El debate que se sostuvo la semana pasada en "La gran evasión" sobre "A puerta fría", de Xavi Puebla con el gran Antonio Dechent en directo lo podéis escuchar aquí.
“Dicen que las luces
de neón son brillantes en Broadway,
dicen que siempre hay
magia en el aire,
pero cuando estás
paseando por la calle
y no tienes suficiente
para comer
el brillo se evapora
y no estás en ningún
lugar”
Quizá las luces de neón han
cegado demasiado a Joe Gideon. Chicas, alcohol, éxito, noches interminables,
repartos, montajes, cigarrillos, la pastilla de Dexedrina…Ése no es el camino
de Broadway, Joe. Es solo un atajo hacia tu último espectáculo. Y no es otro
que un maravilloso mutis por el foro del escenario en forma de ataque al
corazón galopante. Y entonces, sólo tendrás que preocuparte por una conquista
más y es esa mujer que te parece tan atractiva, con la que coqueteas sin parar
y que es la Muerte. Atrás se van a quedar tus inicios, tus deseos de triunfar,
tu concepción de un baile diferente pero fascinante, tu hija, Joe…Lo único que
te puede importar aunque tengas a tu lado a una serie de mujeres excepcionales
que solo quieren ser amadas por ti. Pero tú no amas a nadie. Por eso el brillo
se evapora y se va, por eso ya no estás en ningún lugar.
“Dicen que las mujeres te tratan bien en Broadway,
pero mirándolas solo te dan tristeza
¿cómo vas a tener algo más de tiempo
si solo tienes una moneda de diez centavos
y con eso no vas ni a poder limpiarte los zapatos?”
Sí, Joe, tu vida ha sido solo una
moneda de diez centavos gastada y rayada. Ya no tiene brillo, ya no engaña a
nadie. Te has dedicado a vender humo y ahora es humo lo que tienes. Porque, al
fin y al cabo, eso es el éxito. Puro humo que se eleva por encima de las luces
de neón que tanto te han cegado y que ahora te devuelven tan poco que ni
siquiera te das cuenta de que el tiempo se te acaba, de que ya has dado lo
mejor de ti, de que ir corriendo de un lado a otro no hace que seas mejor sino
más difícil, más perdido, más nervioso, más víctima y, a la vez, más verdugo de
un montón de ilusiones, incluidas las tuyas. ¿De verdad vivir así te compensa,
Joe?
“Dicen que no voy a durar mucho tiempo en Broadway,
todos dicen que voy a coger un autobús para irme a casa.
pero están equivocados, sé que lo están,
porque puedo tocar aquí la guitarra
y no pararé hasta ser una estrella en Broadway”
Tal vez, ése ha sido uno de tus
mayores errores, Joe. Creíste que los demás no tenían razón y que tú estabas en
lo cierto. Que el arte que tenías dentro se complementaba con un estilo de vida
que consistía en ir de cama en cama, dando papeles a cambio de noches,
quedándote tranquilo con la demostración del descontento del artista exigente,
dejando que la inspiración fuera solo una chica más con la que acostarse y
luego dejar tirada en cualquier sitio. Ni siquiera pensabas que ellas
consentían solo porque tú eras Joe Gideon, el gran coreógrafo, el excepcional
director de cine, el hombre que revolucionó el musical y el tipo que solo
quería ser el galán de la muerte. Todo eso lo era Bob Fosse, y lo demostró con
esta película sincera y dolorosa y testimonio final de que aquello ya no lo iba
a parar nadie.