Ah,
los setenta. Aquellos años en los que en las colinas de Hollywood corría la
droga como si fuese agua, la horterada era el signo más inequívoco de estar en
la onda, los asesinatos en las laderas de Mulholland Drive eran el titular de
todos los informativos y el rojo era un estallido de furia que obligaba a
apartar la mirada. También fueron los tiempos del postureo antisistema y del
auge y expansión del porno como cine de arte y ensayo. Ah, los setenta…
En medio de tanta psicodelia
y tanta traición aparecen dos tipos que se dedican a lo mismo solo que uno de
forma legal y otro, no tanto. Tienen que andar entre insinuaciones, ligues
fáciles, corrupciones políticas y judiciales y encima intentan mantener su
integridad en un mundo en el que eso es sinónimo de idiotez. Uno de ellos es
despreocupadamente brutal, algo corto uniendo pistas y con vocación de barriga
de foca. El otro es un detective privado de cierta inteligencia pero no se
aprecia demasiado a sí mismo y cree que el fracaso es su licencia así que tiene
que recuperar la autoestima si desea volver a ser un hombre. Ardua tarea para
alguien que no tiene fe en lo que hace aunque lo hace muy bien. Y aún más si
cuando el tipo bebe un par de copas y pierde el norte, el sur, el este y la
pistola.
Así pues ya tenemos la buddy movie montada con estética de rojo
setenta, previsible y también acertada banda sonora de éxitos de la época,
algún que otro momento confuso y personajes que no se sabe si van o vienen
entre tanto cuelgue y tanta mamarrachada. Eso hace que la investigación que
llevan a cabo sea más complicada porque nadie es quien dice ser y, no solo eso,
sino que nadie es quien dice ser debajo de su disfraz a la moda. Hay algún que
otro instante de buena acción, aislados diálogos de cierta química entre
Russell Crowe y Ryan Gosling y pare usted de contar, buen hombre, que el whisky
no es de marca.
Resulta difícil
sobrevivir en un mundo tan agobiante de pelos afroamericanos, camisas de cuello
kilométrico, pantalones de campana y coches de colores espeluznantes pero un
revólver sigue siendo un arma aquí y entonces y eso no deja de ser una garantía
para que la gente cante. Incluso cuando, en ocasiones, más vale poner pies en
polvorosa. El caso es que el intento queda abierto para posibles segundas
partes y se queda en un aprobado por los pelos y porque tiene un par de tipos
de ciertas garantías en la cabecera de cartel. Lo demás es que no deja de ser
ruido, cosas ilógicas, comportamientos desquiciados y desnortados, adoración por
la extravagancia hasta tal punto que llega a ser más importante la estética que
la ética del asunto y la risa aparece en contadas ocasiones por mucho que se
quiera vestir la historia con los colores chillones de una comedia de acción
pasada de tiempo. Ningún policía molesta a los protagonistas, muchas ideas
abiertas y pocas bien desarrolladas, Kim Basinger sale un poco, muy poco, y
empieza a ser una sombra estirada de una de las mujeres más bellas del cine
aportando lo mínimo, la hija de Ryan Gosling es un personaje que parece metido
con calzador y Shane Black, aquel director que nos divirtió con la tercera
parte de Iron Man precisamente se
cree que es muy divertido. Insuficiente para que apreciemos la buena idea de
juntar a dos buenos tipos en el Hollywood fétido y colgado de los años setenta
3 comentarios:
A ver, vamos por partes. Yo la verdad que salí muy risueño de la película. Me reí un montón, lo pasé muy bien y tal. Ahora leo y oigo comentarios entusiastas, súper entusiastas diría más bien, tanto que sospecho que ya muchos alientan la etiqueta de comedia de culto. Y por ahí no paso.
La película está bien, merece la pena verla, pasas un buen rato y te ríes. Sospecho que a mí me gustó más que a ti y la valoro más en positivo. Es una película que va de menos a más, claramente. La historia es algo disparatada, empieza que no sabes muy bien dónde te lleva, pero poco a poco se va encauzando la cosa. Algo así como un cruce imposible entre Mel Brooks y Tarantino.
