jueves, 6 de septiembre de 2018

YUCATÁN (2018), de Daniel Monzón

Bienvenidos a su crucero de lujo. Aquí encontrará juegos a mansalva, clases de baile, menús variados, bromas dudosas y timadores profesionales. Lástima que nada funcione como es debido, pero no se preocupen. Forraremos toda la escena con el presupuesto, haremos como que no miramos hacia las cosas que se quedan sueltas y así se nos quedará una historieta de lo más apañada para todos aquellos incautos que dejaron su ojo avizor en puerto. Para el resto, la gracia la pasaron por la quilla y allí la dejaron.
Nadie duda de que, cuando quiere, Daniel Monzón es un director sobrio, con pulso, dotado para las escenas de cierto ritmo, pero el oficio no es suficiente como para salvar un engendro que apuesta por la intriga con sonrisa y se queda en el engaño sin sal. El humor hace aguas porque rompe los compartimentos estanco con la ausencia de mordiente, acudiendo, incluso, a la grosería más trasnochada. Pero no se preocupen. Por ahí andan unos números musicales bien rodados, baratos y más o menos aceptables para disfrazarlo todo. Hay personajes que desaparecen. Otros que se enteran de las cosas por las buenas a pesar de que ninguno es demasiado inteligente. Los más afortunados pueden actuar un poco, no mucho, porque hay muchas historias que contar y poco rumbo que tomar. Y el aire, en determinado momento, comienza a llenarse de decepción porque uno empieza a preguntarse si Monzón, sencillamente, no sabe reírse o, más bien, ha querido tomar el pelo a todo el mundo.
Eso sí, hay mensaje sobre el dinero, ese objeto de deseo que, como dice un antiguo dicho brasileño “no trae la felicidad, pero manda a buscarla” y que, se convierte en un estorbo para estar en paz consigo mismo y que es el cebo ideal para unos cuantos que cifran toda su existencia en la acumulación de ceros. Lo nunca visto. Y todos son muy buenos porque, al fin y al cabo, la bondad se contagia con más facilidad que el latrocinio.
Así que pónganse a sotavento, no sea que las náuseas de algunos lleguen a salpicarles, y procuren disfrutar de una película de envoltorio lujoso, nombres ilustres y contenido vacío. El rumor del mar les permitirá pasar un rato relajado que no lleva a ninguna parte. Habrá algún que otro guiño a películas como El cazador, de Michael Cimino o, como no podía ser menos en una película de estas características, a Titanic, de James Cameron. La sensación para muchos será de entretenimiento y, para otros, será de sonrisa frustrada. Más que nada porque es una de esas en las que el espectador está de parte de la historia desde el principio y no encuentra ningún agarradero brillante al que asirse. Pero eso da igual. A la piscina, a tomarse unas copitas, a disfrutar del espectáculo y a menear el esqueleto, que para eso están los cruceros. Lo del turismo vamos a dejarlo para utilizar bien poco los escenarios y, además, tampoco nos vamos a poner exigentes. Por un camarote de ojo de buey y trama corta no querrían la obra maestra de los océanos procelosos. Eso sí, para todos será tan fácil de olvidar que en apenas unos días apenas podrán recordar de qué iba el pasaje de cuarta clase. Viaje con nosotros si quiere robar, viaje con nosotros a ningún lugar y disfrute de nada al pasar, y disfrute de las terribles historias que les vamos a contar… 

6 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

Pues si. Nefasta.

De las peores películas que he visto en los últimos tiempos con todo lo que ello supone (la calidad de los últimos años casi por los suelos). Coincido contigo en que Monzón, a pesar de no convencerme demasiado es capaz de hacer cosas (parciales) interesantes, pero aquí es todo un desastre.

El guión es infumable, con humor grueso o estúpido o las dos cosas a la vez como la tontuna del laxante, por favor, ¿no hay nada mas novedoso para hacer unas risas que el caca-culo-pedo-pis que ya hemos visto tantas veces?. Un humor, a veces hasta cruel, lo de dejar un tipo abandonado en una barquita de salvamento en mitad del Atlántico con un cargamento de plátanos para que se vaya apañando, ¿es para hacer unas risas?. ¿Y que mas chistes hay? ¿Un Tosar omnipresente mientras un tipo aporrea el piano creyendo verle ea cada instante? ¿La snuff movie final con dos bobos gritando al más puro estilo del peor cine español de Esteso y Pajares?...

