viernes, 18 de marzo de 2022

LA PEOR PERSONA DEL MUNDO (2021), de Joachim Trier

 

Es difícil llegar a comprender la trayectoria vital de una mujer que es incapaz de empezar por sí misma. Sus pasiones son cambiantes, sus proyectos son débiles, sus acciones, inexplicables. Quizá, mientras no alcancen ese estado de tranquilidad que buscan, suficiente como para tener fuerza y no depender de nadie, son espíritus de contradicción que no tienen ni idea de cómo buscar la felicidad. Su espíritu inconformista marca la diferencia con los hombres. Ellos son más simples, más consentidores y, por tanto, más felices. Son ejemplos vivientes de la feliz ignorancia.

No obstante, centrémonos en ella. Después de una etapa brillante como estudiante, no tiene muy claro a qué dedicar su futuro. Médico, psicóloga, fotógrafa…el vaivén es considerable y, por tanto, genera inestabilidad de todo tipo. Por otro lado, las relaciones con los hombres son algo superficiales porque ella no quiere pasar de determinado punto. Y sólo cuando pierde algo se da cuenta de lo que tenía. Eso es algo muy común entre ellas. Su verdad se escapa por los rincones aunque sean buenas cazadoras para perseguirla. Libera represiones con una aparente desinhibición y eso hace que, en buena parte, sea fascinante para el sexo opuesto. Tal vez, la frágil relación con su padre tenga algo que ver con sus inseguridades. Puede que se considere la peor persona del mundo, pero no tiene razón. Es una gran persona. Sólo se pierde un poco por el camino.

La moraleja de todo esto llega a ser bastante simple. Para llegar al equilibrio, a la estabilidad y a la comodidad consigo misma, debe pasar por algunos estadios que implican derrota, decepción, diversión, renuncia. Debe desprenderse de todo aquello que pesa para sentirse ligera. Debe parar el tiempo para reflexionar con claridad que el camino, no siempre el correcto, le lleva en otra dirección. Acaba con una relación y hace el amor para despedirse. Y a todo le llega el final. Incluso a lo que más le ha cambiado su forma de pensar. Ella no será independiente hasta que sea capaz de racionalizarlo todo. Y su independencia será única, permanente, segura y elegante. También porque tendrá la prueba de que los bandazos no son propiedad exclusivamente suya.

Joachim Trier dirige esta historia dividida en doce capítulos, un prólogo y un epílogo para describir las tormentas interiores femeninas, no siempre comprensibles, pero, sí, siempre justificadas. Cada uno de los capítulos se podría tomar como una historia independiente aunque todos ellos tengan la misma protagonista. Todos son descriptivos y se hallan lejos de entender el estado de ánimo, cambiante como las épocas, que, a veces, pueden lucir las chicas. Puede que ese sea el signo evidente de que son mujeres incompletas, que aún no han alcanzado lo que, de verdad, quieren. Es mejor que los hombres no pregunten mucho sobre ello porque es bastante probable que no estén dentro de lo que ellas quieren. Además, si son listos, acudirán al puesto de observación y se darán cuenta de la fascinante evolución que ellas experimentan con el tiempo y con la experiencia. Aprenden rápido, interiorizan con facilidad y, cuando sacan las suficientes conclusiones, lo expresan con absoluta convicción. Mientras tanto, irán, vendrán, se enfadarán, se volverán dulces, odiarán todo, manipularán más, dejarán, tomarán, serán motores y también serán frenos, mirarán hacia otro lugar…es su escuela. Y tú, querido hermano de sangre, no tendrás nada que decir. 


4 comentarios:

dexterzgz dijo...

Para mí la moraleja se vendría a resumir en eso que decía Lennon de que la vida es lo que te pasa es lo te pasa mientras haces otros planes. O mejor dicho que la vida se nos va entre que nos decidimos qué queremos ser de mayores. Y hay que aprovechar el tiempo, amigo. De eso se trata.

