sin más alharacas. Lo que atrae mucho es la aparición de actores haciendo de personalidades del cine (por ejemplo, el tipo que hace de John Wayne lo hace bastante bien y está en una de las escenas más culminentes de la película y es en la demostración de que Trumbo también era un patriota). En cualquier caso, puestos a escoger tiene el mérito de recoger una historia que el cine tenía muy olvidada y que me parece muy interesante (aunque para los cinéfilos de pro y de hecho, tampoco nos descubra nada nuevo) y además Cranston está enorme. Si no hubiera que dar el Oscar a Leo creo que ésta sería la interpretación del año porque Cranston da esa pátina de inteligencia a un personaje que, en principio, puede parece un excéntrico pero que no lo es tanto. Lo que sí te puedo decir, Carpet, es que puestos a elegir ésta es más atractiva que la de Will Smith.
La película, Dex, pica en más sitios, pero por formas, contenidos y estilo está mucho más cerca de "Hitchcock" que de "Capote" con la ventaja, claro está, de que es un personaje bastante menos conocido que el tío Alfred.
En cualquier caso, muy bien Cranston, muy bien Diane Lane, muy bien Helen Mirren haciendo de Hedda Hopper y un retrato muy cercano y muy bien hecho sobre la caza de brujas (que en eso se centra la película) incluso mejor que aquella "Caza de brujas" que hizo Robert de Niro hace ya bastantes años.
"De los diez de Hollywood solo dos o tres tenían verdadero talento y el mejor de todos ellos era Dalton Trumbo" (Billy Wilder).
Abrazos con brujas.

dexterzgz dijo...

Por fin cesó la espera, y de verdad que mereció la pena. Como ya te dije en su día me gustan esas historias del cine dentro del cine. Y más si es sobre un personaje tan fascinante como este. Y más si la interpretación es tan soberbia como la que se clava Cranston (por mi parte la leyenda de Leo podía haber seguido engordando). Quiero ver más cosas de este tipo que he leído aparecerá próximamente en el remake USA de "Intocable" interpretando el papel que hacía François Cluzet. Muy bien Diane Lane, caray, qué bien se conserva esta señora pasados los cincuenta, John Goodman, e impresionante como malvada la gran Helen Mirren como Heda Hooper, parodiada este mismo año por la Swinton en "Ave César", un personaje que de por sí merecería un biopic para ella solita. Muy característicos los dobles de John Wayne (sensacional el corte que le da Cranston en la primera escena), Kirk Douglas, Edward G Robinson (más delgadito que el original, eso sí) u Otto Preminger (me vino a la cabeza su aparición en "Stalag 17". Me quedo con las ganas de saber más de personajes secundarios como Arlen Hird o Ian McLellan, o de las luchas entre Douglas y Kubrick durante el rodaje de "Espartaco", de averiguar si el propio Otto sentía tanta aversión por "Exodo" como la que se insinúa en el film, o del proyecto posterior de "Johnny cogió su fusil" que si no estoy mal informado iba a ser dirigido en un principio por Buñuel. Pero, en fin, muy interesante.

Abrazos desde la bañera

César Bardés dijo...

Creo que el principal activo de la película, efectivamente, es Bryan Cranston. Evidentemente, para cinéfilos avezados como nosotros, estás muy pendiente del retrato de los directores y actores que aparecen a lo largo de esta historia que ya he dicho que merecía una mirada por parte de ese Hollywood tan combativo como culpable. También es verdad que la película es un pelín plana porque no se mete a fondo con los conflictos con Preminger y Kubrick o, desde luego, con ese "Johnny cogió su fusil" que, además, es la única película que dirige Trumbo y ni siquiera se nombra. Aún así, yo creo que se sale satisfecho. Algunos, no sin cierta prepotencia, se inclinan a decir que la película es una auténtica basura cuando yo creo que es valiosa aunque ninguna obra maestra. Y lo que más me gusta es ese enfoque de combatir las listas y el HUAC y la Caza de Brujas a través de la inteligencia que pone en juego el propio Trumbo y que anima a poner en juego a sus compañeros. Creo que el mejor calificativo lo pones tú: "interesante".
Abrazos aporreando las teclas.