jueves, 1 de octubre de 2015

IRRATIONAL MAN (2015), de Woody Allen

Puede que el rebelde que llevamos dentro, después de un buen montón de protestas, de intentar que el mundo cambie, de creer que es posible un mañana mejor porque allí estamos nosotros para hacer que sea así, llegue a padecer la insufrible enfermedad de la desesperación. Es esa misma que hace que ningún trabajo nos parezca el mejor del mundo, que, a pesar de llevar una vida cómoda, nos hastíe hasta tal punto que no sabemos dónde posar nuestras inquietudes, asfixiándonos hasta el aburrimiento, dejándonos a merced de la insulsa existencia.
Eso, posiblemente, nos convierte en vegetales sin gracia, apáticos, anodinos, simples pedazos de carne con ojos que no encuentran motivación alguna en ninguna de las cosas que la misma vida ofrece. Ni siquiera somos capaces de hacer el amor con cierta dignidad, ni escribir una línea con alguna coherencia, ni discurrir sobre el enigmático sentido de la verdad, del amor y de la belleza. Nada nos conmueve. Nada nos impulsa a movernos. La palabra clave es nada.
Sin embargo, también es posible que, en un determinado momento, una simple conversación pillada al vuelo nos vuelva el pensamiento del revés y tengamos un objetivo que perseguir. Aunque, tal vez, esa meta sea poco menos que monstruosa. Eso da igual. Hay que prescindir de la consideración moral. O, mejor aún, pensar que, en el fondo, al realizar ese objetivo estamos contribuyendo infinitesimalmente a un mundo mejor, algo que no hemos conseguido con ninguna de las protestas, ninguna de las manifestaciones airadas, ninguno de los actos de rebeldía inherente al inconformismo. Lo único que hay que tener es una ausencia de móvil. Y de eso nos sobra.
Woody Allen vuelve a plantear la ancestral pregunta sobre si un asesinato está justificado siempre y cuando la víctima sea una malísima persona. ¿Hubiera sido correcto matar a los nazis antes de que empezara la Segunda Guerra Mundial? Mil veces nos habremos hecho esa pregunta y aquí entronca directamente con los pensamientos que asaltan al personaje de Joaquin Phoenix, perdido de razonamientos peregrinos. Lo cierto es que la película se queda en un territorio de nadie porque es muy posible que algunos la encuentren absurda y otros crean que es una genialidad más del gran director. Ni tanto, ni tan calvo, ni sí, ni no sino todo lo contrario. Se deja ver y, sobre todo, se deja escuchar con esa selección de temas de Ramsey Lewis entre el que destaca por derecho propio el maravilloso The In Crowd. Por lo demás, ni es la mejor, ni es la peor de las películas de Woody Allen. Y con eso a algunos les basta.

Y es que filosofar sobre la vida y la muerte teniendo alrededor a Kant y a Kierkegaard no es nada fácil cuando se quieren encontrar motivos para seguir viviendo con energía y empuje. Todo necesita un por qué y tal vez haya que fijarse en la profesora de madurez frustrada o en la alumna de proyección radical. Ambas tienen su atractivo. Al igual que este director de ochenta años que no hace reír en esta ocasión pero sí deja un cierto margen para pensar. Es mucho más de lo que haría cualquier otro a su edad. Incluso teniendo en el reparto a alguien tan nulo dramáticamente como Emma Stone. 

10 comentarios:

dexterzgz dijo...

