miércoles, 5 de septiembre de 2018

MISIÓN: IMPOSIBLE (FALLOUT) (2018), de Christopher McQuarrie

Hay que reconocer que las aventuras lideradas por Ethan Hunt y su grupito de expertos en lo más difícil tienen su encanto. Con excepción de la segunda parte que dirigió John Woo, todas han conseguido mantener un nivel, cuando menos, aceptable. Y, en esta ocasión, es posible que hayan logrado alcanzar un más lejos, más alto y más fuerte. Al fin y al cabo, no es misión difícil, es misión imposible.
Y es que en esta acción para todos los públicos, hay que reconocer que el rato pasa como las balas silbando alrededor de la cabeza del protagonista, las persecuciones llegan a ser gloriosas, con una dirección atinada y llena de ritmo, y el argumento…bueno, eso es secundario. No se preocupen. Una vez que hayan salido del cine se autodestruirá en cinco segundos. Sin embargo, el intento para subir el nivel está ahí, es respetable, es honesto a pesar de la innegable espectacularidad y el precio de la entrada se amortiza sobradamente. Esto no es un engaño. Esto es el límite.
Por supuesto, hay alguna que otra escena en la que no se mide demasiado la sobriedad y, como humo, se va debido a lo trepidante que nos espera. Es un pecado venial que se perdona con facilidad. Y si no fuera así, esto, sencillamente, sería un timo. El personaje de Ethan Hunt desvela sus motivaciones más interiores, algo que, por otra parte, quedó bastante pendiente en la anterior entrega, y entendemos mejor esa guerra apostólica que libra más allá de la sempiterna coartada nuclear a la que tanto nos ha acostumbrado el cine de espías. Hay química en el reparto y, seamos sinceros, Henry Cavill es un tipo que cae bien, que se está revelando como un actor de cierta elegancia y que tiene más encarnadura que la de ser el afamado hombre de acero. Por otro lado, también hay un pequeño exceso de croma, aunque de alta calidad, y de optar por la solución más asequible, pero eso sólo son excusas de villano. Se pasa bien. Se pasa fácil. Se pasa rápido.

Así que abróchense los cinturones si deciden viajar en helicóptero, y tengan cuidado si van al excusado. El peligro se esconde en los más recónditos rincones de la maldad y nunca se sabe dónde han establecido el nido. La traición es el aderezo infalible y habrá que mirar por encima del hombro para que las espaldas estén bien guardadas. El mundo se queda pequeño para tanta aventura y viajarán hasta las mismas entrañas del riesgo. Salir vivos es cuestión de milímetros y aún quedan unas cuantas misiones imposibles que realizar. El misterio también se presenta con forma de mujer y es muy sencillo ceder a la tentación. Basta con dejarse llevar por los sentidos y soñar con unos brazos y unos labios. Y como no podía ser menos, también pasa por allí algún instante de humor que respira y transpira y, también, inspira. Lo siguiente es aún mejor. Y el presentimiento de que todos los que desean puro entretenimiento lo van a conseguir sin ningún esfuerzo flota en el ambiente. Ah, y no se olviden de esa banda sonora con uno de los temas más enérgicos que ha dado el cine. Sin ella, esta misión imposible quedaría en posible y ya no tendría gracia. ¿Hace falta decir algo más? Es que es imparable y la verborrea se instala para dejar la puerta abierta a la adrenalina. Y, por favor, no presten atención a las sucesivas operaciones a las que se ha sometido su héroe favorito. El tiempo no pasa igual para todos y él se dedica a lo que mejor sabe hacer. O sea, brindarnos una nueva misión para que todos tengamos un par de arrugas más alrededor de los ojos.

4 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

Pues he leído en muchos sitios que esta ¿sexta? entrega de las aventuras de Tom-Hunt es la mejor de todas. No lo comparto, creo que los dos hitos de la franquicia son la primera de De Palma y la cuarta; "Protocolo fantasma". Incluso "Nación secreta" dirigida por el propio McQuarrie me pareció bastante mejor que esta.

En este caso aun estando muy por encima de las dirigidas por Woo y Abrams, me pareció que tenía momentos francamente inaguantables. La persecución en helicóptero (y su extendidísima resolución final) dura tanto que me dio tiempo a echar una cabezada y cuando volví en mi los helicópteros aun seguían ahí (que diría Monterroso).

Además el argumento (ah, el guión) es tan enrevesado en aras de la sorpresa que desde que descubrí (por puro perro viejo) el "topo" (y eso fue muy pronto) me aburrieron bastante las idas y venidas de las sospechas.

Que Hunt demuestra su lado más humano, bueno...ya sabíamos del corazoncito de Ethan y de su camaradería hawksiana casi desde la primera entrega, aunque es verdad que en este caso se enfatiza más. Y tienes razón en lo de Cavill, mucho más que un imponente físico aunque no lo pareciera.

