viernes, 8 de febrero de 2019

EL CAIRO CONFIDENCIAL (2017), de Tarik Saleh

El laberinto de las intrincadas calles de El Cairo es tan complejo como el mapa de la corrupción en todos sus estratos. Cualquier cosa, por pequeña que sea, se mueve por dinero. Y sobre los ceros de un billete también se halla el Comandante Noreddin. Sabe que si ese dinero no lo coge él, lo hará cualquier otro. Y su vida ya está demasiado raída. Sólo tiene un retrato de un tiempo fugaz de felicidad y una televisión estropeada. Y aún así, trata de estar vigilante a través del caos de gente y tráfico. Es una tarea imposible. Y al Comandante Noreddin le gustaría ganar alguna vez.
Todo va a medias con su tío, jefe de la comisaría. Con él, participa del botín y obtiene protección. No está mal. Sin embargo, a Noreddin le gustaría llegar al fondo de este nuevo caso en el que parece que hay alguien poderoso por en medio. Demostrar, aunque sólo fuera una vez, que la policía funciona, que, a pesar de todo, se resuelven asesinatos comprometidos, que Egipto es un país en el que, en algún aspecto, merece la pena vivir. Sin embargo, sólo se encuentra con un mar de corrupción insalvable. Una testigo que no aparece, un buen puñado de intereses creados en medio de la dictadura de Hosni Mubarak, una mirada aún más desencantada. Mientras tanto, los sospechosos desaparecen, la prostitución de lujo le tienta en la orilla del deseo, la seguridad estatal se le echa encima porque también quiere una parte del pastel. Incluso el principal sospechoso se aviene a dejar un maletín lleno de dinero con tal de que el asunto no trascienda demasiado. Es como luchar contra gigantes que nunca aparecen. Es como arrojarse por puentes en un precipicio sin final.
Noreddin cae hechizado por un entramado de vicio del que no está seguro de salir, pero, de alguna manera, también quiere probarse a sí mismo y ver hasta dónde puede llegar. Su heroísmo no tendrá pago y su verdad se ahogará entre los gritos de una revolución que jamás venció. Las luces de El Cairo caen sobre él de forma implacable, recordándole que todo el mundo tiene un precio y que lo único que está haciendo él es renunciar al cobro.

Excelente película egipcia, con dirección de Tarik Saleh, contada con la conveniente dosis de confusión ambiental para que la investigación policial sea lo suficientemente clara. Fares Fares, en la piel del Comandante Noreddin, se debate en su mar de dudas, de indecisiones aunque siempre parece saber lo que hace y consigue una interpretación valiosa, cansada y llena de experiencia. A su alrededor, el mundo parece ya irremediablemente desconchado de delincuencia y marginalidad y el crimen siempre tiene el respaldo de una identificación policial. Es imposible acabar con la maldad de una ciudad que se ahoga a sí misma aunque se pueda contar con el testimonio inapreciable de una camarera sudanesa que sobrevive con inteligencia. Al fin y al cabo, ése es un tesoro que, en El Cairo, pasa muy desapercibido. Por mucho que, en algún rincón de sus retorcidas calles haya un policía que ha decidido hacer lo correcto caiga quien caiga y la recompensa sólo sea un buen puñado de patadas de la multitud. Esa misma que pide justicia para, luego, pisotearla en la calle. Es El Cairo Confidencial. Es la realidad que, con toda seguridad, nadie quiere ver.

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