Hace unos días me preguntó un amigo, Oye, ¿qué tal la nueva de Woody Allen? Y le contesté más o menos lo que tú dices en tu artículo, ni es de las mejores ni de las peores, y con eso me basta. Siempre te he dicho que este hombre me tiene ganado desde que salen las letras Windsor blancas sobre el fondo negro con música de Cole Porter (soy capaz de batirme en duelo por “Vicky, Cristina, Barcelona”… y hasta por “Blue Jasmine”, fíjate lo que te digo). Pero bien, este amigo volvió a insistir ¿Pero está a la altura de lo que se le puede exigir a Woody Allen? Y entonces yo me hice la pregunta del millón ¿qué es lo que se le puede exigir a Woody a estas alturas? Yo pienso que NADA viniendo de un tipo que me lo ha dado TODO. No es cuestión de vivir de las rentas, es que tratándose de Woody, todo lo que nos viene de él de un tiempo a esta parte se nos da por añadidura.
Dicho lo cual, diré que siempre creo que las películas de este hombre se ven mejor con perspectiva. No sé si vale el ejemplo, pero cuando se estrenó hace 20 años “Balas sobre Broadway” se despachó como una obra lígera y menor (todas lo son al principio) y hoy en cambio la consideramos una de las comedias más divertidas y redondas del director. Lo mismo me pasa con esta última. Se me ha quedado dando vueltas y vueltas en la cabeza como la cancioncilla de Ramsey (todo un acierto). Yo creo sinceramente que Woody ha pasado de ser el rey de las cosas profundas al príncipe de la ligereza. Esta historia no nos la hubiese contado igual hace 30 años. De hecho no nos la contó. “Delitos y faltas” cumplía sobradamente con su vocación de obra maestra, ni siquiera tu “venerada” “Match Point”. Esta última se abría con un aria de ópera, ésta con Ramsey Lewis.
PD1: Me encanta el poster. Muy setentero
PD2: La mejor de “Vidas rebeldes” es Thelma Ritter.

Abrazos desde el acantilado

César Bardés dijo...

No dejo de estar de acuerdo en todo tu análisis sobre Woody Allen, su cine y esta película. Creo que Allen no tiene la misma pegada que tenía a finales de los setenta y buena parte de los ochenta y, quizá, es una historia que pide eso mismo, pegada, algo de intensidad. Todo lo narra en un tono ligero que a muchos puede que no entre con facilidad. También es verdad que es una película que podría haber sido mucho peor. Me gusta mucho más que mi "venerada" "Match Point" (debo ser el único mortal de esta vida y de este tiempo a la que no le gusta esta película, incluso Miguel Rellán me lo reprocha). Sin duda, creo que Allen gana con el tiempo (aunque hay obras suyas que fueron malas en principio y siguen siendo malas con el tiempo, caso de "Recuerdos" o de "El sueño de Casandra"). El cineasta de "Delitos y faltas" sencillamente, ya no está, hay otro que, quizá, sea más producto de un hombre que ya tiene ochenta años y, con esto, no quiero decir ni mucho menos que Allen esté senil sino que tiene otras inquietudes y es muy posible que mire la vida de otra manera. Al fin y al cabo suya es esa frase que dice "yo no quiero entrar en la inmortalidad a través de mis películas, sino no muriendo".
También es verdad lo que dices de Thelma Ritter, solo me refería al trío protagonista. No pierdas de vista el trabajo, también de quitarse el sombrero, de Eli Wallach.
Abrazos desde el ascensor.

CARPET_WALLY dijo...

Pues todo lo que decís será verdad y además estáis en lo cierto, pero...
Uno va a ver Woody Allen como escucha a Frank Sinatra o lee a Shakespeare o mira un Velazquez (o a Rembrandt si eres Ferando Trueba), sabes que lo que ha hecho tiene un sello que nadie escapaz de dar...ahora bien si eres capaz de eliminar la firma de la esquina del lienzo y te encuentras con lo dibujado el sentido crítico queda mas limpio.
Yo lo intenté con "Magia a la luz de la luna" y conseguí acercarme a una película preciosa visualmente, magnífet ambientada y de una deliciosa dulzura. Lo intenté con esta y me encontré con una película bastante plana que tarda un horror en arrancar a partir del incidente casual y que hasta entonces repite de forma cansina la descripción del nihilismo del personaje cuando toda esa presentación podría haberse hecho más interesante, más corta e incluso de forma más divertida. A partir del hecho casual, la película coge algo de ritmo hasta casi volverse algo precipitada condensando en media hora el desenlace del dilema moral, mientras que tardamos 60 minutos en contarnos quien y como es el que se lo plantea (o no lo hace)

Además hay dos cosas en el fondo complementarias que también me hartaron bastante. El insitente uso de la voz en off continua de los dos personajes principales, agravado por el hecho de que ambos cuentan cosas que pasaron como si estuviesen en el momento de contarlo en el mismo nivel "vital" (un engaño al espectador en el fondo). Además lo de la narración en off, en algunos casos parecía una broma-reto de Allen a cualquier norma narrativa, ejemplo: "un dia me encontré con fulanita casualmente en una cafeteria y le pregunté por su extraña teoria y ella me lo explicó", que da paso a la escena en que ella se ecnuentre casualmente en la cafeteria con la otra y le pregunte por su extraña teoria y la otra se la explique.

