Si tenéis ganas de escuchar lo que comentamos en "La gran evasión" de Radiópolis Sevilla acerca de "La huella", de Joseph L. Mankiewicz podéis hacerlo aquí.
Las noches se hacen aún más
largas cuando todo se desmorona alrededor. Las luces de la calle parecen
emprender un brillo de burla porque el trabajo es una ratonera sin salida, el
matrimonio se derrumba en una falacia de traición y solo la noche parece
ofrecer unas horas de cobijo con sus misterios y sus aventuras nunca contadas.
Basta con salir a dar una vuelta con el coche, poner la música de B.B. King y
pronto una mujer se hará dueña de la mirada derrotada. A partir de ahí, todo será
un torbellino de calles sumidas en la oscuridad, de momentos increíbles que
solo pueden pertenecer al mundo de los sueños cuando, en realidad, están
pasando ahí mismo, ahí delante, sin previo aviso, sin ningún control. Habrá
personajes pululando en medio de una intriga internacional que nadie se creería
de estar en su sano juicio. Quizá ése sea el problema de Ed Okin, que hace ya
tiempo que perdió el juicio.
La chica que se tiene que poner
unos vaqueros tan ajustados que parecen una segunda piel alrededor de sus
inacabables piernas hacen que la noche, de repente, sea una inspiración en la
que el bueno de Okin comienza a tomar partido. No vale con dejar que la vida
pase anclándose en el tedio, en la seguridad de un matrimonio fracasado, en
unos iraníes bastante torpes en medio de una noche que parece no tener fin
igual que no tuvo principio. La comedia está presente porque en el fondo todo
es bastante ridículo y anormal y, sin embargo, los ojos siempre encendidos de
Okin asisten atónitos al grotesco espectáculo de un teatro de oscuridades sin
demasiado sentido. La parodia es un hecho apenas presentido y Ed Okin sabe que
eso no puede ser verdad. Lo único que tiene la capacidad de ser tangible es la
chica. La chica sí. La chica siempre. La chica debe ser real. Aún cuando
aparezca así, de golpe, sobre el capó del coche de Ed. Hay que mantenerse
despierto e intentar dormir cuando ella esté al lado. Si no, todo es una burda
y extraña mentira. La noche, esa dama que juega al engaño…
Jeff Goldblum y Michelle Pfeiffer
protagonizaron esta película dirigida por John Landis y que ha caído
inmerecidamente en el olvido porque, tal vez, sea hija de una década demasiada
sujeta a las modas. En el camino, Landis reservó apariciones especiales para
unos cuantos amigos que llevaban los nombres de David Cronenberg, Colin Higgins
(el director de la exitosa por aquellos años Cómo eliminar a su jefe), Waldo Salt (guionista de Cowboy de medianoche y El regreso), Paul Mazursky (director de Bob, Carol, Ted y Alice), Daniel Petrie
(responsable de Distrito Apache), el
mítico maquillador Rick Baker, el legendario Don Siegel, el creador de Los teleñecos Jim Henson, David Bowie,
Jack Arnold (director de El increíble
hombre menguante), Roger Vadim, Lawrence Kasdan, Vera Miles, Irene Papas,
Jonathan Demme (algunos años antes de que dirigiese El silencio de los corderos). El resultado es una película
divertida, trepidante, inteligente y muy entretenida que hizo que muchos
perdiéramos la cabeza por Michelle Pfeiffer y pasáramos unas cuantas noches de
insomnio pensando en una aventura como la que vive el protagonista. Es lo que
tiene la noche…que está llena de secretos que no nos atreveríamos a reconocer a
plena luz del día.
2 comentarios:
Esta película es peligrosamente deudora de su época y esto no tiene porqué ser necesariamente un reproche. Lo es por su estética, hace unos años la rescaté y me pareció como si estuviera malviendola en el video beta que tenía cuando la ví por primera vez (o tal vez era de los primeros VHS). El ritmo y ese tipo de aventura-comedia tan ochentera también han caido en desuso (y es una pena), recordemos que tanto los primeros Indianas, como la exitosa "Tras el corazón verde" o la inolvidable "Los Goonies" o tantos films de aquellso maravillosos tiempos tenían una premisa similar, una aventura trepidante con muchas gotas de humor que no sólo no jugaban en contra sino que te imponían un buen rollo que te metían en la historia sin poder evitarlo.
