jueves, 5 de octubre de 2017

MOTHER! (2017), de Darren Aronofsky

El amor es lo más valioso de nuestro interior. Tanto es así que es como si fuera una joya irrepetible. No hay dos amores que sean iguales. Nacen de lo más profundo de nuestra alma y sirve de inspiración y de piedra angular. Sobre él, se edifica toda nuestra vida, todos nuestros sueños, todos nuestros proyectos, todas nuestras ilusiones. Pero, como cualquier joya, es algo delicado, frágil, que se debe cuidar renovándolo cada día con un simple gesto, con una pequeña atención. En el momento en que no se le hace caso, muere, se quema, se apaga, se extingue y desaparece.
Y todos deberíamos darnos cuenta de que el primer amor de cualquier mujer nunca es un hombre. Es un hijo o una hija. Ahí está la prolongación de sus deseos y de su físico. Nada hay en el mundo que sea más valioso. A menudo, las familias están expuestas a agresiones del exterior que acaban por ser enfermizas, destructoras y alienantes. Y lo peor de todo es que se tarda en reconocer esas agresiones porque siempre vienen disfrazadas de piedad, de solidaridad, de necesidad o de encanto por lo prohibido. Si no asumimos todo eso, estaremos condenados a volver a empezar una y otra vez y el fracaso será evidente. Ella lo dará todo mientras que los hombres sólo darán lo conveniente.
La náusea aparece según va avanzando esta historia que empieza con la inquietud para acabar en el derrape más delirante. Darren Aronofsky, el director, pone la trampa para, después, pegar un portazo y llevarnos por vericuetos religiosos, por rebeliones de masas deseosas de encontrar un motivo para destruir con la excusa en los labios, por el cuento de terror que no es más que la pesadilla de la realidad. Con un repertorio de planos bastante limitado (la cámara se limita a seguir a Jennifer Lawrence de espaldas, pasa a plano frontal para inspeccionar sus reacciones y termina con panorámica sobre lo que ve), nos propone una historia que capta y siembra y, de repente, lo hunde todo, se pasa a ver otra película, se deja arrastrar por la fácil provocación y lo obsesivo se convierte en un sinsentido bastante inútil, pretencioso, lejos de la fascinación de todo lo que nos había contado hasta ese momento. Y el espectador un poco más avezado, comienza a reírse de lo que parece ser una orgía de la ilógica, un premeditado asalto a las reglas con las que había comenzado para sumergirse en la anarquía y la evidencia. Aquí no hay una película, sólo hay media.

Mientras tanto, la brutalidad se cierne sobre la trama y pasa de ser obsesiva a tonta. Jennifer Lawrence se mantiene en lo alto en todo momento y Michelle Pfeiffer resulta absolutamente expresiva desde el primer momento. Javier Bardem resulta más eficiente que en otras ocasiones a pesar de que tiene que lidiar con un papel árido y poco cercano. Ed Harris, sencillamente, se limita a pasar y toser. Por lo demás, hay homenajes a La noche de los muertos vivientes, de George A. Romero y a El cuarto mandamiento, de Orson Welles, pero no es bastante. Después de todo, queda una cierta sensación a tomadura de pelo, que ya empieza a ser una constante en la filmografía de Aronofsky, y de lástima por no haber querido llevar al extremo esa relación agobiante y aplazada con esos extraños que, siendo pocos, consiguen irritar más que toda una turba descontrolada de fanáticos que se parapetan en mensajes de amor interpretados al libre albedrío de una masa que, por definición, no sabe pensar por sí misma. Ni tampoco actuar. Y sólo queda la náusea persistente a la que agarrarse para juzgar con claridad este despropósito.

8 comentarios:

dexterzgz dijo...

Pues suerte que no le hice caso a cierto gurú cinematográfico que me desaconsejó acudir al cine a verla y me aventuré a hacerlo, osado de mí. No seré yo quien ponga en los altares al tal Darren. Me gusta bastante "Cisne negro" y algo "Requiem por un sueño" si bien no comparto la locura colectiva que hay por tal film. Es más, y es mi opinión personal, te diría que esta "Madre" es un arrebato del chico y la respuesta lógica a los críticos por los varapalos - justificadísimos - que recibió por "Noe".