Y el intento de comedia elegante, otro fiasco. La enemistad de los dos timadores es mucho peor que ridícula puesto que contraponen el hieratismo de uno con los aspavientos histéricos del otro. Lo que Monzón hace con Rodrigo de la Serna es para demandarle, eternamente enfadado, con un personaje tan plano que no evoluciona en ningún momento. La tercera en discordia tampoco ayuda, presencia, pero perfil bajísimo en cuanto a desarrollo del personaje.

La pareja timada al inicio, con un timo tan simple que a su lado lo de Tony Leblanc haciéndose el tonto para dar el timo de la estampita parece el no va más del engaño sofisticado, y que luego desaparece para no volver a salir jamás.

Pero es que el resto de los engaños son tan burdos que ni a Paco Martinez Soria recién llegado a la ciudad que no era para él, le hubieran podido colar.

Ni siquiera salvo a Joan Pera, como he leído por ahí, el personaje es tan poco creíble que lo de poner cara de bueno todo el tiempo me hizo hasta recharzarle. Y es más, me preguntaba durante la película, ¿porqué el panadero de Aluche (que obsesión con mencionar mi barrio 50 veces) que todo el tiempo pregonaba las maldades del dinero y la supuesta mala suerte de los premiados echó el boleto de la primitiva?

En definitiva, es tan mala, que yo no sé si realmente Monzón quería hacer esa película o es que le ha salido así por algún motivo externo. No concibo que realmente el director esté satisfecho con lo que se proyecta. Habrá quien (amigos suyos) la valoren positivamente para echarle un cable, pero a poco que quieras mirar, no hay por donde cogerla. Ni siquiera los secundarios dan un punto aceptable...

Gags estúpidos y ya vistos: el golpe de golf que golpea a otro pasajero, el autobús robado para llegar a tiempo al barco. (por cierto que aquí yo pensé que habría protestas generalizadas con la gracia de que Tosar esté a punto de atropellar a unos cuantos ciclistas y los tire a la cuneta, que ya sabemos como está el patio), Agustín Jimenez dando una patada a algo y haciéndose muchísimo daño...¿Pero que es esto?

No puedo darle más valoración : 0.

Abrazos desemnbarcados

César Bardés dijo...

Pues de acuerdo de nuevo en todo lo que apuntas. El primer problema de la película es que no sabe muy qué es. ¿Es una comedia? ¿Es una trama elegante de timadores? ¿Es una película de lujo y enredo? ¿Es un culebrón? Bien, pongamos (y no creo que me equivoque mucho) que lo que ha querido hacer Monzón es una comedia de intriga. Si te decides por ahí, debes tener la intriga muy bien atada porque la comedia se basará en las cosas que ocurren alrededor, si eso es lo que quieres. Pero es que no ata bien la intriga (además de ser bastante cutre la trama). La idea de timar a un tipo que ha ganado ciento sesenta millones en el Euromillón y que no lleva el dinero encima resulta bastante peregrina.
Por otro lado, el lado cómico, totalmente de acuerdo. Ni tiene gracia, ni tiene agudeza, ni tiene estilo, ni nada de nada. EL humor burdo (al loro, que he leído por ahí que lo del bailarín es la mejor gracia del cine español en años) y manido en el que creo que ni los propios actores creían, da vergüenza ajena. También he leído por ahí que es genial el momento "La matanza de Texas" con los tipos haciendo como que descuartizan (aparte de largo, me parece, como muy bien dices, de subnormales). El personaje de Toni Acosta y el marido desaparecen tal cual después del supuesto timo brillante que les hacen a pesar de que siguen en el barco y se han preocupado de presentárnoslos (no se pueden dejar más pistas. Timar con la tarjeta de crédito es genial aparte de bastante reversible a poco que te muevas). Ves las jugadas venir desde muy lejos (lo de la pobre Gloria Muñoz conquistando a Joan Pera se ve a la legua). Luis Tosar entra en el camarote sin ningún problema y allí se instala. Nadie le dice ni pío. Lo del episodio en el Teide...sonrojante por lo inútil (no, tranquilo, yo me espero a tu familia...y coge el tío y se va y luego no le da ninguna explicación a Pera).
Es una tras otra...y lo peor es que sí, que hay gente que ha tragado el anzuelo y sale contenta del cine. Esto es lo que pasa cuando se tiene el ego del tamaño de un trasatlántico y resulta que te crees que cualquier cosita que hagas es genial. Y comparto el 0, además.
Lo de Stephanie Cayo, sí, buena presencia...pero también desaparece. Aparte de que tiene una retaguardia, como diría un amigo, de Ventas, porque parece una plaza de toros. Lejos de ser un comentario machista es un comentario crítico, porque es la tía buenísima de la película y Monzón se cuida muy mucho de no enfocarla demasiado por atrás (sólo en el momento del "footing" con Tosar) para que no se venga el erotismo morboso abajo. Además...no puedo evitar sentir una sensación de números musicales muy, muy, muy cutres.
Abrazos mareados.

