jueves, 21 de octubre de 2021

EL BUEN PATRÓN (2021), de Fernando León de Aranoa

 

Quizá no haya ninguna duda de que, detrás de esos intentos de amistad y de ese ensayo de paternalismo algo irritante que exhiben algunos empresarios, siempre está la sonrisa del dividendo. Todo por el bien de la empresa que, al fin y al cabo, es la casa de todos y el lugar donde confluyen los intereses de unos y de otros. Eso también incluye el hecho de que hay importantes vueltas de tuerca atribuibles a las personas bajo su mando. Lo que comúnmente viene siendo la sempiterna tocada de narices, por no decir algo peor.

Y esa imagen de razón, de comprensión algo forzada, de tiempo perdido en beneficio de un mejor y mayor rendimiento, tiene un límite. Llegado determinado momento, el poseedor del capital irá a la raíz del problema y tratará de ponerle fin como sea, aunque tenga que tragar sus raciones de cesión, también por no decir algo peor. Claro que, en muchas ocasiones, él mismo se lo busca. Menos amistad, menos paternalismo y más justicia porque la erótica del poder esconderá todos los sentimientos. Los de los subordinados y los suyos. Y esa represión nunca es buena. Lo dicen las horas echadas en busca de un euro más, o de un reconocimiento más, o de una buena porción de vanidad.

El director Fernando León de Aranoa no desaprovecha la oportunidad para que siempre se tenga la sensación de que, tras esa máscara de amabilidad, tras esa búsqueda desesperada de la palabra adecuada para cada situación, existe un cinismo que bordea lo pecaminoso. Para ello, cuenta con la colaboración de un Javier Bardem que resulta divertido en algunos momentos y que se acerca peligrosamente a los registros de un Anthony Quinn moviéndose por trechos incómodos y convincentes. En algún momento parece que se entretiene en asuntos sin demasiada importancia, pero el conjunto no deja de ser una especie de tragedia con una cuenta de explotación cómica. Y es que la tensión empresarial por ensanchar el horizonte de los resultados a través de subvenciones y prebendas es muy tentadora en determinadas circunstancias.

Así que más vale hacerse valioso de alguna manera porque, si no es así, cualquiera puede convertirse en un elemento prescindible. Y a veces, incluso, en un estorbo. Por el camino habrá alguna que otra treta para extraer información, perplejidad a raudales porque, muchas veces, se oye la misa a medias y, desde luego, un buen puñado de versiones de hechos tergiversados que siempre juegan a favor del más poderoso. Eso sí, sin dejar de tomar unos cuantos gin-tonic, un cafetito de vez en cuando y  alguna juerga a cargo del presupuesto. Los dividendos son así de caprichosos.

La música interpretará un papel fundamental en la función porque la realidad, sin melodía, es sólo el oficio de protestar en balde. Las balanzas deben estar calibradas, equilibradas y dispuestas, aunque escondan algún que otro proyectil y más de un defecto del siempre veleidoso devenir empresarial. Son muchas voluntades encontradas y los fallos sólo se permiten hasta cierto punto. Y que cada uno se apañe como pueda, señores. Sólo faltaría que, además de pagar un sueldo, y seguros sociales, e impuestos de renta y de sociedades, también haya que ocuparse de los problemas personales de cada uno para que vayan contentos a trabajar. Dentro de una familia, todos van encantados de la vida, porque se crean vínculos muy fuertes. Todos los que emanan del artículo treinta y tres.

4 comentarios:

dexterzgz dijo...

Me apetece verla. He leído que Aranoa se acerca al estilo de las comedias y en general del cine social italiano de los 70 (Monnicelli, Petri y esa peña). Que supone una especie de reverso cómico de "Los lunes al sol" (que a mí tampoco me termina de convencer), quizá porque la mejor manera de atizar con un tema como éste en estos tiempos es con una comedia de muchas risas que al final de la proyección salgas diciendo pero de qué c... me he estado riendo. Habrá que ver cómo ha llevado ese cambio de registro un director que para mi gusto se toma siempre demasiado en serio a sí mismo (su mejor película me sigue pareciendo de lejos "Un día perfecto" la menos desprejuiciada y menos maniquea).

Otro tanto podemos decir de Bardem que se prodiga poco en comedia (su caricatura como villano de Bond no me vale). Y a ver qué tal Manolo Solo, un tipo que me encanta.

Abrazos balanceados

César Bardés dijo...