Por encima de todo, "Dos buenos tipos" es eso, dos buenos tipos. Y disfrutar de la química de Crowe y Rosling y de éste último haciendo el ganso como nunca. Gosling está sembrao en el papel de pringao. Y ¿soy yo o Russel Crowe está más John Goodman que nunca? Desde luego, la coraza del Gladiator me da a mí que ya no le entra. Y sí la última escena en el bar huele a "Dos buenos tipos 2" que echa para atrás.
Abrazos, campeón
Vale, ya dije que no la he visto, pero ¿cuando eso me sirvió para mantener el silencio?. De lo que os leo entresaco alguna conclusión. Ppelícula simpática, a ratos divertida, bien interpretada, con cierta química (imprescindible en una buddy movie) entre los prot-antagonistas. Pero también creo ver alguna otra cosa, cierta previsibilidad, incluso para el que no os haya leído (esa también fue una de las razones que me hizo no buscar un hueco que en todo caso se antojaba complicado), lo de la pistola perdida que leo es cosa que ya nos contó Waler Hill en aquel film inicíatico de este ¿género? y le pasa a Nick Nolte en "Limite: 48 horas". A medio camino entre la película de acción y la bufonada (¿Tarantino y Mel Brooks?, pues eso). Una busqueda de la risa antes que una peli que busca resultar ligera y no tomarse demasiado en serio.
Eso de usar el humor para elevar la cinta tampoco es fácil de conseguir y el dificil control de su medida puede convertir el film en una chorrada o en una película de interés generando buen rollo. Por poner un ejemplo, creo que Soderbergh en "Ocean´s eleven" casi logró un pleno al quince. Tampoco Hill en la mencionada anteriormente le anduvo lejos. Sin embargo, el uso del humor a veces se convierte en un inconveniente que hace que aunque la película te resulte entretenida y pases un buen rato, se convierta en una chorrada a la que tampoco habría que hacer demasiado aprecio, en este sentido yo me atrevería a incluir "2 guns" que mucho alaban de la misma forma que dice Dex de esta, con un entusiasmo que a mi me parece desmedido.
El equilibrio es complicado, y la época y la estética tampoco ayudan pues mueven más hacía la astracanada (bien traido aquí dado que la moda de los 70 usaba mucho astracán) y el descontrol que hacía un ritmo más contenido...entiendo en todo caso que n estamos ante Ben Stillar y owen Wilson haciendo el idiota en "Starsky y Hutch" y que los dos actores pueden hacer reir, o sonreir, sin que dé vergüenza ajena.
Abrazos de campana
Por eso le doy un aprobado peladito. Quizá yo tenga un sentido del humor algo anticuado pero tampoco me pareció tan graciosa aunque, sin duda, tiene esa intención. Pasas un rato, lo pasas bien y tal pero a mí no me deja ningún poso. El intento de hacer de ella una película de culto es exageradísimo y una muestra más de que se trata de encontrar culto donde no lo hay. Hay una cierta repetición de clichés, como bien dices, Carpet, hay cosas que son copiadas de otras "buddy movies" y es que el esquema, en sí, se me antoja demasiado visto. Estuvo muy bien, Dex, esa referencia que citaste ayer sobre Hill y Spencer porque se acerca demasiado a ese modelo (vale, a lo mejor de ese modelo que podría ser la saga Trinidad, por ejemplo). El problema es que todo en la película es atractivo y, salvo la pareja protagonista que sí destila una cierta química...nada lo es. El humor bordea lo grueso, las secuencias de acción...psé...la trama puede serlo un poco más y sin embargo es muy prisionera del ambiente. Y parte del problema, creo, reside en el hecho de que Shane Black se cree muy divertido y no lo es tanto porque tampoco los diálogos son maravillosos. Pones como ejemplo "2 guns" y me parece que, en el fondo, es una película que llega a sus objetivos con mucho más claridad que ésta.
Está claro que no, que no son Stiller y Wilson (el personaje de Gosling bandea de un lado a otro hasta desembocar en un cliché algo sobado). Y, sí, Dex, Crowe debería fijarse un poco en la dieta ("...con vocación de barriga de foca...") y, desde luego, hasta quizá te diría que, no por edad, pero John Goodman sacaría mejor el papel que Crowe y entendería incluso que rebosaría más química aún con Gosling.
Abrazos con cuellos de águila.
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