miércoles, 30 de enero de 2019

WIND RIVER (2017), de Taylor Sheridan

Una mujer corre descalza por la nieve en mitad de la noche. Está aterrorizada y sabe que debe darse prisa. Los pies se le congelan y ha visto muy de cerca el horror. Un cazador de depredadores intentará coger a los culpables. Demasiados recuerdos dolorosos vuelven a su memoria y a su corazón y esa chica que trató de alcanzar la civilización era alguien especial. La reserva india de Wind River está en un lugar agreste, en plena montaña, allí donde la nieve es perpetua y el frío es cortante. Allí el tiempo no existe, como tampoco existe el ruido. Es vivir en continuo contacto con una Naturaleza que está gritando su rechazo. Allí viven unos cuantos indios, últimos descendientes de una raza que ya no tuvo lugar en el mundo, unos trabajadores de una plataforma petrolífera y el cazador, paciente y sabio, que sabe esconderse entre las dunas heladas para abatir a los que amenazan al ganado.
Los extraños no están bien vistos por allí. Todos los habitantes parecen clamar porque los dejen en paz, incluso cuando aparecen cadáveres en la nieve, con los pulmones congelados y la angustia tiesa. No es fácil vivir en Wind River porque el frío hace callar a las personas y apenas hablan entre sí. Cuando una agente del FBI se presenta allí, creen que no va a hacer nada, que no va a conseguir nada. ¿Por qué debería de hacerlo? Son unos apestados de los que nadie se preocupa. Sólo quieren que se prolonguen por inercia, que se droguen o que sigan allí, entregados a sus rutinas heladas. No deberían causar problemas. Eso es para la gente de la gran ciudad. La montaña es el testigo. La nieve, el chivato.

Taylor Sheridan, el guionista de Comanchería y Sicario, dirige sin concesiones esta historia dura y apasionante en la que pretende denunciar el abandono en el que viven algunos de los grupos demográficos que habitan los Estados Unidos. En esta ocasión, consigue una interpretación convincente y sólida a Jeremy Renner en la piel de ese cazador que trabaja para el Servicio de Pesca y Vida Salvaje y que trata de cazar a un depredador más que ha asesinado a sangre fría a una persona y que ha alterado la pacífica vida en un entorno, ya de por sí, hostil. Los silencios se suceden porque el dolor se suele sufrir callado, la crueldad se desata porque el aburrimiento lleva a la desesperación, la justicia se dilata porque allí, en Wind River, hace tiempo que nadie se preocupa por administrarla y, tal vez, haya que dar al asesino el merecido castigo por dejar que una chica, una guerrera, una superviviente, se adentrara en las estepas heladas con los pies descalzos en busca de ayuda en un lugar donde no existe.

5 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

Pues es cierto que es una película notable. La pillé de casualidad en Movistar casi de estreno y me pareció mucho más que convincente, aunque su resolución final sea un poco previsible.

El ambiente frío en que se convive, la desesperanza de los habitantes de un lugar más que perdido, abandonado por el mundo. Personajes muy bien trazados, interpretaciones mucho más que correctas, incluyendo sorprendentemente a Elizabeth Olsen mucho más que una figura decorativa. Y el ritmo y el ambiente, que refleja a la perfección un mundo seco, sin concesiones al bienestar o al goce.

Mucha tensión, mucha desesperanza, un caso más que será difícil de resolver, destinado al olvido, pero hasta en el mundo más inhóspito el lobo no da tregua y las alimañas que se aprovechan del más débil terminarán como deben.

Abrazos muy abrigados.

César Bardés dijo...

Para mí fue una auténtica sorpresa. También la pillé de casualidad en un pase televisivo (la película, incomprensiblemente, no ha sido estrenada en salas comerciales) y me parece de una calidad estupenda. Cierto que la resolución es un poco previsible, pero todo el desarrollo de la película es apasionante, sin ninguna concesión hacia el espectador, dura y ruda y con unas interpretaciones más que destacables tanto de Renner como de Olsen, que demuestra que puede ser muy buena actriz.
Una de esas joyas que han sido condenadas al olvido antes de nacer. Alucinante.
Abrazos desde la mirilla.

CARPET_WALLY dijo...

Pues he leído que se trata de un caso real y efectivamente Sheridan demuestra que es mucho más que un buen guionista. La película respira...atmósfera, quizá esa sea la palabra más convincente que encuentro. El ritmo parece un poco moroso pero te adecuas perfectamente a él, incluso parece que lo pide, el frío te impide moverte más deprisa.

Una joyita, si.

dexterzgz dijo...

Es que estamos hablando del guionista de "Comanchería" y eso no es ninguna tontada (no sabía que era también el de "Sicario" con lo cual aún me parece menos tontada todavía). Es una película que salva muy bien los tópicos de este nuevo cine "indie" que de vez en cuando nos sorprende gratamente y del cual me gusta mucho la forma que tiene de describir a sus personajes en consonancia con la aridez /gelidez (si nos referimos al comportamiento humano viene a ser casi lo mismo) del paisaje que pisan. En este sentido me recuerda al tono de pelis como "Frozen river" o "Winter´s bone", esa otra joyita con nuestra Yenni.

Abrazos nevados

César Bardés dijo...

Pues sí, Carpet. Es una película que consigue era rara fusión en la que parece que pide un poco de morosidad acorde con el tiempo atmosférico durísimo que retrata. Creo que tiene grandes aciertos.
Desde luego, parece que este tío, Dex, es alguien a quien tener en cuenta habida cuenta lo que ha hecho hasta ahora. Y, además, va más allá de los tópicos y da en la diana. Es un cineasta incisivo, con vigor (fíjate que Fuller no me parece tan lejano en su estilo) y que parece que está muy influenciado por el ambiente en el que sitúa sus historias. Parece como si fuera un profundo conocedor de los muchos y distintos ambientes que se respiran en Estados Unidos.
Abrazos descalzos.