Creo que la película se ve bastante bien y fluye gracias a ese guión invisible sorprendentemente nominado a los Oscares Me parece un acierto lo que dices de dividir la película en 12 capítulos, porque es lo que la convierte en una obra para degustar como a pequeños sorbos, son como cortometrajes. Lo cierto es que la actriz está estupenda y esperemos que sepa manejar su carrera, que ya la veo devorada por la industria de Hollywood y protagonizando la última de Marvel. Disfruté con el retrato de esta mujer, con sus balbuceos, sus tropiezos, esa inmadurez a la que en el fondo no quiere - o no sabe renunciar. La veo un poco en las antípodas de Amelie que tanto me cargó en su momento- no sé si tiene mucho que ver con la película francesa pero la verdad es que se me ocurrió esa asociación de ideas durante la proyección.

En cualquier caso, me parece que la habilidad más destacable de Trier - no sólo en esta película- es el dibujo de personajes, digamos que en cierto modo me puede evocar a un Mike Nichols europeo, igual digo una tontería. Por poner un pero, añadiría el sesgo feminista de algunos momentos del relato, no porque esté mal contextualizado sino porque ya parece puesto para cubrir cuota y empieza a resultar algo cansino.

Abrazos de lince

César Bardés dijo...

Pues estoy al cien por cien de acuerdo en todo lo que dices. Muy atinado al decir que, en realidad, son doce cortometrajes que tienen vida por sí mismos y que podrían exhibirse así perfectamente. También es cierta que ella (Renate Reinve creo que se llama) está muy bien, muy natural, con esa perfecta indecisión femenina que enriquece al personaje a cada metro. No creo, en el fondo, que sea una comedia, como han querido venderla. Para mí es un drama como una casa, un drama vital, un drama de iniciación o como gustes llamarlo, pero es drama. Creo que sí, que no quiere renunciar a la inmadurez, no quiere hacerse mayor, no quiere tener la vida en sus manos. Disfruta con la inestabilidad del momento y con que se escurra entre los dedos. En cuanto a las intenciones y realización...me parece que está muy, muy lejos de "Amelie" que, creo, tenía otras intenciones "más encantadoras".
Bien esa definición que haces de Trier como si fuera un Mike Nichols europeo. Creo, de hecho, que esta película tiene muchísimo de Mike Nichols. Y también de acuerdo en el tema del sesgo feminista que parece puesto para cubrir apariencias (cómo se va a hablar de la historia de una mujer imperfecta sin tener el mensajito de marras...)
Te veo muy bien, con las ideas muy claras (como si necesitaras que yo te dijera algo al respecto).
Abrazos noruegos.

dexterzgz dijo...

Bueno, yo creo en efecto que las intenciones de Amelie eran mucho más "encantadoras" y por ello más irreales. Quizá me recordé de ella por disociación antes que por asociación de ideas. También creo que es un drama antes que una comedia, lo que pasa es que usa muchos recursos de este último género y el guión también fluye desde una aparente ligereza y mucha gente se lía.

Lo del sesgo feminista sí me empieza a fatigar porque además vengo de revisar un par de Mizoguchis y caray. Eso sí que es una loa a la mujer, sin juzgar, sin subrayar, y atreviéndose a temas tan espinosos como la prostitución, el adulterio, y hace la pila de años. Ahora hay que cubrir las apariencias y cogérsela con papel de fumar. Claro que no todo el mundo es Mizoguchi. ¿Para cuándo por cierto un post de Kenji? "La mujer crucificada" por ejemplo estaría muy bien.

Abrazos congelados

César Bardés dijo...

Yo no creo que utilice tantos recursos cómicos. Si tuviera que calificarlo, diría que es un "drama amable", aunque quizá sea yo, que los años me van cayendo y me voy amargando.
Lo de Mizoguchi era de otra galaxia. Anoto la sugerencia para abordarla en cuanto pasen los Oscars (es el año que más trabajo me están dando) aunque este fin de semana ya tengo las labores hechas en cuanto a películas y me tiraré a por "Código: Emperador" ya que Miguel Rellán está ahí moviendo los hilos del espionaje patrio.
Abrazos corriendo.