Existe el problema de valorar las películas de Woody Allen en función de la filmografia de Woody Allen, que si es una obra maestra, que si es una obra menor, que si es de las divertidas, que sie comoe sta o como la otra....Y a veces se puede decir que simplemente no es buena o que no te lo parece. A mi al menos no me gustó nada.

Abrazos filosóficos

César Bardés dijo...

Pues tampoco me parece mal tu comentario, Carpet. Yo acabo de decir a Dexter por otra vía que "Magia a la luz de la luna" me parece una película mejor que ésta, desde luego. Y comprendo perfectamente que para ti "Irrational man" sea un truño de cuidado cuando a nosotros, simplemente, nos parece que psé, ni si ni no. Es que se puede tomar de las formas y no decir ninguna barbaridad con las dos. Yo creo que lo que le interesa a Allen es el cambio de actitud del personaje en cuanto tiene a mano un buen asesinato que echarse a la boca. La forma puede que tenga algo de precipitado (yo también pensé eso cuando vi la película). El truco de la narración, no me molesta aunque bien es cierto que es algo que no mantiene en toda la película y que ni siquiera corona con una explicación del personaje de Phoenix que podría haber seguido hablando, ya que estamos. Para mí es algo facilón y ya está, así se evita tener que rodar escenas complementarias y le permite ir algo más al grano. Me molesta sobremanera qué mal actúa Emma Stone desde el momento en que se descubre el pastel lo cual me hace pensar que es bastante buena cuando el registro es ligero pero que cuando hay que poner carne en el asador tiene menos recursos que Rajoy en pleno interrogatorio. También le decía a Dex que es una película que me gusta bastante más que "Match Point" que me pareció irritante hasta la médula y no tanto esta, tal vez porque me dejo arrastrar por ese personaje nihilista que me arranca sonrisas por su forma de pensar y de vivir tan tirada cuando tiene todo a su alcance (amos, no joas, un profesor de universidad, le buscan casa, tiene sueldo holgado, se puede tirar todo lo que se ponga en posición horizontal y demás) y que solo tiene alicientes cuando piensa en el asesinato, pues no me deja mal cuerpo. Ahora bien, tampoco me produce la sensación, muy diseminada, de que Allen hace otra obra maestra, que el tío es la leche con su última película y demás, cosas que he leído por ahí para, una vez más, darle coba al mono.
Yo creo que, sencillamente, el cineasta de "Manhattan" ya no está. Ahora es un tío de ochenta años que mira la vida de otra manera. Su manera de mirar ya no es la de un hombre que está pendiente de lo que tiene delante, sino que está más hacia lo que ha dejado atrás.
Abrazos sin escrúpulos.

dexterzgz dijo...

Por temática a esta película se ha relacionado con "Delitos y faltas" y con "Match Point", incluso con "Cassandra´s Dream". Sin embargo, creo que es un error intentar analizar la película al mismo nivel, no resiste la comparación (quizá si con la de Farrell y McGregor que creo que es de las peores que ha hecho en toda su vida). Esto es otra cosa, Woody no intenta hacer nada serio ni nada trascendente. Es una pequeña pieza de cámara como lo era también "Magia a la luz de la luna" que también trataba temas muy serios con una mirada más inocente. Es como he leído por ahí un cuento moral, por eso a veces es tan esquemático. Desde este punto de vista, no me molesta la voz en off, un poco al estilo Rohmer en sus propios cuentos morales. No ocurría así en "Vicky, Cristina" que en el fondo era una función de postalicas y no hacía ninguna falta que nos contaran lo que estábamos viendo.

Abrazos racionales

César Bardés dijo...

Es que estoy contigo, creo que Woody ha intentando hacer una película sin pretensiones. Un simple drama de actitudes, de angustia vital que encuentra un escape absurdo. Lo de "Vicky Cristina Barcelona", de verdad, cada vez me gusta menos. Incluso menos que "Match Point" no digo más.
Sigo diciendo que Allen no tiene esa mirada mucho más incisiva sobre el mundo, desde hace ya unas cuantas películas. Quizá me cuadra más con él y es más aceptable que lo haga desde un punto de vista desenfadado como lo hace en "Magia a la luz de la luna" o en "A Roma con amor", que la pusieron a caldo y me parece estupenda. De todas formas, con Allen me está pasando que voy a la contra de lo que dicen muchos supuestos entendidos. Cuando dicen que es buenísima, yo me inclino a pensar que es más bien mala. Cuando dicen que es mala, yo creo que es bastante buena. Me estoy haciendo viejo,definitivamente.
Abrazos con petaca.

