jueves, 31 de octubre de 2013

GRAND PIANO (2013), de Eugenio Mira

Damas y caballeros. Rogamos tomen asiento, por favor. El desconcierto en clave de muerte está a punto de empezar. Por el precio de una entrada de cine podrán disfrutar de sorpresas, de una burda imitación de Hitchcock que, al fin y a la postre, no se parece en nada, de cosas impensables y aún más imposibles. El solista, Elijah Wood, tiene una cara como un piano y, sobre ella, se interpretarán los más impresionantes solos. De acompañamiento muy leve, John Cusack, al cual encontrarán muy desmejorado y comienza a preocupar su tino a la hora de escoger las piezas en las que interviene. Rogamos guarden silencio. Y desconecten los móviles, si son tan amables.

Allegro: Premisa atractiva. Una pieza imposible de tocar y una amenaza de muerte si se equivoca en una sola nota. Eso tiene miga. Se mueve mucho la cámara y hasta con cierta elegancia. El compás se pierde cuando empiezan a pasar cosas. Por ejemplo: el pianista en cuestión se levanta en medio de la pieza que se está interpretando con más prisas de las habituales. ¿Tendrá el muelle flojo? Nadie lo sabe pero un avezado espectador de conciertos lo sospecharía. No contentos con eso...el pianista se levanta dos veces. Se va hasta el vestuario, mantiene una charla con el que le presiona. En fin, esas cosas que pasan. Vuelve y el fulanito que le está sometiendo a la misma perfección no deja de hablarle por un pinganillo. Pues sí que estamos bien. Si pretendes que el solista interprete con rabiosa exactitud, el asunto tiene una ilógica de cuatro por cuatro. Para demostrarle que va en serio, le apunta con una mirilla láser roja que nadie del público advierte (y no le apunta dos o tres veces, sino muchas). Además de todo eso, el solista habla con el facineroso durante el concierto, como si eso que está interpretando fuera cosa de niños. La gente aplaude entre movimientos (que no, que no se aplaude, que a los músicos no les gusta). Y el director, como le ha gustado que le aplaudan, echa un discurso. En la sala suenan los móviles y se habla como si se estuviera en la parada del autobús. ¿Esto va en serio? Llega a preguntarse uno que ha ido a dos o tres conciertos. Pues sí. Y eso no hace más que levantar la sospecha de que el lumbreras que ha escrito esto no ha pisado una sala de conciertos en toda su letrada vida.
Andante con moto: Los servicios del pedazo de auditorio...¡están en obras! Y digo yo...¿dónde se alivia la gente? Misterios de la música, seguramente. Por otro lado, no se sabe de dónde viene el personaje del supuesto asesino, ni de dónde saca la información, eso importa poco. Se acaba el concierto y se desvela el motivo de la exactitud. Vaya, vaya, interesante aunque poco creíble. Y, ni corto ni perezoso, y para evitar la catástrofe, el pianista dice que su mujer, actriz de éxito aunque su físico y sus maneras no son nada del otro sostenido, va a cantar una canción acompañada de la orquesta sinfónica. Con dos cuerdas. Y no es una canción de música clásica. Es un espiritual llamado Motherless child, una preciosa melodía que puede que algunos tengan con la irrepetible voz de Jessye Norman pero que ni usted, ni yo cantamos debajo de la ducha con toda certeza.
Minuetto: Las cosas se tuercen. Porque, en el colmo de los retorcimientos, parece que Eugenio Mira, el director, no solo quiere imitar a Hitchcock, sino al imitador de Hitchcock y hacer algo parecido a lo que hizo Martín Scorsese con aquel memorable anuncio titulado La clave reserva para el cava Freixenet. Luchas imposibles, equilibrios alucinantes y el solista que vuelve a salir corriendo porque las ganas aprietan.
Allegro vivace: La cosa termina en clave de muerte, con el público claramente desconcertado y las notas muy desafinadas. Este recital no se lo cree ni Lorin Maazel con las tres copas de más con las que solía venir a nuestro encantador país. Vamos, que yo soy un espectador que ha pagado religiosamente la entrada y exijo que me devuelvan el dinero con intereses. Y no digo más, no sea que me caiga de coda.

