Las rivalidades en
cualquier profesión que suponga estar de cara a la galería con el fin de vender
una imagen están a la orden del día. Ya se sabe. Uno está en televisión,
ocupándose de su área de noticias, o de su programa, y faltará muy poco para
que un competidor de otra área completamente distinta comience a sembrar
trampas en el camino. Y si, además, se cruza una mujer por en medio entonces ya
puedes apagar el micrófono. No habrá más que lugar para la inquina olvidándose
de todo matiz profesional. Una jugada allí, una palabra de más aquí, un ripio a
consecuencia de un error, la ridiculización a la menor oportunidad…Todas esas
cosas son algo corriente. Las noticias no tienen piedad, salen cada día, y hay
que contarlas lo mejor posible. Si se imprime algo de estilo en el trabajo,
mejor. Si no, lloverán los comentarios sobre lo grisáceo, sobre la inanidad,
sobre lo prescindible que eres. Apaga el teleprompter y a otra cosa. Las
noticias de hoy a las nueve. Buenas noches.
Debe ser agradable
creer que eres mejor, que eres la persona más agradable del mundo mientras te
introduces a través de la pantalla plana en los hogares de miles de personas
deseando digerir la ración de morbo de cada día. O a lo mejor no. Todo depende
del grado de vanidad, muy a menudo alimentado por los ceros del salario, que
seas capaz de acumular. Por supuesto, en esto de informar hay que tener más
cuidado que un elefante en una cristalería porque no falta el matiz que se
quiera dar a la información, pecado sempiterno del periodista que debería
limitarse a dar la información objetivamente, sin aditivos, creando, de verdad,
el sentido crítico en el espectador. Sin embargo, al fin y al cabo, las
noticias son también un producto y hay que venderlas a la clientela que las
desea comprar. Mal asunto. Pasamos a la información exterior.
James L. Brooks, más
tarde creador de Los Simpson, realizó
esta película adulta que habla sobre problemas de adultos mientras tienen que
ofrecer su mejor cara a la audiencia millonaria de una cadena de televisión.
William Hurt, Holly Hunter y Albert Brooks son los tres competidores que
quieren crecer y multiplicarse profesionalmente. Los dos hombres son los
presentadores y ella es la productora y, por tanto, la encargada de poner algo
de paz entre ambos, algo realmente difícil cuando ella es parte del objetivo
discordante. En cualquier caso, el trabajo de los tres es digno de mencionarse
porque son creíbles y dan vida a esas emisiones que parecen tan fáciles en el
telediario de cualquier cadena. Además, los diálogos no tienen desperdicio. Es
como si Brooks, el director, estuviera ensayando para lo que vendría después.
Así, pues, pasamos a deportes. La liga parece muy competida después de los últimos varapalos de los equipos menos importantes. Por allí aparecerá la sombra del colegio de árbitros, intentando poner orden en el comité de competición. Y, desde luego, los titulares llamarán cada vez más la atención. Tanto…que acabaremos por no prestar ninguna.
2 comentarios:
A mí esta película siempre me ha parecido maravillosa. La volví a ver no hace mucho y creo que se ha quedado "vieja" pero en el sentido menos peyorativo de la palabra. Es decir que hace que te das cuenta de cómo han cambiado las cosas para mal. Y mira que ya hay un par de avisos de navegante, que en plena época del post - reaganismo tampoco era oro todo lo que relucía. Por otra parte le viene muy bien el calificativo que le pones de comedia " adulta" muy alejada de otras de esa misma época. Con tres actores además en estado de gracia, los tres están maravillosos, cada uno en su sitio, todo muy bien puesto y bien medido. El final me parece tan bonito y tan profundo. Me encanta.
Abrazos en tres, dos, uno, en el aire.
Siempre me ha parecido una película estupenda. Y sí, ha terminado por ser profética. Hay un detalle muy significativo en la película y es la aparición especial de Jack Nicholson que ni siquiera fue acreditada y que eleva la historia, dejando bien claro que en un mundo, en teoría, pensado para hacer un servicio público, el egoísmo y la cartera es lo que se halla en primer lugar. Y dices bien acerca de los tres actores. Están fantásticos porque en ningún momento se le ves forzados. Están cómodos, saben que la historia es buena y que están haciendo un buen trabajo. Sí, es una buena película. Y dudo mucho de que, ahora mismo, haya una película tan valiente en relación con los medios de comunicación.
Abrazos en las noticias deportivas.
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