jueves, 30 de julio de 2009

CONVOY (1978), de Sam Peckinpah

Puede que éste sea el intento más comercial de toda la carrera de Sam Peckinpah después del fracaso que tuvieron sus últimos proyectos como Quiero la cabeza de Alfredo García (una película que se ha convertido en objeto de culto para muchos pero cuyo acabado formal me parece demasiado cercano a lo chapucero) y de Los aristócratas del crimen (una historia de ladrones de guante blanco que pegaba tanto con Peckinpah como una sotana a un chucho). A continuación realizó La cruz de hierro, que aunque excelente no alcanzó ningún éxito en taquilla y con éste envite de Convoy salió más que airoso del asunto. El estilo violento del gran y algo irregular director se ajustaba como un corsé bien apretado a las gracias y desgracias de un grupo de camioneros capitaneados por un estupendo Kris Kristofferson que se convierte en el pivote alrededor del cual se unen espontáneamente en una rebelión de motores explosivos y gasolina a chorro contra el principio de una autoridad tácitamente establecida. El sempiterno y fascinante uso de que de la cámara lenta hace Peckinpah, casi siempre aplicado a la expresión máxima del dolor humano, se traslada aquí a esos enormes monstruos del transporte que jalonan las rutas estadounidenses con la idea de que, en el fondo, esos cacharros también tienen vida. Así Peckinpah conseguía reunir una de sus particulares obsesiones como la romántica revolución de unos hombres que asisten al final de una época con el ansia de espectáculo que demandaba un público ávido de acción trepidante y que comenzaba a dar más importancia a las explosiones, persecuciones, acrobacias circenses y destrozos variados que al mismo argumento hasta llegar, naturalmente, hasta el paroxismo que impera en el repetitivo y vulgar cine de nuestros días.
Para acompañar a la figura del héroe con aura de leyenda que encarna Kristofferson, Peckinpah no dudó en llamar a una vieja amiga de viejos tiempos como Ali McGraw (recordemos la incursión que hizo en su cine con la excepcional La huida) que se muestra más atractiva que nunca en medio de los rugidos y algarabías que salpican todo el metraje con la fuerza de las gigantescas ruedas de los enormes trailers arrastrados por un buen puñado de camiones que se atreven, con su pequeña y ruidosa revolución, a paralizar las arterias de asfalto de la que se nutre una parte muy importante del transporte nacional norteamericano.
Tal vez fuera la última vez que Sam Peckinpah diera en la diana con su particular estilo cercano a la ferocidad y, desde luego, es un film inferior a sus obras maestras Duelo en la alta sierra, Grupo salvaje, La balada de Cable Hogue o La huida pero el éxito fue tal que otros (como Hal Needham en Los caraduras, con Burt Reynolds y Sally Field) no dudaron en apuntarse al género. El resultado es de un innegable espectáculo de grandes proporciones, bien llevado, bien dirigido, algo gamberro y el verdadero testamento cinematográfico de un hombre que no dudó en hacer las películas en las que creía para no convertirse en un errante y contestatario pato loco...Entre otras cosas porque la locura fue estrechando, poco a poco, su abrazo alrededor de él.


Con este artículo cerramos temporalmente este blog por vacaciones hasta el día 25 de agosto. Para entonces, habrá nuevas ideas y un descanso que, de vez en cuando, también el pensamiento necesita. Os deseo un feliz verano a todos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta mucho esta película que me trae recuerdos muy bonitos. Me encantan los dos protagonistas. Ya sé que son dos actores que no figurarán nunca en la lista de los mejores, pero siempre me gustaron. A Kristofferson le va el papel como anillo al dedo porque tiene esa pinta de camionero canalla que me encanta. Estuve yo muy enamorada de este señor por aquella época. Le recuerdo también en la versión moderna que se hizo de Ha nacido una estrella junto a Barbra Streissand. Vamos creo recordar que era él porque de esto hace un montón de años, no tengo ganas de consultar el Google y mi memoria es muy mala como bien sabes. Y Ali McGraw me gustaba mucho también. PUes sí, soy de las que lloró rios enteros con Love Story, qué se le va hacer. ME parece también buena actriz, al menos en las pocas películas que la he visto siempre me ha gustado. Siempre me dio la impresión de que es una mujer que va a lo suyo, no sé cómo explicarlo. El caso es que los dos me gustan. Y me gusta el mundo de los camioneros a pesar de la poca gracia que le hacía a mi madre esa época mía. Será porque me gusta mucho conducir, será porque tuve un noviete que lo fue, pero me gusta ese mundo sobre ruedas en el que lo ves todo desde esa altura que te proporcionan esas cabinas, con su música, su pequeña casa a cuestas. Recuerdo a los dos protagonistas sudorosos, tan guapos y tan..bestias? Al menos con mucho caracter. Así los recuerdo en esta peli que me ha encantado recordar.

Feliz verano para ti también, César.

Un beso

CARPET_WALLY dijo...

Hoy vuelve el amigo Wins, tras sus merecidas vacaciones, así que escribo esto a modo de saludo de reentré.
De todo lo publicado en los días que no estuve, obviamente Gema acertó, la de más disfrute fue "Bodas reales" y el maravilloso Fred convirtiendo todo en un baile elegante, una gracía en los movimientos que ni Wolf ni yo pudimos alcanzar pese a nuestro sueño común.
Pero también "Convoy" me devuelve a mis origenes, a mi infancia y a las tardes de sesión doble en el Salaberry o el España. Tetosterona, camaraderia, desafio a la autoridad, solidaridad, violencia, aventura...todo aquello que enlaza con una adolescencia que, quien sabe si desafortunadamente, difiere mucho de la actual.
"Convoy" inauguró también un grupo de pelis road movie de camiones, de bastante mala calidad "Convoy II" era nefasta. Y varias series, "En ruta " con Claude Atkins y Frank Converse y la española "Los camioneros" con Sancho Gracia y una banda sonora muy reconocible. Incluso hubo una serie "Billy Joe y su oso" que no triunfó en España, ( recuerdo ver el episodio piloto y no más), pero a la que debemos otra serie que se desgajó de esta, el enemigo de Billy Joe, "El sheriff Lobo", nuevamente con Claude Atkins aunque en este caso en un personaje de malo, aunque entrañable por torpe, una especie de PierNodoyuna.

En fin, grandes recuerdos...ah, si y Peckimpah, el grande haciendo que pareciese que Kristoferson actuase. Ahi no coincido contigo, Gema, Kristofferson siempre me pareción un actor limitadisimo, pero con una percha innegable, creo que ahora de secundario de lujo en cosas como "Blade" es mucho más aprovechable.

Abrazos y lo dicho. Buen regreso, Wolf, te esperabamos impacientes. Carpet

César Bardés dijo...

Ya estoy aquí. He aprovechado estas vacaciones para leer y releer un libro editado por T y B que está muy bien aunque no llega a ser ninguna joya. Está escrito por Garner Simmons y se llama "Sam Peckinpah: Vida salvaje". En él se relata de manera bastante detallada lo que fue la vida profesional del cineasta (que tan sólo hizo catorce películas) y que tenía una personalidad extraordinaria y una independencia que intentó defender con uñas y dientes. Curiosamente, "Convoy" no fue una de sus películas preferidas y de hecho llegó a decir de ella que "en ningún momento funciona" y parece ser que la tomó bastante con Ali McGraw porque ya no era esa actriz fresca que Steve McQueen sabía manejar tan bien en "La huida". En cualquier caso, ha sido un libro interesante. Vieja costumbre ésta de leer libros de cine en vacaciones. De vez en cuando, te llevas alguna sorpresa.