Sí, en esta ocasión León de Aranoa está más cerca de Monicelli (Petri yo creo que iba más por lo político) que de Loach. Lo de la especie de reverso "cómico"...yo no lo veo. No me parece una comedia en sí misma. Es más, te puedo decir que sí, un par de sonrisas me arrancó, pero ninguna carcajada. Las situaciones no son para tanto porque lo que cuenta, realmente, no tiene mucha gracia ya en el momento, no después. Para mí, sinceramente, tenía mucho más humor y más brillante "Un día perfecto" que, efectivamente, me parece lo mejor que ha hecho con mucho.
Bardem, en algún momento, peca de lo de siempre, que se le ven mucho los engranajes, pero está bien, hay que reconocer que hace un buen trabajo y estoy seguro de que estuvo fijándose en Anthony Quinn para esto porque creo que hace algunos gestos clavados. Manolo Solo está bien teniendo en cuenta de que su papel no es de demasiado lucimiento. Ya te digo que no es tan graciosa como la gente dice. Ah, y ahora que no nos lee nadie. Esto no va a estar nominado al Oscar ni en sueños empresariales.
Abrazos basculando.

CARPET_WALLY dijo...

Octubre, madre mía. Mi retraso cinematográfico es doloroso. Pero es que realmente carezco de tiempo y el poco que tengo no me dan las fuerzas ni para levantarme del sillón.

Pero vamos que buscaba yo por Enero y no encontraba la crónica de esta peli que vi el sábado pasado (y hasta ahora no he encontrado hueco para comentar). Y tampoco es que pueda comentar nada demasiado novedoso salvo afirmar que esta película no va a estar en los Oscares.

No, ahora en serio, estoy bastante de acuerdo con todo lo que comentas, Lobo. No es una película de carcajada, ni una comedia amable. Te puede hacer gracia algún momento (unos cuantos), pero es una sonrisa ladeada, como la del que conoce el guiño privado y comprende la realidad mejor que los protagonistas.

Está bien traída la comparación con Anthony Quinn, es cierto que Bardem parece imitar algunos gestos y movimientos a veces. También en algún momento recordé a Depardieu aunque menos físico. De hecho, más que italiana, me parecía más el tono de la comedía francesa. Más suave, menos evidente, a veces sutil, a veces gamberra. Si se hubiese hecho en Francia nos la vendería como "la mejor comedia del año" o más.

No obstante, el humor amargo es muy de Aranoa, lo había en "Familia", en "Los lunes...", en "Un día perfecto". Aquí si utiliza directamente los resortes de la comedia, pero el fondo es mucho menos amable. Y a mi Bardem me parece que aporta mucho aquí, con otro actor de menor nivel creo que la película no hubiese logrado elevarse, basa todo el peso en el personaje principal. Por eso la aportación de Manolo Solo no es significativa, de hecho tras Javier lo único destacable del reparto me parece Fernando Albizu.

Pero la película es estimable, un 7,5 y con eso, lo malo es que será la mejor película española del año...

Abrazos equilibrados (por cierto, repiten dos veces el mismo chiste, no sé si es un error de guion o montaje o es que les hizo mucha gracia)

César Bardés dijo...

En cualquier caso estaba cantado que no iba a estar, así que da igual que hagas el comentario después. No iba a estar.
Yo también estoy de acuerdo en todo lo que comentas. No es de carcajadas, no es amable. Y la gracia que te hace es una gracia relativa (muy alejado de esa comedia tronchante que algunos quieren vender).
Lo de Anthony Quinn es que lo vi todo el rato. Y sí, creo que tiene más de francesa que de italiana. Y, sinceramente, me sigue pareciendo que "Un día perfecto" es una película bastante mejor, mucho más pensada, más atornillada por los bordes. La pretendida crítica de León de Aranoa tienes que deducirla y no está tan evidente, en parte porque te quedas un poco a medias de adivinar sus intenciones. ¿Quiere hacer una comedia social? ¿Quiere hacer una comedia de denuncia? ¿Quiere hacer una comedia? ¿Quiere hacer un drama?
Cierto también lo de Manolo Solo, del que esperas la gran escena y no aparece. Y Fernando Albizu, que siempre me ha parecido un actor cortito, está realmente bien.
Cierto también es que es una película que, vale, no está mal. Tampoco es para tirar cohetes. Ligeramente generoso me parece ese 7,5.
Supongo que les hizo mucha gracia lo del chiste repetido y así incidían (ya sabemos cómo es León de Aranoa) en la metáfora del equilibrio, que cuando se pierde, todo se tambalea. Ja.
Abrazos de gran familia.