miércoles, 25 de octubre de 2017

ENSAYO GENERAL PARA LA MUERTE (1962), de Julio Coll

La imaginación es una bestia que necesita de alimento real. Quizá, por eso, hay que buscar elementos reales para crear una obra de teatro que refleje fielmente las reacciones humanas. Y para eso no hay nada mejor que urdir un inicio de trama para saber exactamente cómo se va a comportar la policía, qué expresiones va a utilizar el médico amigo de la familia, cómo se va a mover la equívoca doncella, cuál es el próximo paso del astuto policía…solo que, a veces, la realidad supera a la ficción.
Así que el creador decide ir un paso más allá porque él será un auténtico filibustero al poner en marcha todo un fingimiento pero…el caso es que va a aprovechar la ocasión para que todo sea real. Una nueva vuelta de tuerca al asesinato que va a conseguir que el ensayo general para la muerte sea la primera representación de una obra inmortal. El tipo tiene el rostro de Carlos Estrada, ese actor argentino que tenía que ser doblado una y otra vez en sus incursiones en el cine español por su fuerte acento. Su mujer, es Susana Campos, atractiva y con un velo secreto para esconder secretos sin velo. El médico es José Bódalo, perdidamente enamorado de la señora de la casa. El productor de las obras del ladino autor es Ángel Picazo, ambiguo como el que más, con la lengua viperina a punto y la insidia presta. El inspector de policía es Roberto Camardiel, que trata de desenmarañar todo el misterio a base de perseverancia. Su ayudante, es el joven policía impulsivo y conquistador que actúa bajo el rostro de Carlos Ballesteros. Y así, un chalet a las afueras de París se convierte en el escenario improvisado de una obra que pasará de la intriga policíaca a la tragedia porque un tipo se cree más listo que el resto de los mortales.

Y es que no es fácil hacer que los demás crean que se ha cometido un asesinato mientras se declara una y otra vez que se es inocente. Todo tiene que estar apoyado en pruebas convincentes que se evaporarán cuando llegue el momento. La policía no puede ser tan lista como un complicado entramado de pasiones amorosas y de despechos arrogantes. Por encima de todo ello, está el próximo éxito de taquilla que encandilará al público con su realismo en los diálogos, con el movimiento de actores por el escenario, con la impecable dirección que reproducirá, paso por paso, la encuesta e investigación policial. El ensayo general para la muerte está listo…y solo hace falta que suba el telón para que el mecanismo empiece a funcionar.

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