CARPET_WALLY dijo...

Pues si, lo dicho, si lo único que desvirtua la forma de mirar la película es el nombre del director. Que puede gustar o no, pero que todos (incluído yo) tenemos bastante complicado no mirar hacía otras pelis suyas para valorar la siguiente.

Sobre Emma Stone, un comentario. Es cierto que su disloque tras el descubrimiento del follón descuadra mucho y lo hace bastante mal...pero en "Birdman" tiene un, para mmi gusto, sorprendente y brillante momento dramático con Michael Keaton con un primerisimo plano que soluciona ´con una nota bastante alta.

A mi tampoco me gusta "Match Point", aunque me parece algo mejor que esta, lo que tampoco es mucho. Otra cosa, lo de River Phoenix también me parece un declive algo más que físico. No me ha gustado demasiado nunca, pero entre sus ojos de dormilón, su pose de "soy buenísimo y me rio de la industria" y su cara de peronaje no fiable que cada vez emplea más, va camino de convertirse en actor tabú. Es curioso que preciamente en una peli emparentada algo con "match Point" haya utilizado a dos actores tan especialmente ambiguos como son Rhys Meyers y Phoenix. Y otra cosa, la barriga de River...exagerada e innecesaria, además de exhibirla incluso exageradamente, ¿porque? ¿aporta algo al personaje?...más bien al contrario, pues parece que tan de vuelta está de todo que casi ni come, o al menos eso le oimos decir a la camarera de la cafeteria cuando pide un desayuno copioso tras su venida arriba cuando comienza a pensar en el crimen.

Y en cuanto a lo de la narración disiento, no lo utiliza para ir más al grano, porque hasta el suceso casual nó sólo no va al grano sino que nos muestra desque que compramos la semilla el trigo hasta que se cosecha, incluyendo los distintos momentos de regadio. Que si va a venir el nuevo profe, que si llega, que si yo paso de todo, que si una se lo intenat ligar, que si la otra es muy buena alumna, que si el novio se pone celoson, que si ellso solo son amigos, que si ahora ya si me lio con la ora porofa, que si no debo liarme con alumnas, que si venga que a mi novio le da igual, que ahora si, que no, que si me enamoro, que si él no....hasta que escuchamos una conversación y el mundo cambia. De ir al grano nada. Y lo dicho en algún caso lo narra y lo filma.

Si estoy de acuerdo en su mirada en este momento de su vida le impide hacer las películas que rodó con 40, 50 ó 60, no es su físico son sus propias angustias vitales las que le llevaron a hacer aquel cine y ahora este. Además si hay una cosatura que creo que se le ve a los últimos 10 o 12 films...aunque a lo mejor digo una tonteria. Yo creo que les falta pasión, pueden ser maravillosos que los hay o no, pero me da que no le pone la vida...no la que le ponía cuando nos contaba cosas desde las entrañasdesde si mismo...ahora parece que observa y cuando ve algo que le parece curioso, o idvertido o interesante nos lo cuenta. Antes parecía que hablaba de lo que estaba viviendo, auqnue le diese una vuelta de tuerca tragicómica. Esto no quita para que haga películas maravillosas ahora también pero la perspectiva incluso personalya noe s la que era. O yo no se la veo.

Abrazos sin cianuro

dexterzgz dijo...

Yo creo que todo tiene relación un poco. De hecho Woody tardó bastante en introducir la figura del "alter ego". Fue precisamente en "Balas" con Cusack que creo particularmente que ha sido el mejor. Hasta entonces Allen, el personaje, nos hablaba de sus cosas en primera persona. Y durante un tiempo alargó esa coyuntura a pesar de la diferencia de edad que pudiera haber con Cusack o Branagh (salvable en todo caso). Ahora, es lo que dice César, es un hombre mayor y cada vez cuesta más identificarse con sus alter egos y sus historias nos puedan parecer más ajenas. De hecho, aquí el perfil de Phoenix debería corresponder al de alguien más mayor, con un curriculum más extenso, incluso en un momento dado se habla de que tendría que utilizar viagra y Joaquin es de mi quinta más o menos y yo... bueno, eso.

