La imaginación es una
bestia que necesita de alimento real. Quizá, por eso, hay que buscar elementos
reales para crear una obra de teatro que refleje fielmente las reacciones
humanas. Y para eso no hay nada mejor que urdir un inicio de trama para saber
exactamente cómo se va a comportar la policía, qué expresiones va a utilizar el
médico amigo de la familia, cómo se va a mover la equívoca doncella, cuál es el
próximo paso del astuto policía…solo que, a veces, la realidad supera a la
ficción.
Así que el creador
decide ir un paso más allá porque él será un auténtico filibustero al poner en
marcha todo un fingimiento pero…el caso es que va a aprovechar la ocasión para
que todo sea real. Una nueva vuelta de tuerca al asesinato que va a conseguir
que el ensayo general para la muerte sea la primera representación de una obra
inmortal. El tipo tiene el rostro de Carlos Estrada, ese actor argentino que
tenía que ser doblado una y otra vez en sus incursiones en el cine español por
su fuerte acento. Su mujer, es Susana Campos, atractiva y con un velo secreto
para esconder secretos sin velo. El médico es José Bódalo, perdidamente
enamorado de la señora de la casa. El productor de las obras del ladino autor
es Ángel Picazo, ambiguo como el que más, con la lengua viperina a punto y la
insidia presta. El inspector de policía es Roberto Camardiel, que trata de
desenmarañar todo el misterio a base de perseverancia. Su ayudante, es el joven
policía impulsivo y conquistador que actúa bajo el rostro de Carlos
Ballesteros. Y así, un chalet a las afueras de París se convierte en el
escenario improvisado de una obra que pasará de la intriga policíaca a la
tragedia porque un tipo se cree más listo que el resto de los mortales.
Y es que no es fácil
hacer que los demás crean que se ha cometido un asesinato mientras se declara
una y otra vez que se es inocente. Todo tiene que estar apoyado en pruebas
convincentes que se evaporarán cuando llegue el momento. La policía no puede
ser tan lista como un complicado entramado de pasiones amorosas y de despechos
arrogantes. Por encima de todo ello, está el próximo éxito de taquilla que
encandilará al público con su realismo en los diálogos, con el movimiento de
actores por el escenario, con la impecable dirección que reproducirá, paso por
paso, la encuesta e investigación policial. El ensayo general para la muerte
está listo…y solo hace falta que suba el telón para que el mecanismo empiece a
funcionar.
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