De entrada, te diré que me ha parecido una película fascinante, aunque como en todo que produce fascinación, tampoco sepa explicar muy bien los motivos que me han llevado a esa impresión. Es una película que cuanto más la pienso más coherencia tiene. Te reconozco que es una película excesiva en la que hay que estar muy centrado desde el minuto uno y desde ese arranque que a mí me parece prodigioso para comprender la deriva que viene después. Me parece un mérito que la película apueste de lleno por lo visual a pesar de esa austera planificación tan austera de la que hablas y de una fotografía no preciosista. Y que funcione, al menos en mi caso.

Yo concibo "Mother ¡" como un gran autosacramental de esos del medievo en los que estaba representada toda la humanidad y toda la divinidad de forma alegórica. Desde Adán y Eva, Cain y Abel, los mercaderes del templo, y hasta los Hermanos Marx. En efecto, los excesos amenazan con convertir una propuesta como ésta en una comedia involuntaria. En mi sesión también hubo gente que se rió en algunas situaciones pero también me parece lógica esa reacción. Lo grotesco no puede producir otra cosa.

Y no hablo más, que no quiero hacer spoilers ni resultar demasiado gafapasta. Pero además de a Romero y a Welles el homenaje a "La semilla del diablo" es evidente como también a "El evangelio de las maravillas" de Ripstein y a Buñuel. Y claro a los hermanos Marx.

Comprendo que es una propuesta radical, de esas que amas u odias de manera visceral. Yo iba muy escéptico y con la casi seguridad de que no me iba a gustar. Y me sorprendió, y esa sensación es muy agradable.

Abrazos creacionistas

César Bardés dijo...

Bueno, pues te unes a los del club que les parece fascinante una película como "Mulholland Drive" aunque les parece inexplicable.
Es interesante tu visión del auto sacramental y, desde luego, el elemento religioso está...pero ¿de verdad es necesario dinamitar todo lo que has contado en la primera parte de la historia -que sí resulta fascinante- para hacer que la película derive en una locura alucinada, de ambiente pesadillesco, sin pies ni cabeza, matando todas las reglas que habías impuesto hasta el momento? Es que si aceptamos eso, podremos aceptar cualquier cosa. Nos parecerá que las películas de Álex de la Iglesia (que podría haber firmado ésta perfectamente) son obras maestras incontestables (fascinantes pero inexplicables).
Tiene soluciones, además, que son infantiles de primero de jardín de infancia. "Dame el niño". No, no te lo doy. Ah, bueno, pues me siento en un sofá, nos miramos a la cara todo el rato y espero a que te duermas para arrebatártelo...Sí, ahí también tenemos "El tesoro de Sierra Madre", ya puestos...
"Cisne negro" era una propuesta también bastante radical, pero, sin embargo, todo tenía una lógica interna de cierta fascinación "explicable". Aquí vamos a joderlo todo y, sobre todo, vamos a descuartizar a un niño, que eso le mola al respetable.
Me alegro de que te gustara.
Abrazos apocalípticos.

dexterzgz dijo...

"Mullholand Drive" ni me parece fascinante ni le encuentro lógica posible. (esa es otra que siempre digo que le voy a dar otra oportunidad) A esta sí se la encuentro.

Hombre, la aparición de Harris y la Pfeiffer (¡¡ qué gran mujer ¡¡¡) ya te dicen que la peli muy normal no va a ser. A mí desde luego me puso sobre aviso sobre lo que iba a venir después. Está claro, al menos para mí repito, que en algún momento se va a partir la baraja por algún lado, cosa que no siempre se ve en las pelis de Alex en las que el desparrame suele resultar por lo general más gratuito y es más difícil verlo venir por mucho que sea inevitable como marca de la casa.

Veo que lo del niño descuartizado te dejó traumatizado (pedazo de spoiler ¿no?).

Penicengiate, Bardés.

Abrazos desde el fregadero

César Bardés dijo...

