martes, 28 de octubre de 2014

LA KERMESSE HEROICA (1935), de Jacques Feyder

Si queréis escuchar el maravilloso coloquio que sostuvimos en "La gran evasión" acerca de "El espíritu de la colmena", de Víctor Erice, éste es el lugar. 

¡Que vienen los españoles! ¡Que vienen los españoles! Ese ejército de zafios y brutos que lo único que querrán es saquear este noble pueblo de Flandes, violar a nuestras mujeres, destrozar nuestras casas y colocar su pendón en lo más alto del Ayuntamiento. ¿Qué hacemos, vive Dios? Cualquier descortesía la tomarán como una afrenta y, además, seguro que nos vienen a evangelizar con sus rezos, sus diezmos y su beaterío insoportable. Yo creo que lo más sencillo es hacerse el muerto.
Pero claro, hacerse el muerto siendo el burgomaestre tiene sus inconvenientes porque quien va a coger las riendas es la esposa del adalid de nuestra ciudad. Y así, de la noche a la mañana, esto pasa de ser un patriarcado condescendiente a un matriarcado implacable. Las damas saldrán a recibir a los soldados, harán reverencias a diestro y siniestro, ofrecerán bebidas para el solaz y el sosiego de las gloriosas tropas invasoras y, con la mejor de las maneras, les dirán que el luto embarga a la ciudad y que lo mejor es que pasen de largo respetando tan infausta hora para la honorable villa. Y la cosa funciona a medias. No se quedan mucho tiempo, pero al menos una noche sí se quedan. Y claro, el matriarcado tiene que seguir funcionando. Un banquete, un coqueteo, un quíteme allá esas manos, monseñor…Y, bueno, la vida al fin y al cabo, son dos días. El marido está muerto (o, al menos, lo parece) así que más vale pasarse por la piedra a estos españoles cuya conquista siempre pasa por el cañón de las delicias, por el desfiladero de la lluvia más blanca, por el camino por el que se entra en la gloria y se sale en retirada. Es duro esto de ser mujer en un matriarcado servil.
Además, seamos sinceros, el español podrá ser zafio y bruto pero de tonto no tiene un pelo y sus maneras, modos de conquistador sobrado y dominante, son agradables. Y una cosa es parecer tonto y otra, serlo. El comandante de las fuerzas invasores lo parece pero solo porque quiere clavar la pica de la victoria en la misma cima del monte de Venus. Y algo así ha debido decir a sus hombres. Incluso el cura que les acompaña comienza a renunciar a su voto de pobreza con tal de arramblar bajo manga con todo lo que Dios quiera. Es lo que merecen los infieles. Y Dios, en su infinita misericordia, ha hecho que las tropas españolas pasen un delicioso fin de semana en este hospitalario pueblo flamenco en el cual se ha bailado flamenco, se ha bebido buen vino, se ha disfrutado de agradable compañía sin necesidad alguna de usar la fuerza y, además, se ha asistido a una representación tronchante de un velatorio que tiene tanto de verdadero que es preferible hacer la vista gorda y asumir el dolor por los muertos que no existen.

Maravillosa película de Jacques Feyder que ironiza sobre la condición de invasores y de invadidos. Muy a menudo las victorias se cuentan en ábacos de carne con las piernas abiertas y, en este caso, las dos fuerzas antagónicas han saboreado el triunfo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me fascinó esta película. Obra maestra absoluta. Sorprendentemente moderna, ágil, graciosa y mordaz. Es el único título de Feyder que he visto, porque el resto no son fáciles de conseguir. Quizá un autor semidesconocido, ante otros nombres de su generación como Renoir, Clair o Carné.

Abrazos satíricos

Santi

César Bardés dijo...

Totalmente de acuerdo. Una gran obra maestra y tremendamente divertida además. Es verdad que Feyder no es un autor fácil de seguir porque no se suele reponer mucho (ni siquiera en las Filmotecas)y tampoco hay nada editado de él que se pueda coger por algún medio. De todas formas, yo sí he visto "El signo de la muerte" (buena, aunque no al nivel de ésta), "La condesa Alexandra" (su intento de introducirse en el cine americano, o al menos, en la distribución comercial americana con Robert Donat y Marlene Dietrich. No le salió demasiado bien aunque es aceptable) y una película que no me gustó nada de él que es "La ley del Norte" aunque dentro estuviera la maravillosa Michele Morgan.
Sin duda, Renoir, Clair o Carné tienen mucha más fama. Tal vez porque hubo una mayor regularidad en su carrera. No cabe duda de que Feyder tocó techo con "La kermesse heroica".
Abrazos invasores.

Anónimo dijo...

Tengo muchas carencias en el cine francés de esa época, sobre todo motivadas por el hastío que me producen las varias de Renoir que he visto. "El río" me parece una ñoñería insoportable, "Una partida de campo" una historia naif sin gracia, y "El crimen del señor Lange" se ha quedado más antigua que el Meyba de Fraga. "La kermesse heroica" le da sopas con hondas a todas ellas. A partir de ahí, ni el mínimo interés tengo en acercarme a "La gran ilusión" o "La regla del juego". ¿Hago bien?

Abrazos eiffelescos

Santi

César Bardés dijo...

Partiendo de la base de que a mí, todas las que nombras, me gustan mucho y que Renoir es, para mí, uno de los grandes genios del cine francés...no. Pero eso es como todo, el cine llama a los que le quieran escuchar y a los que no, pues tampoco pasa nada.
Supongo que no habrás visto "Esta tierra es mía"...
Abrazos tumbanapoleónicos

Anónimo dijo...

¿De Henry King? No, pero ¿qué tiene que ver con éstas ? ¿es la de esta noche en La gran evasión?

No sé, César, yo creo que mi acercamiento inicial al cine de Renoir no es prejuicioso, es más, me habría encantado que las pelis que te nombré antes me hubieran encandilado. Pero no fue así. Y no me avergüenzo de ello.

Abrazos heroicos

Santi

César Bardés dijo...

No, de Jean Renoir. La de esta noche en "La gran evasión" es "La carretera".
A ver, que lo digo con enorme respeto. Eres tan dueño de que no te guste Renoir como yo de que no me guste Antonioni. Y no tienes por qué avergonzarte de ello y yo no he querido, en ningún momento, avergonzarte por ello. Faltaría más. Antes me cortaría un brazo para no poder escribir.
Abrazos franceses

Anónimo dijo...

Charles Laughton y Maureen O'Hara. Buena pinta. Me la apunto. Espero engancharme al menos al Renoir americano.

Por cierto, ¿sabes que Maureen O'Hara sigue viva a sus 94 años? Esa melena pelirroja, ese temperamento, esa lozanía en los campos verdes de Innisfree... Mito viviente.

Abrazos leprechaunescos

Santi

César Bardés dijo...

No solo está viva, sino que, según mis fuentes (esto no es ningún secreto) va a recibir el Oscar Especial en la próxima ceremonia de entrega de los Premios de la Academia. No sé si lo hará desde casa o se desplazará al teatro. Creo recordar que Myrna Loy lo recibió en casa. Es posible que tengan que hacer lo mismo.
En cuanto a "Esta tierra es mía" pues mira, sencillamente, antes que andar arriba y abajo con la inclusión o no de Educación para la Ciudadanía en las distintas leyes-chapuza educativas...basta con poner esta película y debatir un poco sobre ella. No te digo más.
Abrazos humanizantes.