Un hombre se toma la
justicia por su mano ante el crimen horrible y execrable que se ha cometido
contra su propia hija. Quizá nadie le podría culpar si no fuera por el hecho de
que ese hombre es negro. Y eso, en el sur de Estados Unidos, es peor que un
asesinato. Todos quieren sacar partido del proceso a un negro que ha matado a
dos blancos y, sin querer, ha herido a un policía. El fiscal ve una oportunidad
para ascender en sus aspiraciones políticas. El reverendo prueba la miel de un
aumento en la recaudación de su iglesia. La Asociación Nacional para la Ayuda a
la Gente de Color cree que puede ser un caso relevante que aporte una
proyección de alcance nacional. Y todos, de alguna manera, saben que, allí,
donde el color de la piel es más importante que la evidencia de los hechos, ese
negro no podrá tener un juicio justo.
Sin embargo, hay un
joven abogado. Es atractivo, es luchador, no es un idealista, pero sí cree que
la justicia hay que respetarla. Y es blanco. Tal vez, esa sea el arma secreta
del acusado. Si ven que un blanco les muestra que es un crimen igualmente
condenable si la niña hubiera sido blanca, entonces, tal vez, haya una
posibilidad.
Las presiones se
suceden. Los caballeros blancos con capucha del Ku Klux Klan comienzan a jugar
las bazas del miedo, acosando a todos aquellos que se atreven a levantar la voz
a favor del reo. Los enfrentamientos se suceden, hay infiltrados por todas
partes, la justicia comienza a ponerse en fuga…no, no, la justicia se va a
quedar. De eso ya se encargará el abogado que, tal vez, no sea muy brillante,
pero es perseverante. Y sabe que tiene razón.
Interferencias,
zancadillas, testigos impropios, interrogatorios dolorosos, el perdón, el odio,
la incapacidad, la impotencia, el color. Todo ello son elementos que colisionan
unos con otros, al igual que una manifestación de blancos contra negros. Es el
tiempo de que las cosas comiencen a normalizarse en un país que se precia de
democrático y los mejores son siempre aquellos que trabajan duro, sin descanso,
buscando en los sitios más precisos y más escondidos para sacar a la luz algo
tan simple como es la verdad. Nadie duda de que ese hombre haya asesinado a dos
blancos. La cuestión es lo que le motivó a hacerlo. Y es muy posible que el
color no tenga nada que ver con la decisión que tomó.
Excelente película de
Joel Schumacher tomando como modelo la primera novela publicada de John Grisham
y con un reparto muy solvente encabezado por Matthew McConaughey, Sandra
Bullock, Kevin Spacey, Oliver Platt, Donald y Kiefer Sutherland, Brenda
Fricker, Patrick McGoohan, Samuel L. Jackson, Ashley Judd y Chris Cooper. Todo
un lujo para decidir si queremos seguir viviendo en un tiempo de matar, de odio
y de ira, de racismo y de incomprensión o si, por el contrario, aceptamos que
la ley debe existir y debe actuar sin importar cualquier causa de
discriminación. Ustedes deciden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario