viernes, 13 de abril de 2018

PODER ABSOLUTO (1997), de Clint Eastwood

Luther Whitney siempre se ha agazapado en las sombras para ver lo que nadie más ve y coger lo que nadie más se atreve a coger. En esta ocasión, va a coger lo que no debe y presenciar lo que no puede. Y deberá tirar de su larga inteligencia para que la maquinaria del poder no le aplaste bajo la excusa de la caza de un ladrón que ha cometido un error y ha matado a alguien. Eso, con su permiso, es coger el camino equivocado. Para empezar, Luther Whitney no comete errores. En segundo lugar, es un hombre que tiene muy claro hasta dónde puede llegar. Y el asesinato es una línea roja que jamás ha querido traspasar.
El asunto se complica cuando su hija, esa chica que le desprecia porque cree que la abandonó junto a su madre, está siendo usada como cebo. El Servicio Secreto de los Estados Unidos se mueve rápido y ese policía, Scott Frank, es muy bueno. El cerco se estrecha, Luther. Querías dar un último golpe para tener una dorada jubilación lejos de aquí, pero esta vez no va a poder ser.
Y es que hay cosas que Luther Whitney no soporta. Una de ellas es la mentira impostada, con el fin de impresionar y ofrecer una imagen diferente. Mentir es necesario, pero solo para mantenerse dentro de los rígidos o flexibles códigos de ética que cada uno quiere llevar. Y ese tipo que sale en la televisión, secándose las lágrimas y proclamando lo buena persona que es y cuánto se preocupa, merece un par de lecciones de un ciudadano cualquiera que vio lo que tenía que ver y se convirtió en el blanco de sus cacerías. Si hay algo que Luther Whitney no ha perdido con la edad, es la calma. Y va a derrocharla para hacer que las estructuras del poder se tambaleen seriamente.

William Goldman, guionista de esta película basada en un best-seller de David Baldacci, dijo que “Puede que Poder absoluto no sea una gran película, pero todo el mundo debería tener la oportunidad de trabajar con Clint Eastwood”. Y aquí se pone de manifiesto cómo, con un argumento pequeño y prometedor e irremediablemente comercial, Eastwood dirige con precisión, sin un plano de más, sin una información de menos, extrayendo lo que necesita de ese elenco maravilloso que le rodea y formado por Laura Linney, Ed Harris, Scott Glenn, E. G. Marshall, Judy Davis y, sobre todos y ante todos, Gene Hackman. Ellos son, junto con el director, el poder absoluto de una película que se deja ver con la mirada segura y furtiva, casi leve, de quien sabe que es superior a los demás y no quiere demostrarlo. Sí, todo el mundo debería tener la oportunidad de trabajar con Clint Eastwood.

6 comentarios:

dexterzgz dijo...

Tienes razón al afirmar que es una película generalmente despreciadas, simplemente por el hecho de ser un trabajo más comercial - o quizá directamente alimenticio. En general, hay una tendencia general no sé si de los millenials o de quién por despreciar todo lo que hace este hombre directamente, simplemente por el hecho de tener ochenta y muchas castañas - ¿acaso no es un mérito? El caso es que ahí sigue el hombre demostrando sobradamente el oficio. No entendí mucho las críticas a un peliculón como "Sully" que destila clasicismo y una forma de hacer cine que ya no se lleva (lo preocupante es que promulga valores que tampoco parecen llevarse).

Yo siempre voy a ver emocionado las últimas películas de este hombre (lo mismo me pasa con Woody) porque pienso que el plano que cierre la cinta puede ser también el último de una carrera que me ha brindado momentos irrepetibles delante de una pantalla.

Abrazos desde detrás de la cortina

César Bardés dijo...

