viernes, 15 de julio de 2022

¡JO, QUÉ NOCHE! (After hours) (1985), de Martin Scorsese

Con este artículo de verano urbanita, cerramos el blog ya hasta el jueves día 1 de septiembre para que el verano sea lo que tiene que ser. Una noche prolongada de disfrute y de encontrarnos de nuevo. No dejéis de ver cine, si no, las criaturas nocturnas acabarán por hacer de nosotros estatuas inmóviles. Abrazos para ellos. Besos para ellas.

La noche en las calles de Nueva York debe ser como visitar los rincones del infierno en pleno agosto. Los monstruos escondidos salen de los interiores de las personas y se desparraman bajo la lluvia torrencial o entre las rarezas del alma. Puede que haya algo de vida dentro de unas mediocres esculturas de yeso disfrazadas de arte alternativo. Puede que los ejemplares de la flora y de la fauna urbanita sean cada vez más extraños e, incluso, algo indeseables. Hasta es posible que el taquillero del Metro sea algo inusitado. Y ahí mismo, entre las telarañas de lo nocturno y de la ensoñación, comienza a tejerse una situación tras otra, con aires kafkianos de asfalto y cemento. Todo comienza con un ligue casual mientras se lee un libro de Henry Miller. Y, a partir de ahí, todo viene rodado. Aunque también es una demostración preclara de que el destino tiene algo de circular. Paul Hackett será un Ulises perdido entre islas de sirenas y Polifemos de portería. No sabrá regresar a casa. Cuando lo consiga, no le esperará ningún reinado esplendoroso, ni ninguna Penélope ansiosa. Sólo obtendrá la rutina de todos los días. Y esa noche que parecía no acabar nunca en un mar de pesadillas será algo que rompió con todo y que le hizo sentir vivo…y muerto.

Y es que, cuando llega lo diferente en oleadas, puede que se llenen todos los tarros y todo te dé igual. Paul lo experimenta en su propia carne. Una música ajada, una chica desinhibida, otra desequilibrada, un barman disperso, una camarera incapaz de acertar, una mujer madura de cierta serenidad que también esculpe, una loca de la buhardilla con ínfulas paranoides…Paul, vas de piedra en piedra y a cada cual más áspera.

Martin Scorsese dirigió esta película con la idea de trasladar a Kafka al mismo centro de Nueva York, una ciudad a la que él pertenecía y que conocía como la palma de su mano. Además de Griffin Dunne como protagonista (y también productor), el director contó con un reparto muy eficaz compuesto por Linda Fiorentino, Teri Garr, Catherine O´Hara, John Heard, Tommy Chong, Verna Bloom y la aparición nada casual de Dick Miller, el protagonista de Un cubo de sangre, de Roger Corman, película con la que Scorsese traza diversos paralelismos esculturales y siempre muy sospechosos.

Un billete de veinte dólares aún vuela sobre el cielo de la ciudad buscando un dueño que le guarde en el bolsillo. Travis Bickle también parece tener una actuación como estrella invitada mientras sólo quedan noventa y siete centavos en el bolsillo. Y, además, hay alguno que se las da de caritativo. Ciudad de monstruos encerrados en sus propias formas que se desatan cuando llega la eterna e inacabable noche. Nueva York es como una mujer que se te ofrece y, cuando aceptas su invitación, cierra las piernas. A veces, no es posible ni hacer una simple llamada telefónica. Todo se confabula para que Paul no llegue a su destino, y, sin embargo, llega. Con muchas dificultades. Con profunda decepción. Con Mozart como fondo y la informática como bienvenida. Buenos días, Paul. La noche ya pasó.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Fantástico leerte, como siempre...

dexterzgz dijo...

Me han dado unas ganas terribles de revisar esta película después de leerte. Es lo que tienes, amigo. Lo peor que tiene está película desde luego es su título en castellano. Yo muchos días me la encuentro en mi top 5 particular de películas de Marty y hasta me sorprendo a mí mismo. Pero es que es una puñetera maravilla, una comedia alocada y descerebrada, pero a la vez profundamente racional, algo que sólo puede hacer gente como el Cejón en una época en la que le dio por hacer otro tipo de cine que el público no reconocía (El rey de la comedia es otra película olvidada injustamente).

Volveré a verla en una época en la que por muchas razones pillar un rato para ver una película es un auténtico lujo. Te deseo buen verano y espero verte a la vuelta con energías renovadas (me refiero a las mías que ya sé que tú vas sobrado).

Abrazos enyesados

Anónimo dijo...

Desde la playa, por fin descanso, os deseo un verano maravilloso.
Con menos sorpresas angustiosas de las que sufre el protagonista de esta increíble peli.
Dex habla de su top 5, pero yo la pondría aún más arriba. Para mí es una peli imprescindible que habla de mucho más que de un tipo al que se le complica la noche.
Por cierto que has hecho un buen repaso al reparto sin reparar en Cheech y Chong....como flotas, tío.

Pasado un maravilloso verano.

Se os quiere mucho.

Abrazos siempre.

Carpet

César Bardés dijo...

Gracias al desconocido del primer mensaje. Un placer y gracias por tus palabras.
Dex, sí, sin duda es una de esas películas pequeñas que son grandes porque su realizador quiere que sean así. Scorsese tiene algunas de estas películas que no están nunca en el podio de su filmografía, pero que serían cumbres inalcanzables para otros directores que han rogado por hacer películas así. A mí me parece un prodigio de ritmo, de contención, una película que se le podría haber escapado con enorme facilidad y él la convierte en un cuento urbano delicadamente construido y con cierto aire pesimista que apenas se nota. Hay que reparar en ello, como en tantas películas que nos ha regalado el amigo Martin.
Carpet, nunca entendí demasiado el éxito de Cheech y Chong. Sé que había legión de seguidores y que "Cómo flotas, tío" y "Como humo se va" fueron películas señeras en los ochenta para los que le daban dos o tres caladas al canuto, pero nunca hallé la gracia. Quizá porque fuera un género que estaba lejos de mí, que lo sentía como ajeno y porque en la época (esa época en la que eres joven y estás en absoluta posesión de la verdad) incluso lo despreciaba.
Espero que estés disfrutando el verano.
Abrazos a los tres.