Lo del niño descuartizado no es que me deje traumatizado, evidentemente agradable, no es. Y ya hemos hecho suficientes spoilers en otras ocasiones como para andarme ahora con milongas. El que entra en los comentarios ya sabe a lo que atenerse.
Si yo no le pido a Aronofsky ni siquiera que la película sea normal. Digo que me parece bastante más fascinante esa aparición del matrimonio que, poco a poco, va apropiándose de la casa que no todo lo que ocurre después que rompe con todo lo que te ha contado hasta ese momento (vale, no es demasiado lógico pero yo acepto esa imposición de reglas siempre que se respete). ¿Podríamos decir que lo que viene después no es gratuito? Bueno, según se mire. A mí me parece un derrape de cojones, muy preocupado por la religiosidad del asunto, desde luego, pero un derrape. ¿Qué me quiere contar con todo eso? ¿Que el amor perdura por encima de los egoísmos y vanidades del ser humano? ¿Que lo divino es tan malo como lo humano? Joer, vaya, gracias, Darren.
Todo, absolutamente todo, gira en torno al deseo de la Lawrence de ser madre. Y a partir de ahí es cuando Aronofsky articula un subproducto que trata de sumergir en la violencia del hecho materno, en las continuas intromisiones exteriores, en la presión social y, desde luego, en el egoísmo de narices. Lo que no se puede es hacer una propuesta radical con una lógica interna (que se puede aceptar más o menos) y luego convertirlo todo en una pesadilla al mejor estilo de "The twilight zone" pero a lo bestia. Trata de hacer un cuento de horror en el que disipa todo el agobio que se ha ocupado de construir cuidadosamente (y algo precipitadamente) en la primera parte, para sustituirlo por el pánico hacia las masas, por las debilidades del ser humano que, en el fondo, lo único que quiere es arrancar el amor de las entrañas del aún más débil. Que me parece muy bien, pero no es nada nuevo, no es nada elegante, no es nada lógico, no es nada aceptable y no es nada salvable, salvo, por supuesto y fuera de toda duda, las interpretaciones de Lawrence y de la Pfeiffer (que, recordemos, solo sale en la primera parte).
Penitenciagite me no no nothing.
Abrazos desde la pared.

Unknown dijo...

Buenas,
Vista a ayer a las tantas, en horario de quedarse dormido, pero como a Dexter a mí la película me ha gustado y vaya si me mantuvo bien despierto, eso sí ante el despotricamiento general y poco respetuoso de parte de los espectadores (muchos chavaleria que pienso que no sabían muy bien de que podía ir esto) y a los cuales comprendo en cierta forma, eso sí, no que lo hicieran en voz alta. ;-)

Darren Aronofsky lo ha vuelto a hacer, se ha sacado de la manga otro de esos puñetazos que dividen tanto a los espectadores, para algunos un cine vacuo y pretencioso para otros rompedor, original en cierta forma y reflexivo. Personalmente, este cineasta (me gusta pelis como Pí, Requiem por un sueño, El cisne negro, La fuente de la vida o El luchador, esta menos arriesgada) me parece de lo más interesante y con su "Madre!" ha tirado la casa por la ventana porque hay que tener valor para arriesgar tanto con una peli como esta, un relato avasallador tanto visual como narrativamente, anarquico, reflexivo y que puede ahondar en lo ridículo si cometes el fallo de tomártela de forma literal, su simbología más o menos clara pone las cosas en su sitio (creo la Biblia campa a sus anchas). Otro soplo de aire fresco entre tanta corrección, quizás la experiencia subjetiva roza algo el agotamiento y aunque seguramente algo buscado por Darren, me hubiese gustado poder tener la ocasión también de ver su primera parte con una puesta en escena algo más clásica, no tan arrolladora, ahondando en la subjetiva solamente cuando empieza a desmelenarse todo (a sabiendas de que sé que el relato está contado siempre desde el punto de vista de ella). Una de esas películas que da miedo recomendar a alguien por lo atrevido y radical de la propuesta pero que sabes que si entras en el juego te arrollará gratamente como si de un tren de mercancías se tratase.
En cuanto a Noé, Dexter, decirte que personalmente pienso que "Noé" nació como producto comercial con el que Darren tuvo que comulgar para que tuviese libertad total con esta película, y vaya si la tuvo. Para mí, "Noé" es su película menos interesante de largo y más alejada de lo que son las constantes de su obra.
Saludacos

César Bardés dijo...

Sí, desde luego, la Biblia está presente durante todo el metraje. Bardem es Dios y la chica es la creación, la madre naturaleza. La Pfeiffer es Eva y Harris es Adán y por allí aparecen Caín y Abel. La madre naturaleza se defiende pero el ser humano la maltrata y ya es demasiado tarde y el niño es Jesucristo y todo lo que tú quieras. LA metáfora está servida. Pero, como todo, eso está sujeto a la brillantez del individuo. Brillante, para mí, es coger la novela de "El corazón de las tinieblas", de Conrad y convertirla en una historia sobre Vietnam y el absurdo de la guerra, pero, para mí, esto no es brillante. Es un absoluto desbarre que sólo se sostiene en la primera parte. Esto no es aire fresco, es aire viciado, turbio, bastante manoseado, como el niño. La propuesta es radical, sin duda, y atrevida y todo lo que quieras. Pero de ahí a considerar que la cosa es buena y certera...supongo que es una cuestión de sensibilidad y que la mía está por los suelos, pero yo no veo la brillantez por ningún lado.
Darren Aronofsky corre el riesgo de ser uno de los directores más sobrevalorados de la historia. Sigo diciendo que "Cisne negro" es una de sus mejores película (me gustó mucho "Pi") y me quedo pasmado al asistir cómo, arrastrados por el nombre, ya empieza a haber defensores bastante furibundos de "Noé" (no me refiero a ti, Suso, es que lo estoy leyendo por ahí). En cualquier caso, por supuesto, esto es una mera cuestión de gusto, de apreciar si lo que hace Aronofsky es una bobada o una genialidad y cada uno lo hace con lo que sabe y con lo que tiene.
Saludillos.

