Un
inicio fragmentado con poquita información en cada segmento para que la trama
sea ágil y no se noten las costuras. Harrison Ford sustituyendo a William Hurt,
ya fallecido, para interpretar al Presidente Thaddeus Ross. Un malo muy
intelectual que acaba de una manera que no se sabe muy bien por qué. Una actriz
como Shira Haas con menos carisma que una lombriz en un pozo de serpientes.
Mucha acción con una supuesta sorpresa final que la película va anunciando todo
el rato y que ni es sorpresa ni es nada. Y, sobre todo, una cierta sensación de
poco convencimiento en todo este intento de reconstrucción del Capitán América
en medio de un mundo que todavía está lamiéndose las heridas de haber perdido
la mitad de su población.
Y al final, aplausos.
Pues muy bien. No me extraña que luego pongan a caldo a Martin Scorsese por
decir que eso no es cine. No, no lo es. Ni siquiera Harrison Ford se ve cómodo.
Está todo el rato forzado como si quisiera pedir perdón por interpretar un
personaje dentro de todo este lío del mundo Marvel. La tradicional secuencia
post-créditos tampoco tiene tirón alguno. La única aparición especial es la de
Sebastian Stan que aparece un momento para consolar a Anthony Mackie, le pasa
la mano por el hombro y se va. No hay chispa. No hay una diversión controlada.
Todo es un ofrecimiento de destrozo por aquí y por allá, bastante mal dirigido
aunque se podría haber sacado algo de esa secuencia en la que el Capitán y
Falcon tratan de impedir que los japoneses y los americanos se líen a bombazos.
El resultado final es pobre. Pero, eso sí, al final hay aplausos. No
desesperen. A la gente le encantan los puñetazos, el escudo utilizado como
frisby, los gráficos que cantan más de lo normal sin estar mal del todo. ¿Me
habré vuelto líder?
Ninguna de mis dudas
tiene sentido. Al final, hay aplausos y hay un sentimiento general de
satisfacción, como que todo este lío que han montado con los diferentes
argumentos de Marvel tiene visos de reconstruirse con tanto tirón como tuvieron
en algunas de sus entregas. Incluso hay una encomienda del presidente pidiendo
al Capitán que vuelva a unir a los Vengadores. ¿Se imaginan? Liderados por
Spiderman y con Sam Wilson, los nuevos Vengadores se van a encargar de explotar
como es debido el adamantium que ha surgido por esa mano gigante de Thanos
hundida en el mar. Realmente, no sé si estoy hablando con propiedad porque,
además, es complicado unir las piezas si no se ha visto la serie Falcon y el Soldado de Invierno. Estoy
tan entusiasmado que ya me estoy tejiendo el traje de hebras irrompibles para
lanzarme como un cohete a detener cualquier misil que amenace la paz en la
Tierra.
No me hagan caso. Al final, hay aplausos. Estoy seguro que a cualquiera que le pidan que les cuente la película no sabe ni por dónde empezar, pero el pim pam pum que se organiza es de tal calibre que nada cuenta salvo que la Casa Blanca se queda hecha unos zorros y lo mismo la aparición de un Hulk de color rojo hace que nos pensemos seriamente si no es eso mismo lo que tenemos como inquilino del palacio presidencial. Por favor, que vuelvan los Joss Whedon y los Jon Favreau, que Disney se deje de zarandajas y que volvamos a disfrutar de lo que realmente importa si lo que desean es resucitar la segunda generación de super-héroes que, estoy completamente seguro, no llegarán ni a la suela del zapato a los originales. Y lo único que me queda claro es que no tienen ni idea de por dónde seguir. Harrison, jubílate. Mackie, actúa un poco, anda. Danny Ramírez, sigue el consejo de motorista que te dan al final. Señoras, caballeros, ahórrense el precio de la entrada.
2 comentarios:
Hace tiempo que deserté de acudir a los estrenos de la franquicia, también de los pseudo spin-off en Sony. Y con el universo DC en cine tanto de lo mismo.
Los veo en televisión meses después, tampoco corro a ver cuando se estrenan en streaming, solo si no hay ninguna telenovela venezolana que me ayude a darme una buena siesta, pero es que han exprimido tanto el limón que no hay más que unas gotas de ese jugo que tuvo momentos verdaderamente valorables.
Yo si creo que hubo momentos de buen cine en alguna de las películas, probablemente ninguna fuera una obra maestra, pero había cosas mucho más que interesantes. Pero seamos serios, es el signo de los tiempos, nadie va ya a ver a James Bond o misiones imposibles por pura cinefilia. Hubo tiempos en sus inicios que estas sagas tuvieron cine de verdad. Ver lo que hizo Spielberg con los dinosaurios y compararlo con el nuevo mundo jurásico ....es como comparar un entrecot con un caramelo sin azúcar, la única coincidencia es que ambas cosas te las metes en la boca.
Para mi, como fan de los comics de Marvel, las primeras películas, los dos primeros Spiderman de Sam Raimi, la primera de Los Vengadores, momentos de alguna de Iron Man y cositas sueltas de otros films de la saga han sido muy, muy placenteras, no tanto para mi corazón cinéfilo como para mi yo niño devorador de comics de infancia y adolescencia. Pero ahora ya, ni lo uno, ni lo otro. Encuentro una falta de esencia pura del comic y carencias fílmicas terribles en cada nueva entrega. De hecho, "Lobezno y Deadpool" ( o viceversa) que juega a destroyer irónico, parece haber sido planteada casi en términos de western pero en vez de tirar por ahí que hubiera tenido mucho más interés, pero se perdieron en chanzas y chistecitos para muy iniciados.
Nada, por no ofrecer, ya no ofrecen ni sorpresas.
Abrazos con escudo
Estamos básicamente de acuerdo. Hay películas de la saga que son valorables, como tú bien dices, quizá sin llegar a ninguna obra maestra, pero algunas realmente entretenidas y con momentos verdaderamente apreciables. Coincido en la primera de "Los vengadores" y me gusta mucho "Iron Man 3", no está mal "Capitán América: El Soldado de invierno", quizá la que más calidad da en cuanto a cine de acción. Luego ya hay un escalón más abajo en la que se sitúan las "bueno, psé, se ha pasado el rato, no están mal", alguna de X-Men, alguna de "Ant-Man". Y luego, están las directamente desechables, y ésta es una de ellas. No saben cómo recuperar el carisma de lo que tenían y fichan a Harrison Ford, que se le ve muy, muy incómodo en el papel y con ya demasiados años (me hizo gracia porque, en un reportaje que vi en la televisión, citaron a William Hurt -el auténtico Thaddeus Ross- y dijeron que él sabía de esta entrega y que le hubiese gustado interpretarla porque le atraía la posibilidad de "explorar facetas desconocidas de su personaje", en referencia -no descubro nada- a su conversión en Red HulK).
No, ya veo que tienen poco, muy poquito que ofrecer, pero hay algunos que todavía le echan leña a ver si el fuego arde. Y esto va camino de convertirse en serie Z en cinco o seis películas.
Abrazos muy furioso.
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