5 comentarios:

dexterzgz dijo...

Uy, pues casi que dan ganas de salir correrla a verla, no? Ays Hitch, yo te maldigo, en tu nombre se han cometido alguna de las mayores tropelias de la historia del cine. Si al menos homenajeasen a De Palma.

Con esa cara de Frodo, cómo se puede ser virtuoso de nada. ¿Y qué hacemos con Cusack? Yo, después de lo de Nixon y esto ya estoy empezando a perder la fe y.. Uy, perdona, que me suena el móvil.


Abrazos desde platea

CARPET_WALLY dijo...

Jajaja, la verdad es que pintaba raro. Ese concierto en el que pasaban tantas cosas y tan movidas. En el trailer ya me extrañaba a mi tanto ajetreo (yo también pensé en eso de levantarse del piano o tocar con el pinganillo en la oreja escuchando el Carrusel Deportivo). Todo tenía el aspecto de una idea, quizá hasta buena, que alguien tuvo para una peli de intriga y que se ha liado al intentar desarrolarla (cuantas veces me ha pasado a mi algo así hasta que finalmente todos mis proyectos de guión acabaron, merecidamente, en la papelera de reciclaje de mi PC)....

me hizo gracia que mientras veíamos el trailer escuché a una chica detras de mi decirle a su acompañante, me recuerda a "Ultima llamada", la peli de Joel Schumacher con Collin farrel y Sutherland. Pensé que aunque diferiría mucho de esta tenía algo de referencia bien traida. También yo me acordé de otra peli en algún momento (untrailer que daba para mucho), "A la hora señalada" con Johnny Depp por aquello de actuar bajo presión en un espacio cerrado y con poco tiempo.


Abrazos con batuta

César Bardés dijo...

Lo de De Palma suena a referencia sacada de una crítica de otro blog sobre "Gravity"...bueno, tal vez me equivoque.
En todo caso, no se parece en nada a Hitch, ceñirlo todo a un concierto en el que pasan tantísimas cosas raras y nadie se extraña...No sé, yo, la verdad, veo la premisa atractiva y si se lo hubieran currado un poco manteniendo el concierto dentro de sus reglas tal vez podríamos hablar de una película interesante. Pero es que no parece que el que haya escrito esto haya ido a un concierto nunca, y el que lo ha dirigido menos aún. Lo siento, Rodrigo Cortés, que eres el que produces, me imagino, con muy buena intención pero es que la película es una buena tomadura de pelo.
Lo de Cusack...no sé, es que al tipo se le está poniendo muy mala cara, parece como que está enfermo o pachucho del hígado, no sé. Y lo que está haciendo últimamente, acostumbrados a su solidez, está socavando a marchas forzadas mi fe en él porque es otro de esos tíos que siempre me han caído simpáticos y que han solventado con eficacia sus cometidos pero, de repente...Nixon, esto...Esperemos acontecimientos.
Sí, sí, tiene algo de "Ultima llamada", sin duda, aunque intenta tenerlo más de "El hombre que sabía demasiado" con el concierto final y eso.
En cuanto "A la hora señalada" a mí es una película que no me disgusta nada y que manejaba muy bien el viejo truco del tiempo real. No es que sea ninguna obra maestra pero estaba muy, muy curiosa. Comparada con ésta...vamos...es "Ciudadano Kane".
Abrazos entre negras y blancas.

CARPET_WALLY dijo...

A mi también me parece que "A la hora señalada" no está mal, pero creo que hay un error de casting con Depp, que con todas sus capacidades no me parece que logre dar con el papel, no me lo creo de padre angustiado en busca de soluciones.

Ambrazos con partitura

César Bardés dijo...

Hombre, es que ahí quien estaba realmente bien era Christopher Walken que yo creo que se llevaba todas las simpatías del director con colmillo afilado y todo. Y, la verdad, ni tú ni yo somos demasiado de Johnny Depp, un tipo que, cuando se trata de envejecer, se da un par de palmadas llenas de polvos de talco en las sienes y andando.
Abrazos maquillados