dexterzgz dijo...

Ostras, habrá que ir a verla

Abrazos convencidos.

CARPET_WALLY dijo...

Es que el problema es ese. Como bien dices, Monzón no sabía que quería hacer o si lo sabía se ha liado pero mucho, mucho.

Supongamos que hilamos fino, vamos a hacer una comedia de timos elegante al estilo Oceans, o "El golpe" o "Nueve reinas" incluso (esta última menos elegante, pero vale). ¿Donde? Un crucero tipo "Vacaciones en el mar" nos da mucho juego porque podemos montar alguna subtrama divertida que aporte algo al conjunto. Perfecto. Un triángulo amoroso para que los timadores jueguen a ver quién es más listo y engaña mejor al tonto también puede darnos muchas posibilidades. Genial. ¿Algo más? Venga si, un mensaje moral que nos quede muy bien,...mmm "el dinero no da la felicidad", por ejemplo. Increíble, qué ocurrente eres.

Venga, ya lo tenemos todo. Vamos a por ello. Lo primero: el botín. Un montón de pasta de un tipo que ha ganado la lotería...espera un momento, normalmente, en las películas el público se pone de parte de los timadores porque el timado les cae mal, pues nosotros vamos a hacerlo al revés que el tipo sea un pobre hombre del que todo el mundo quiere aprovecharse... la leche, ya verás cómo funciona genial. A ver para presentar a los personajes, un pícaro que es capaz de colarse en un crucero con una facilidad brutal, pero no es terrorista ni nada, es uno de los buenos, que estamos en una comedia…Y ya que está colándose en el barco, vamos a hacer que encuentre entre las miles de maletas de todo los pasajeros la de la víctima para que se la lleve como si fuera un error y así entren en contacto ¡¡¡Qué genial truco!!!. Un momento, no sólo lo de encontrar una maleta entre miles con el nombre de la víctima es casi imposible, sino que además el timador debe llevar una exactamente igual para intercambiarlas como por error y así el pobre hombre tenga que acudir a buscar su maleta al camarote del otro y tal. Mmmm, no parece muy verosímil. Además nos dejamos a todo el personal del barco que son los que llevan las maletas a cada camarote y serían los que tuvieran que deshacer el entuerto en caso de que se produjese la confusión…Bueno, da igual, si el público ya estará entregado.

Y así, una tras otra, las subtramas…oye que esto se está alargando, que tal si nos vamos quitando personajes por el camino, en Casablanca una pareja que nos ha servido para introducir a los personajes, en Canarias unos familiares que me estorbaban, en medio del Atlántico otro que ya hemos hecho muchos chistes con él, en Arrecife a las chicas que ya no sabemos cómo sacarles jugo…Nos está quedando genial.
Y ahora la bomba, el supertimo…500 personas montando un número para engañar al pobre idiota…Que bien nos está quedando…metamos un sorpresón, el hombre ya lo sabe todo y está actuando a su vez. ¡¡¡Qué bueno!!! Y cuando le da la gana lo desmonta todo y les pone a parir a todos los ladrones que allí confluyen…bueno, pero son ladrones y gente del hampa, lo mismo alguno se enfada y el viejo lo pasa mal. Noooo, el hombre es un tratado de ética y moral, se va de allí regañando como un profesor de los de antes y listo.

Y para final, lo mejor. No le dejo el dinero a mis hijas porque lo van a malgastar, mejor buscamos un truco para dárselo a estos timadores que me han estado intentando colar que eran buena gente desde el principio…si yo no quiero el dinero para nada, es que tengo muy mala suerte y me ha caído encima.
Pues ya lo tenemos, una peli genial…venga Mediaset pon pasta y empieza a promocionarla que vamos a dar la campanada.