Pues sí, hay como una corriente de enteradillos que sostienen que Eastwood tampoco es para tanto (son los mismos que no han visto ni "Sin perdón", ni "Mystic River" y, si las han visto, no han conseguido entenderlas del todo y no son conscientes de ello). De todas formas, en cuanto a los millenials y gente así a mí me parece que el pensamiento va en la dirección de que desprecian todo lo clásico porque creen que ellos son perfectamente capaces de hacer algo que sea clásico o, que al menos, lo sea dentro de unos años. Eastwood está por encima de muchísimos directores "millenials" porque hace clásicos, con vocación de clásico y con hechuras de clásico...es decir, no es que vayan a ser clásicos dentro de x años, sino que en el mismo momento en que las hace, ya lo son.
Estoy de acuerdo con lo de "Sully", una película muy valiosa y, quizá no es una obra maestra, pero sí que yo le daría el calificativo de "muy buena película", con todo un homenaje a los profesionales de verdad (así, de paso, se reivindica él mismo, y hace muy bien) cosa que, estamos viéndolo todos los días, no se lleva nada porque vas a hacer cualquier cosa y te encuentras con que la gente que te atiende ni es profesional ni es nada.
Yo también voy a ver sus películas emocionado, pero por una sencilla razón. Sé que por muy mala que sea, por muchos ochenta y muchos que tenga y por errado que sea el concepto de la película...va a haber un rato, una secuencia, una escena o un detalle que me haga ver auténtico cine.
Abrazos sin daga.

CARPET_WALLY dijo...

Es cierto que desde "Gran Torino", la que se suponía que iba a ser su despedida definitiva, al menos a un lado de la cámara, y que no lo fue porque luego estuvo en "Golpe de efecto" (una película tan Eastwood como si fuera de él mismo), no terminaba de darle fuerza a sus películas, no al menos la fuerza a la que nos tenía acostumbrados. Si nos ha regalado buen cine, "Invictus" o "Mas allá de la vida" no son malas, aunque se nos queden algo cortas. sin embargo, luego nos soltó "El francotirador" que aun con algunos defectos, vuelve a convertirse en una obra al alcance de muy pocos, y por supuesto "Sully" que, como dice Dex, es un peiculón.

Es dificil para los milenials que lo más clásico que tienen como referencia es Nolan y su Batman o los tres primeros (segundos) episodios de "Star Wars" o como máximo "El lobo de Wall Street" en un prodigio de intelectualidad, y también para aquellos que arrancaron hace más tiempo e incluso llegaron al cine gracias a las pelis de los 80, encontrar hueco al último cine de Eastwood. Unos porque carecen de referencias verdaderamente clásicas y los otros porque tienen como obras maestras incontestables (lo son) "Los puentes de Madison", "Sin perdón", "Million Dollar Baby" y en menor medida "Mystic River" (es curioso pero esta película parece casi escondida, la gente parece olvidarla cuando hablas del tito Clint. Y parace que si lo que haces después no llega a la misma altura es una peli menor y prescindible.

Efectivamente "Poder absoluto" me parece una gran pequeña película, moldes y situaciones ya vistas, pero tratadas con un clasicismo y una precisión que deja al espectador rendido ante la peripecia y completamente dentro de la película. Y volvemos a lo de siempre, no es necesario acelerar la acción para que el ritmo de la película sea trepidante. Eastwood lo vuelve a demostrar aquí.

Abrazos sin ser visto

César Bardés dijo...

Cierto, puede que haga películas que se quedan un poco cortas, sobre todo porque en la cabeza vas con la idea de que vas a ver una del creador de "Sin perdón", pero son buenas películas. E incluso una película menor que a mí me parece que funciona estupendamente es la de "Jersey boys" y que esa también ha sido silenciada con premeditación y alevosía.
En cuanto a lo de los millenials...es que sigues teniendo razón. Es difícil para ellos el encaje de un cineasta clásico en el cine moderno porque, sencillamente, no tienen referencias clásicas y creen que este tipo hace un cine que no se adecúa a los nuevos tiempos (que no es que sean nuevos para ellos). En cuanto a lo de "Mystic River", a mí es que me parece su segunda obra maestra absoluta, por delante de las otras que nombras. No entiendo a Eastwood sin "Sin perdón" y sin "Mystic River" aunque sí lo entiendo sin las otras, aún reconociendo que rozan esa consideración merecidamente. Dentro de veinte años, si alguien vuelve la vista atrás, veremos qué consideración recibe esta película si es que alguien se acuerda de ella.
Lo más atrayente de "Poder absoluto", aparte de que está espléndidamente dirigida y muy interpretada (sólo Judy Davis me resulta bastante cargante), es su situación de partida, que me parece una auténtica genialidad (aunque puede que sea atribuible al original literario de David Baldacci) y cómo está resuelta. Si hay una secuencia alrededor de la cual se construye toda la película, es ésa, que esta justo al principio y sirve, desde el minuto uno, como impulso a todo lo que viene después. Probablemente, si un millenium la viera, diría que es la secuencia en la que él se cita con su hija y desaparece y se esfuma, cuando no es así a poco que se hayan visto dos o tres películas con aliento clásico.
Es cierto, no hace falta acelerar el ritmo para que una película sea trepidante. Y aún me parece más mérito que Eastwood sacara una película tan absorbente a partir de un material tan comercial y tan facilón como pudiera ser a priori.
Abrazos disfrazados.