Unknown dijo...

Bueno, no sé lo que habré puesto concretamente, me da pereza leerme ('je,je!9, pero no me parece una genialidad tampoco, Cesar, me ha gustado la propuesta y me ha parecido arriesgada y radical (de ahí lo del aire fresco). En cuanto a Noé, es la película que precisamente no me gusta de él, la más plana y la que menos me dice. Claro que es cuestión de gustos, hombre, faltaría más. A mi Godard no me dice nada y Truffaut en muchas de sus pelis (y algunas son de las más señaladas) me dice poquito y está en los altares...¡fíjate si es cuestión de gustos! No se puede evitar. ;-)
Saludos.

César Bardés dijo...

Que una propuesta sea arriesgada y radical, para nada quiere decir que sea buena. Que se lo digan al mismo Godard. En cambio lo de Truffaut...ahí sí que me das en las partes bajas porque sí que me parece uno de los más grandes cineastas europeos de todos los tiempos.
En cualquier caso, intento explicar por qué no me parece una buena metáfora.
Aronofsky...¿qué busca con la metáfora? ¿Decir unas cuantas verdades a los creyentes? Para eso, hace un retrato de un Dios que pasa de todo salvo de que le adoren, le pirra que le adoren, le vuelve loco. Además, Dios no se inspira, es incapaz de "crear"...solo "crea" algo divino cuando hace algo tan humano como procrear. ¿En qué quedamos...es divino o es humano? ¿O solo es divino cuando a Aronofsky le conviene y humano cuando quiere espantarnos? La Madre Naturaleza se retrata como una tía débil, que deja que le invadan la casa, que...¿está enamorada de Dios? ¿En serio? Es decir...¿se enamora de su creador? Eso, bajado al terreno humano, es casi un incesto...¿La Madre Naturaleza enamorada de Dios? A lo mejor, si lo hubieras hecho al revés, podría valer, pero así no cuela.
Por otro lado, Adán y Eva, partiendo que, desde luego, solo el catolicismo fundamentalista y los Testigos de Jehová se creen eso...resulta que están dibujados como un par de salidos, irrespetuosos, que lo que quieren (especialmente ella) es corromper cuanto tocan. Él está malísimo (¿?), pero tiene fuerzas para echar un kiki salvaje. Tiene una sospechosa herida en un costado (¿la costilla de Adán...no me hagas reír) y a pesar de que la Madre Naturaleza le dice que no fume, lo hace como un carretero, incluso en el territorio de la Madre Naturaleza.
Caín y Abel...vale...el niño malo y el bueno (en realidad, dos niños mimados y bastante gilipollas -me refiero a la Biblia-). Caín se va pero...ay, se olvida de la cartera...un detalle que, sinceramente, me hizo reír.
La segunda parte, sinceramente, un auténtico derrape...Los bombardeos, la casa invadida por una turba...lo que comentaba antes con Dexter cuando Dios quiere arrebatarle el niño a la Virgen...esperando a que ella se duerma. Genial, "El tesoro de Sierra Madre" versión religiosa, el descuartice del niño...fantástico. Y luego la Madre Naturaleza se prende fuego para que Dios comience un nuevo principio. Eso es cosecha propia de Aronofsky...¿Cuál es el motivo para un nuevo principio? ¿Que vuelvan a adorar a Dios? ¿De verdad? Será una metáfora, pero es pobre. Será una cosa brillante, genial, o incluso buena, como quieras llamarla, pero es para los fácilmente impresionables. No quiero ni pensar lo que diría Kubrick al ver esta película (aún asumiendo que estaba como un cencerro y que era monomaníaco y todo lo que quieras).
Saludos.