Terrible. Cuánto dinero malgastado.

Lo peor, es que yo recuerdo un crucero que hicimos hace unos años con mis críos aun adolescentes y me pasaron cosas mucho más divertidas y hubo anécdotas muy aprovechables. La vida en el barco era una fiesta continua y todos, los de animación, camareros, tripulación, etc. Tienen un único objetivo que te lo pases tan bien que quieras volver. Si, al menos para ambientarse, Monzón y compañía hubiesen hecho algún crucerito podrían haberle sacado más provecho a la peripecia.

Abrazos sin oleaje

dexterzgz dijo...

"Supongamos que hilamos fino, vamos a hacer una comedia de timos elegante al estilo Oceans, o "El golpe" o "Nueve reinas" incluso (esta última menos elegante, pero vale). ¿Donde? Un crucero tipo "Vacaciones en el mar" nos da mucho juego porque podemos montar alguna subtrama divertida que aporte algo al conjunto. Perfecto. Un triángulo amoroso para que los timadores jueguen a ver quién es más listo y engaña mejor al tonto también puede darnos muchas posibilidades. Genial. ¿Algo más? Venga si, un mensaje moral que nos quede muy bien,...mmm "el dinero no da la felicidad", por ejemplo. Increíble, qué ocurrente eres."

Eso ya lo hizo Preston Sturgess hace muchos años en "Las tres noches de Eva". Pero, claro, ni Monzón es Sturgess ni Tosar es Henry Fonda (y sospecho que Juana Acosta es mucho más Barbra Stanwyck que su hermana).

En cualquier caso, no deja de parecerme una película coherente. Va de timos, y te timan con la entrada.

Abrazos en alta mar

César Bardés dijo...

Sí, Dex, es que vas y sales con la sensación de que te han timado con el mejor papel regalo que has visto jamás.
Y perdóname...el timo de la partida de cartas de "Las tres noches de Eva", comparado con los timos (que son varios) que se perpetran aquí...es como comparar la catedral de León con el trastero de la casa de Pedro Sánchez (es que sé cómo es el trastero, no lo digo por decir).
Por supuesto que ha ido de crucero, Carpet. Mientras rodaban la película se han marcado todos un crucero de narices. Es más, una de mis peores costumbres es quedarme a los créditos del final y ahí se da las gracias a Pullmantur y al crucero "Sovereign" por prestar los escenarios e, incluso, se cita el trayecto que hicieron, que fue justo a la inversa, de Recife a Barcelona.
Y hay una cosa que me llama muchísimo la atención. Ayer comentábamos cómo "Misión Imposible 6" utilizaba los escenarios casi como un personaje más...aquí Monzón hace exactamente lo contrario, utiliza los escenarios para pasearse por allí. Lo de utilizar Casablanca como lo hacen es de juzgado de guardia. Un poco más lo de Tenerife y lo del Teide y nada de nada lo de Recife (me hace mucha gracia la musiquita brasileña hiperalegre que te ponen en la banda sonora). Recife, para más señas, es la capital del estado brasileño de Pernambuco, al norte del Brasil. Es una de las zonas más pobres del país y, supongo, que ahora es destino y punto de partida de cruceros porque es mucho más barato que Río de Janeiro, pero eso es aparte.
Lo cierto es que también apuntas muy bien el hecho de que han querido desatornillar todos los tópicos haciendo justo lo contrario y resulta que lo hacen sin gracia, sin sal y sin poner nada. Bien visto lo de Pera cuando descubrimos que sabe que le quieren timar. Y, desde luego, te crees bien poco (aunque Monzón intenta cubrirse las espaldas diciendo que Pera se ha guardado el dinero de las hipotecas de las hijas y algo más, no mucho) que quiera dar el dinero a los dos primeros caraduras que se cruzan porque, al fin y al cabo, el dinero hace que los agraciados con grandes premios o se mueran o acaben arruinados. Es que, en el fondo, es un auténtico despropósito si se piensa que además alguien como Jorge Guerricaechevarría, el guionista habitual de Álex de la Iglesia, está en el mejunje. Lo de las maletas, lo tremendamente absurdo que es lo del yerno yendo a hablar con el capitán, lo de la boda aquí te pillo y aquí te mato...¿alguien de los que visita esta página y haya visto la película me puede decir que algo funciona?
Abrazos en bote.