CARPET_WALLY dijo...

Estoy completamente de acuerdo con lo que comentas, con todo, pero sobre todo con lo que dices de "Mystic River" a mi también me parece que está en la cima junto a "Sin perdón", el resto aun siendo también obras maestras incluyendo "Medianoche en el jardín del bien y del mal" o "Bird" o incluso alguno de sus westerns como "El jinete pálido", están para mi un peldaño por debajo de "Unforgiven" y del río místico.

Pero es que no es sólo en esta película en la que partiendo de un material convencional y comercial nos entrega un film varios cuerpos por encima de una gran mayoria de películas del momento (no digo nada de las de ahora porque para muestra esta el gus de estrenos de esta semana). Pensemos en otras películas "menores" como "Ejecución inminente" o "Deuda de sangre" por no hablar de ese poema hecho película que es "Un mundo mejor". Y aun nos dejamos ese canto a la amistad y a los viejos tiempos que es "Space Cowboys" o la tensión narrativa en una película que en cualquier otro hubiese sido tremendamente aburrida como es "Firefox" o el homenaje al gran cine que se detalla en "Cazador blanco, corazón negro".

Un cineasta imprescindible.

Abrazos con collar

César Bardés dijo...

Es que "Mystic River" da donde más duele, donde están nuestros miedos más ocultos, nuestras frustraciones más inconfesables, se experimenta una extraña conexión con ella que, por ejemplo, en el caso de "Medianoche en el jardin del bien y del mal" la asimilas como ajena, pintoresca, indudablemente cinematográfica y bien llevada, pero más lejos, menos propia.
"Deuda de sangre", por ejemplo, siendo una peliculita barata, sin demasiada repercusión, es una película de una corrección que llega a ser toda una lección. No pretende ser una obra maestra, sabe que es una película pequeña, para da todo lo que cabe esperar de una película pequeña. La primera parte de "Space cowboys", especialmente la primera mitad, es de lo mejorcito que ha hecho Eastwood. Y en cuanto a "Ejecución inminente"...si le hubieran dejado poner el final que él quería (ojo, spoiler, el periodista no llega a tiempo y el tío es ejecutado), uf...tal vez estaríamos hablando de otro "Mystic River".
"Firefox" me parece una película que está bien, un peldaño más abajo que todas las anteriores ("Bird" también roza la obra maestra) pero en cualquier caso, un divertimiento muy aceptable. Recuerdo que, cuando se estrenó, la pusieron a caer de un burro y yo no la vi hasta que no la pillé en el cine de verano de Cullera, donde mis padres pasaban las vacaciones y, la verdad, salí gratamente sorprendido, dándome mucho más que lo que esperaba.
Y "Cazador blanco, corazón negro" a mí me parece una película notabilísima. ¡Qué bien atrapa el espíritu de John Huston! Es muy difícil hacer una película sobre cineastas que están mitificados por el imaginario popular porque se te puede ir la mano a poco que cambies el paso, pero Eastwood la contiene, la agarra con las manos y nos dice que ése era el hombre. Lo demás, puro mito.
Sin duda, lo es. Un cineasta totalmente imprescindible.
Abrazos en baile de gala.