Con todo para mi la gran alegría era la Fergusson que retoma con mucha presencia su papel inaugural en la saga y en el universo cinematográfico a nivel global. Quizá Rebecca nos dé muchas buenas tardes más, esperemos.

Aun así, para mi, deja mucho que desear esta nueva entrega. Y una cosa más. sorprende que en un mundo en el que todo va tan deprisa (y nos hemos quejado ya muchas veces de ello) y en el que los jóvenes consumen todo a toda velocidad (hasta el punto de que se han cambiado algunas cuestiones en tenis para acelerar el juego y hacerlo más atractivos a los nuevos consumidores) se estrenen tantas películas de duración infinita y se alarguen las escenas sin sentido en visos de mayor espectacularidad, pero también de menor veracidad. Es cierto que nos puede parecer risible que Wayne o Mitchum dejaran kO a un tipo de un sólo derechazo, pero tampoco tiene mucho sentido que héroes y villanos sean capaces de encajar golpes sin fin que, uno sólo, podría matar a cualquier mortal. Pero , en fin, son los nuevos tiempos y los grandes agentes secretos deben ser algo así como mutantes de Marvel para poder competir.

Poco más, para mi un 4.

Abrazos por las calles de Paris

César Bardés dijo...

Pues estoy básicamente de acuerdo con algún que otro matiz.
Sin duda, lo del helicóptero del final es pesado, repetitivo, increíble y bastante alargado inútilmente. Yo también tuve esa misma sensación. También estoy muy de acuerdo en que no es la mejor de la saga y que ese honor corresponde tanto a la primera de Brian de Palma como a la cuarta de Brad Bird. Eso sí, la pongo por encima de "Nación secreta" por alguna que otra razón que te diré ahora mismo.
Creo que en esta entrega la espectacularidad reside en lo bien que se utilizan los escenarios para el aprovechamiento de la misma acción. Es decir, no se trata sólo de que las capitales y paisajes que salen sean un mero marco lujoso para exhibir tanto la fotografía como las hazañas de Ethan Hunt. Se "utilizan" los escenarios con bastante tino. Más que la secuencia del helicóptero casi me atrevería a asegurar que es mucho mejor toda la vaina que ocurre en París, con el rescate del impresentable ese, la persecución posterior, lo de la moto y tal (en algunos momento, hasta pude retrotraerme a las sensaciones que tuve cuando vi por primera vez una película como "Ronin"). Es cierto que aquí la Ferguson vuelve a demostrar que sí. Y la lucha del baño me parece que está muy bien llevado (mucho, muchísimo mejor que la posterior resolución fuera de él).
Yo le daría algo más que un 4, quizá hasta un 6 porque, indudablemente, está bien dirigida y tiene su aquél.
Lo del traidor...bueno, creo que ya somos dos los que lo adivinamos muy pronto, eso no está demasiado currado (sinceramente, como guión, la 1 y la 4 dan sopas con onda a ésta).
En cuanto a tu reflexión sobre las nuevas reglas...pues sí, tienes toda la razón. El alargamiento de escenas hasta la saciedad, la obsesión por convertir a los héroes en super-héroes pero sin capa, golpes impensables que matarían a cualquiera se repiten y se repiten y se repiten y al final el tío tiene un par de rasguños. Tengo que confesar que me entretuve con esta película (vista aún en julio) pero que, sinceramente, ya no me acuerdo demasiado de ella, cosa que no me pasa ni con la 1 ni con la 4, prueba del algodón definitiva (y sí con la 2, la 3 y aún más con la 5).
Abrazos que se autodestruirán en cinco segundos.

CARPET_WALLY dijo...

Totalmente de acuerdo, la persecución por las calles de Paris recordaba a "Ronin" y es francamente espectacular, mucho menos creíble que la rodada por Frankenheimer, pero muy buena. Si acaso su resolución final es bastante inverosímil, pero vamos, es "Misión imposible", no podemos pedir credibilidad.

Y también de acuerdo en lo del aprovechamiento de los escenarios, muy bien utilizados, como un personaje más en algún caso.

A mi si me gusta más "Nación secreta" porque la escena de la Opera de Viena me parece muy buena, porque la subtrama de la Ferguson me parecía un cierto homenaje a "Encadenados" y porque me entretuvo bastante más.

También coincido en la escena del baño, muy bien rodada y coreografiada, salvo lo comentado en la resistencia imposible, para cualquier ser de este mundo, a los brutales golpes que se propinan.

Abrazos en el ultimo segundo.

César Bardés dijo...

Es cierto, la de Frankenheimer es que, prácticamente, es insuperable. Estoy de acuerdo en que la resolución es inverosímil y que no llega a esas alturas, pero el intento es loable y está bien.
Lo que está claro es que es una película que combina unos aciertos ciertamente espectaculares con otros momentos que, aún peor, pretenden serlo y resulta que acaban por ser cansinos y bastante hartantes. Misión imposible.
Abrazos cortando el cable azul.