Pero lo peor, o lo mejor según lo mires, es que es inevitable revisar estas películas, y está en concreto mucho más por lo que comentas de lo terriblemente sexy que está la Pfeiffer, sin trasladarte en el tiempo y colgarte la mirada de entonces (adolescentes o prejuveniles). Una visión que hacía que la "pesadilla" de ese Goldblum insomne nos pareciera un sueño ideal a nosotros, deseoso de encontrarnos a nuestra Michelle partícular y convertirnos en heroes a nuestro pesar con tal de conseguirla.
Es cierto que esta película a mi me parece, con diferencia, la mejor de Landis, el más gamberrete de su generación y que aunque tenga "El hombre lobo americano en Londres" o "Granujas a todo ritmo" a un buen nivel yo creo que están un peldaño por debajo de esta, porque es mucho más rápida y mejor estructurada. "Animal house" no deja de eser una pionera de un género que luego derivo en mucha estupidez, yo creo que es precursora incluso de "JackCass" o de "Borat", llevar el caca-culo-pedo-pis al límite. Y "Entre pillos anda el juego" está algo lastrada (para mi) por Eddie Murphy y sus caras supuestamente graciosas y la cara de bobalicón perpetuo de Ackroyd con lo que la fabula algo capriana se pierde un poco y rebaja mucho la posible crítica, aunque ahí si que destaca y mucho Jamie Lee Curtis y, Ameche y Bellamy, como no. Luego ya empezó a decaer y terminar haciendo chorradas cada vez peores aunque eso de aparecer en una película de Torrente puede ser el sumun de su carrera.
No obstante, a Landis hay que agradecerle eternamente ese videoclip de "Thriller" que paralizó el mundo en su estreno (yo recuerdo que tdoos mis amigos nos juntamos en mi casa para ver la primera emisión, como si fuera un Madrid-Barsa) y que cambió para siempre el mundo del videoclip musical...aunque actualmente nos desesperemos.
Enn fin, me encanta esta peli y Michelle (oh, Michelle), vale esta maravillosa siempre, en "lady Halcón" perfecta, en "los fabulosos..." sube la temperatura hasta la ebullición, en "Las amistades..." angelical....pero aquí...tu lo has dicho, aun soñamos que caiga sobre nuestro coche y revuelva nuestro mundo.
Abrazos nocturnos
Más que deudora de su época, yo diría que es representativa de su época. Una película de intriga, con una estética claramente ochentera, bastante trepidante, con alguna que otra tontería de humor facilón, sobre todo a cargo de los malos de la película, un tipo que sueña despierto porque no duerme ni para atrás y resulta que se le presenta un sueño de mujer ofreciéndole la mayor de las aventuras dentro de una vida rutinaria y que le empieza a engrisecer peligrosamente. Lo curioso es que muchos admiradores de la Pfeiffer ni siquiera la han visto, se quedan con otras de la época, como bien dices "Lady Halcón" cuenta con muchísimos admiradores o "Las brujas de Eastwick" o, incluso, "Casada con todos". Todo comprensible si no fuera porque hay muchos que la recuerdan de la, para mí no tan buena, "El precio del poder" cuando ahí desempeña un papel claramente secundario y a mí, con toda sinceridad, me parece que la película en la que la Pfeiffer está más juvenilmente atractiva es en ésta. Cierto es que, revisándola, no puedes evitar entornar un poco los ojos porque recuerdas lo joven que eras cuando la viste. Yo tenía 19 y estaba en pleno servicio militar.
Es cierto que puede ser considerada tranquilamente como la mejor película de John Landis, habida cuenta de que era un cineasta que prometía mucho más de lo que nos ha dado después. Y que, es cierto, tanto "Granujas a todo ritmo" como la muy adorada también por su legión de admiradores "Un hombre lobo americano en Londres" están un peldañito por debajo.
Yo también me junté con un montón de amigos (en casa de Eva, una chica que luego destacó porque no tenía ningún corazón -conmigo no, a mí me daba igual-) para ver la primera emisión del "Thriller" que, si no recuerdo mal, se emitió dentro del espacio "Tocata" con Abellán y Mercedes Resino aunque esto último puede que tenga una confusión de narices.
Cuando llega la noche es cuando nuestras peores pesadillas se hacen realidad...pero también donde lo mejor puede tomar cuerpo, aunque sea el de Michelle Pfeiffer.
Abrazos insomnes.
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