Quizá, por eso me gusta cada vez más "Si la cosa funciona" porque ver a Larry David hablarle a cámara con sus balbuceos y sus cosas nos retrotrae al mejor Woody, y por edad podría ser perfectamente a él. Y mira que a mí al principio Larry...

Por cierto, alguien dijo Owen Wilson?

Abrazos con linternita

César Bardés dijo...

Ahí creo que le has dado. Al Allen de los últimos años le falta la pasión que sí le ponía en las películas de él que tanto nos gustan. Sinceramente, durante mucho tiempo creí que era una tontería aquello de los últimos años de los cineastas clásicos en los que denotaban cansancio y no parecían los mismos y demás. Wilder, Wyler, Ford, Hitchcock...Cukor se salvó por los pelos y Mankiewicz y Huston fueron la excepción,pero viendo las películas de Allen comienzo a pensar que es verdad, que les falta la mirada incisiva que decía antes, que las inquietudes de un hombre de ochenta, como bien dices Carpet, no son las de un hombre de cincuenta o de sesenta. Y ahí es donde Allen hace películas que están bien y ya está. Con la excepción de "Medianoche en París" hace mucho, mucho tiempo que Allen no hace una obra maestra (aunque los de siempre dirán que "Match Point" lo es) y yo creo que esa película, "Medianoche en París", es el último bastión de todo lo que ama, de todo lo que conoce y de todo lo que venera y por eso sí tiene pasión.
En cuanto a la narración ya digo que no me molesta pero te voy a dar la razón en una cosa. Es perfectamente prescindible. La quita y la película no pierde nada si es que tiene alguna virtud. Sigo diciendo que lo hace para atajar y, también si quieres, para confundir por el hecho de que parece que los dos están en el mismo plano vital.
Emma Stone...tienes razón de nuevo. En "Birdman" sí que está a la altura (aunque su papel quizá es el menos interesante de todos) y es verdad que resuelve la situación con solvencia. Es la única excepción en todo lo que he visto de esta chica que, ya digo, es bastante buena cuando está en un registro ligero pero no cuando está en un registro dramático, y mucho menos crispado.
Lo de la barriga de Phoenix...bueno, si él tiene esa barriga es que la tiene. Es cierto que ya cansa un poco esa actitud de rebelde al tipo de "estoy en contra de todo, me la suda lo que pensáis, soy rebelde porque el mundo me hizo así y sois unos gilipollas todos por pagar y ver esta película" y que corre el riesgo de convertirse en un "monopapel" en todas sus películas. Como tiene ese aura de rebelde también es objeto de culto por no pocos "frikis" y eso aún cansa más. Sinceramente, igual que hay muchos congéneres patrios que tienen barriga porque la cerveza se pone en los lugares menos convenientes, yo creo que este tipo está gordo porque bebe como un cosaco. Eso engorda mucho. Y si come poco, aún más.
Te doy la razón en una cosa más. La relación de la Stone con el novio es la cosa más poco trabajada por Allen en muchos años. Un pegote que ni añade, ni quita, solo para meter presión al personaje de la Stone pero ese continuo ahora sí, ahora no, es bastante irritante.
Abrazos con jersey.

César Bardés dijo...

La cuestión de los "alter ego" de Allen es otra que ha levantado muchas polvaredas, desde luego. Yo también creo que Cusack fue el mejor y que, posiblemente, Branagh ha sido el peor. Larry David me gustó mucho en una de las películas en las que más reconocí al auténtico Allen como "Si la cosa funciona", con su cojera y sus calzoncillos. Owen Wilson lo hizo muy bien (cosa que me extrañó muchísimo) y, desde luego, esta película destaca porque no hay ese "alter ego". La solución Phoenix no sé si fue impuesta o Phoenix insistió mucho para hacer ese papel y Allen no tenía a nadie disponible. Notorio es el caso de que la que está rodando ahora iba a tener a Bruce Willis pero se ha caído del reparto por un compromiso teatral del actor.
Corramos un tupido velo sobre el tema Viagra. Phoenix no está aún para eso, por mucha frustración vital que pueda tener. Desde luego que hay un cierto descuadre en la elección del actor, en eso sí que estoy de acuerdo.
Abrazos con whisky de malta.